La ‘Fábrica de la Ilusión’ vuelve a la actividad
Tras casi tres meses confinada, la popular Imprenta de la ONCE reinició su actividad con el cupón que se sorteará el 15 de junio bajo el eslogan “Volvemos... los iguales”
La mañana del jueves 28 de mayo marcó formalmente el arranque simbólico del regreso de la actividad comercial en lo que respecta a los productos de juego de la ONCE. Su Centro Logístico y de Producción -popularmente conocido como Imprenta del Cupón- arrancó con los primeros cupones que se sortearán con la vuelta de los vendedores y vendedoras a las calles de todo el país, el próximo 15 de junio.
Esta singular la ‘Fábrica de la Ilusión’, sita en un polígono industrial del barrio de Vallecas de la capital del Estado, en la que trabajan un centenar de personas, contó para celebrar este simbólico acto con la presencia de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, junto al director general de la ONCE, Ángel Sánchez.
El primer arranque de esta nueva etapa imprimió así los 5,5 millones de cupones que servirán de nueva tarjeta de presentación del cupón tras el confinamiento. Llevan la imagen de una vendedora acompañada por su perro guía, con un kiosco de la Organización al fondo, y todo ello bajo el lema ‘Volvemos... los iguales’. Un guiño al regreso de los 19.000 vendedores y vendedoras de la ONCE a sus puestos de trabajo tras tres meses sin sorteos y a los tradicionales cupones, históricamente conocidos como ‘iguales’, un mensaje que la entidad liga también a la reivindicación de la igualdad en todos los sentidos desde la perspectiva social y ciudadana, y especialmente en una situación tan singular como la que estamos viviendo.
Una compleja maquinaria muy bien engrasada
Una vez impresos, los cupones entran en el estudiado proceso de preparación, empaquetado y distribución que la ONCE ha engrasado y puesto al día con extraordinarias puntualidad y eficacia después de más de 80 años de vida institucional y comercial.
Los cupones se distribuyen de hecho mediante una detallada operación logística por todos los rincones de la geografía estatal, y permitirán así -desde el lunes 15 de junio- poner un nuevo grano de arena por la conquista de la ‘nueva normalidad’ con gran carga social y simbólica: la presencia nuevamente en nuestras calles de los cupones, que no habían faltado a su cita con la ciudadanía en los casi 82 años de existencia de la Organización y sus sorteos.
La Imprenta tiene que surtir la venta de los cupones de la ONCE en todo el territorio, lo que significa la impresión de 5,5 millones de cupones del sorteo del cupón diario y de los cupones de fin de semana y de 13,5 millones de cada ‘cuponazo’ de los viernes.
Trazabilidad del cupón
Una vez que los cupones han sido concebidos y el equipo de diseño ha establecido la imagen de cada uno de ellos, siempre dedicada a temas cercanos a la ciudadanía y habitualmente a solicitud de todo tipo de entidades y organizaciones, el cupón entra en el área de fotomecánica de este Centro Logístico. Allí se procesan los millones de bits que componen las imágenes que llegan al prisma láser que, girando a 45.000 revoluciones por minuto, formará la imagen de las planchas offset que se introducirán a continuación en las rotativas para proceder a la impresión.
Esas dos grandes rotativas arrancan con sus más de 170 rodillos, millares de engranajes, correas y árboles de transmisión, todos conjuntados para imprimir 300 kilómetros de banda de un papel respetuoso con el medio ambiente (procedente de bosques certificados) con 200 kg de tinta base agua (sin alcohol), cumpliendo así todas las medidas de responsabilidad y compromiso medioambiental.
A partir de ahí, las bobinas ya impresas pasan a seis líneas de acabado, que las convertirán en ‘topes’ o paquetes asignados a cada uno de los 19.000 vendedores de la ONCE y otros puntos de venta autorizados. Cada línea de acabado se alarga 25 metros de longitud y se compone de diversas máquinas alemanas, suizas, italianas y japonesas, que, no obstante, hablan aquí un idioma común para trabajar juntas. En este proceso se revisa la banda de papel e inspecciona cada código y número impreso, analizando cerca de 2.500 dígitos por segundo. Y ya sólo queda que las cuchillas de la cortadora seccione esta banda con suma precisión cada 20 cupones, enviando cada pliego cortado al acumulador hasta componer el paquete o tope correspondiente a un vendedor. Revisiones finales y a formar parte, junto con otros, de los paquetes que recorren España para llegar a cada vendedor y, de su mano, a cada cliente. Hasta ese momento, la Organización conoce perfectamente el lugar y estado en el que se encuentra cada cupón.