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El factor anímico para despejar el futuro

En el contexto de una pandemia como no se había conocido en el último siglo, se ha establecido en nuestro país -y en otras muchas naciones del mundo- un pulso casi permanente en torno a dos conceptos que a menudo se esgrimen como alternativos al afrontar la pandemia: priorizar la salud de la población o reactivar, cuanto antes, la economía. Falso dilema que ha hecho y hace mucho daño a la verdadera recuperación, pues ambos se requieren, uno a otro, de modo inseparable... Ninguno de ellos se consolidará si no es de la mano del otro, pero -además- esta supuesta disyuntiva olvida otro elemento imprescindible en la ecuación de la vuelta a una ‘normalidad’ mínimamente aceptable: la restauración del tono vital de nuestra ciudadanía, su redención psíquica y anímica tras una bofetada sobre nuestra existencia cotidiana que ha puesto en solfa costumbres, seguridades, estructuras de trabajo, sí, pero por encima de todo de relación social, familiar, personal...

Este reto añadido de la ‘desescalada’ del confinamiento es mucho más capital de lo que parece pesar, al menos si atendemos a las intervenciones de mandatarios y responsables políticos. Y, sin embargo, comienzan afortunadamente a aparecer y a hacer oír su voz profesionales y especialistas de la salud psico-social que nos alertan de su trascendencia. Para todos y todas, por supuesto, pero de modo singularmente especial para determinados grupos humanos entre los que, ya ‘antes de todo esto’, se detectaban necesidades específicas, de la mano de sus condicionantes vitales. Las personas con discapacidad son, sin duda, uno de estos más significados colectivos.

Por eso la ONCE (a través de sus ejemplares equipos profesionales al servicio de sus afiliados) y Fundación ONCE, valiéndose de un flamante departamento de Voluntariado y de ayudas directas a las organizaciones del sector, se han volcado durante estas semanas en la atención de las personas; las ciegas o con grave discapacidad visual la primera, las que tienen alguna otra discapacidad, la segunda.

Presentamos en esta edición de nuestra revista un amplio y documentado repaso, en primera persona, por esa labor de asistencia frente a la ansiedad, el miedo, el estrés, la inseguridad en definitiva, poniendo en marcha un servicio de 'Telepsicología' frente al Covid-19 que fija su atención en este olvidado factor que será indispensable despejar para resolver la más compleja incógnita que nos ha tocado afrontar mundialmente en nuestra era con la vista puesta en el inmediato futuro.