El Comité Paralímpico Internacional (IPC) y el Comité Paralímpico Español (CPE) se mostraron inmediatamente favorables a la decisión del aplazamiento de los Juegos adoptada por el COI de acuerdo con el Gobierno de Japón. Ambos coinciden en que ‘el desconocimiento sobre la evolución de la pandemia y la salud de los deportistas y aficionados han primado por encima de todo y provoca que los Juegos no se vayan a celebrar en su fecha prevista por tercera vez en la historia (las dos anteriores con motivo de la I y la II Guerra Mundial)’.

El presidente del IPC, el brasileño Andrew Parsons, calificó así como “absolutamente correcta” la decisión de posponer los Juegos Tokio como resultado del brote mundial de COVID-19. Parsons razonaba esta decisión de supeditar el deporte frente -dijo- a la preservación de la vida humana: “la salud y el bienestar de la vida humana deben ser siempre nuestra prioridad número uno”, concluía el mandatario internacional.

Eso sí, el máximo responsable del IPC manifestó su convencimiento y determinación para que, cuando todo esto concluya y la sociedad regrese a la normalidad, “la cita en Tokio el próximo año será una espectacular celebración global de la humanidad reunida nuevamente como una sola”.

Una posición totalmente compartida por el Comité Paralímpico Español, para el que ‘han primado la lógica y el sentido común’, y asegura ponerse ya a pensar exclusivamente en ‘prepararlo todo para que 2021 sea un año extraordinario con Tokio como epicentro del deporte mundial’.