El presidente del Grupo Social ONCE aporta la mirada de la Economía Social y la Discapacidad ante la Comisión para la Reconstrucción del país en el Congreso de los Diputados

Con una reivindicación del “sentido común (0,24 MB) frente a la incertidumbre de la sociedad civil”, así como de la necesidad de  interpretar la profunda crisis derivada de la pandemia como una “cura de humildad” para todos, el presidente del Grupo Social ONCE, Miguel Carballeda, intervino, el 2 de junio, en la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica, que celebraba su 6ª sesión en el Congreso de los Diputados.

Carballeda reclamó, tras la pandemia, un gran pacto de unidad para reconstruir el país entre todas las fuerzas políticas, económicas y sociales, basada, exigió, en el empleo: “peleemos por alcanzar los 20 millones de personas trabajando; eso será lo mejor, y no hablaremos entonces de paro”, insistió (0,63 MB).

Pidió igualmente recuperar el clima de diálogo parlamentario, y terminó parafraseando (0,43 MB) una popular canción, al reclamar que cundan ‘salud, empleo y amor’. La primera como necesidad, hoy como nunca, para “volver a la normalidad”; el empleo como medio de recuperación personal y socio-económica del país; y, por fin, el amor, un sentimiento que -manifestó- hay que incrementar y extender por ese gran palacio de la Carrera de San Jerónimo, sede de la soberanía popular española.

Presidida por el socialista Patxi López, esta Comisión parlamentaria está recogiendo testimonios y aportaciones de los principales representantes y referentes de instituciones de la vida civil en nuestro país. Y la intervención del presidente del Grupo Social ONCE constituyó una firme reivindicación de la recuperación del empleo por encima de cualquier otro elemento de cara a la vuelta a la normalidad. “Sólo así saldremos de la crisis, desde la idea central de no dejar a nadie atrás, con la necesaria colaboración de organizaciones y asociaciones que tienen la confianza ciudadana”, destacó Carballeda, defendiendo el “importante e impagable” papel del Tercer Sector y de la Economía Social durante estos días de crisis del coronavirus, que han evitado situaciones aún más graves a gran parte de la ciudadanía.

Un enfoque que, aseguró, el Grupo Social ONCE considera que debe reforzarse ahora fijando “a las personas como parte esencial” del proceso de reconstrucción. Para ello planteó medidas que se centran en cuatro aspectos: fortaleza y apoyo al Tercer Sector y la Economía Social; el empleo como centro de la acción, ligado al reforzamiento de la educación inclusiva; la contratación socialmente responsable por parte de empresas y administraciones; y la accesibilidad como clave de que todo ello sea posible, especialmente para las personas con discapacidad.

El modelo ONCE

El presidente Carballeda arrancó con la exposición de la trayectoria de la ONCE, durante sus más de 81 años de historia, marcados -desde su arranque- por las dificultades y los obstáculos, que ha sabido superar configurando un cuerpo de integrantes, sus afiliados, marcados por la determinación y la capacidad de resistencia y superación. Gracias a todo ello, manifestó, la Organización constituye un ejemplo de contribución a la Economía Social, en España y en el mundo.

Al respecto, señaló que, con 73.000 empleos, el Grupo Social ONCE, que genera uno de cada 387 euros del PIB español, se ha constituido en el cuarto empleador no público de nuestro país, al capitalizar uno de cada 195 empleos a escala estatal. Y, anunció, “mantenemos nuestra determinación, expresada en el arranque de este ejercicio, de alcanzar los 75.000 empleos”. Recordó al respecto que el Grupo se ha convertido ya en el máximo empleador mundial de personas con discapacidad, que representan casi el 60% del total de sus plantillas. “Me siento muy orgulloso de haber nacido y vivir en el país de la ONCE”, resumió Carballeda (1,62 MB).

Reflexionó también (0,90 MB) sobre el ambiente de crispación entre la clase política, asegurando que “no todo se hace mal”, que hay que intentar “coincidir” en positivo y dejar de dar a la ciudadanía esa imagen de permanente enfrentamiento, sustituyéndolo por la que podría ser la pregunta del millón: “¿qué podemos hacer nosotros (cada uno de nosotros) para contribuir a la recuperación y que nadie se quede atrás?”. A lo que se respondió que poner, todos, lo mejor que podamos aportar al propósito común, por lo que reclamó de los partidos, allí tan ampliamente representados, “abandonar el enfrentamiento, pues se lo deben a la sociedad española tras su respuesta a la pandemia durante estos meses”.

Explicó después que en esta etapa la ONCE ha perdido hasta seis millones de euros diarios, lo que no ha sido cortapisa para contribuir con todas sus fuerzas y posibilidades a vencer la situación. Comentó así la contribución, como la del conjunto de los empresarios españoles. para los que reclamó apoyo y consideración (1,22 MB). de los Hoteles Ilunion para acoger a los sanitarios desplazados; o de sus lavanderías industriales que han lavado y desinfectado la ropa hospitalaria con un extraordinario esfuerzo de sus plantillas integradas por personas con discapacidad; reflexionó sobre los problemas vividos por las Residencias de personas mayores y con discapacidad, que vinculó con los desequilibrios en sus asignaciones de recursos en unas y otras Comunidades Autónomas...

Sin olvidar otras labores de compromiso que se han apoyado aprovechando el movimiento del Voluntariado en la ONCE y su Fundación para la elaboración y distribución de material de protección para particulares y asociaciones de la discapacidad; o la labor institucional de la ONCE en la atención educativa que se ha mantenido durante estos meses para 7.500 escolares ciegos y la cobertura social que globalmente se le ha continuado prestando a 72.000 personas ciegas, especialmente a 14.000 mayores de 60 años que viven solos...

Repasó, en fin, también las renuncias que, en principio con carácter de aplazamiento hasta el años próximo, ha tenido que acometer la entidad respecto a retos como el gran Congreso Mundial de las Personas con Discapacidad en Madrid, que habría de celebrarse este mismo mes de junio, o la asistencia los Juegos Paralímpicos de Tokio, previstos para agosto/septiembre próximos...

Ahora, resumió, “toca recuperar” y la ONCE defiende su modelo: “que cada uno pueda volver a ganarse la vida”.  Por eso planteó como reto fundamental “facilitar la creación de empleo”, en la que la ONCE “cooperará intentando, en sus posibilidades, devolver a la sociedad la solidaridad que de ella recibe diariamente”.

Se refirió también al recientemente aprobado Ingreso Mínimo Vitral, que reconoció necesario en una situación extrema como la que estamos viviendo, pero recordó (0,82 MB) que el camino pasa por “seguir creando empleo” y facilitar que cada uno se gane honradamente su vida. “Como lo hacen cada día las personas ciegas, sin tenerlo precisamente fácil”, comentó.

Con la Economía Social

Y no sólo la ONCE. La Economía Social, explicó, ha de ser elemento capital de la reconstrucción, con sus 30.000 organizaciones que constituyen verdaderas palancas de acción social y que representan a muchas personas en riesgo de exclusión. Defendió iniciativas que generen nuevos yacimientos de empleo y medidas que garanticen la integración laboral de las personas con discapacidad (y el empleo inclusivo en general), así como el cumplimiento las cláusulas de reserva en la contratación de personas en riesgo de exclusión social, más ahora dados los efectos de la pandemia. Porque, en esta materia, “tenemos una normativa legal de Champions pero, a la hora de cumplirla, estamos a punto del descenso”, reflexionó en un símil futbolístico.

Defendió Carballeda asimismo ciertos modelos que se han demostrado muy válidos, como los incentivos a la contratación de personas con discapacidad, los centros especiales de empleo de iniciativa social  o la colaboración estrecha con la Unión Europea para vincular los fondos a la formación y el empleo de estas personas.

Todo ello, con un modelo de acción que permita la accesibilidad global e impida discriminaciones en materias como la educación o el acceso a la sanidad, la cultura o el ocio. En este sentido, el presidente de la ONCE insistió en que convertir a España en el país más accesible del mundo puede ser “bueno para toda la sociedad”, y derivar además una dimensión muy positiva para nuestra fortaleza turística dada la gran cantidad de personas mayores visitantes que llegan a España, profundizando en el enfoque del turismo accesible (1,00 MB), como ya lo impulsa de hecho el Grupo Social ONCE con sus hoteles Ilunion. “Ojo ahora con la ampliación de las terrazas, que pueden dejar a mucha gente sin paso por las aceras”, alertó en esta misma línea.

Finalizó Carballeda con una llamada a la unidad entre todos y a cejar en unos enfrentamientos que la ciudadanía no entiende. “No podemos ir echando la culpa siempre a los demás. Solo así será verdad eso de que nadie se queda atrás”, les dijo a los integrantes de esta trascendental Comisión el Congreso, a los que terminó bromeando con esa apelación a la ‘salud, empleo y amor’, porque -dijo- “en esta Casa (el Congreso), de los leones para adentro, hace falta una buena dosis de amor”.

Animado debate

Se sometió también el presidente del Grupo Social ONCE a las preguntas de los diputados integrantes de la Comisión, a partir de las que pudo pasar revista a cuestiones como la reapertura de algunas Agencias ONCE que la crisis anterior se llevó por delante en la denominada ‘España vacía’; la defensa a ultranza de la accesibilidad en el medio físico y, sobre todo, tecnológico en esta coyuntura; el compromiso social de la ONCE que alcanza a la integración laboral de personas con discapacidad procedentes de otros países; etc.

Especial atención dedicó a las intervenciones ligadas al sector del juego y su deriva en los últimos años en nuestro país. Carballeda denunció la extensión y la falta de regulación de modalidades de “juego sin escrúpulos”, que rozan la ilegalidad y que han derivado auténtico escándalo social por su contribución a un grave incremento de las ludopatías que afectan especialmente a los más jóvenes... “Tenemos que pensar en qué futuro queremos para nuestros hijos”, manifestó, al tiempo que reivindicaba el que, por contra, tantas alegrías e ilusiones ha movido tradicionalmente en España: “el juego público (de la SELAE) y semi-público (de la ONCE), una fórmula de juego responsable que genera riqueza y solidaridad”.

Tampoco ocultó su preocupación por la observada tendencia a incrementar el traspaso de las recaudaciones por la ‘X Solidaria’ en las declaraciones de IRPF y Sociedades a campañas sociales ecológicas o de solidaridad internacional, así como a entidades de carácter autonómico, en lugar de las principales entidades estatales del Tercer Sector que lo han venido gestionando históricamente. “Cuidado, no vayamos a perder el enorme capital que hemos atesorado en muchos años”, manifestó antes de concluir con una nueva reivindicación de la Educación como objetivo de Estado: “si una vez más nos tenemos que apretar el cinturón, que no sea con la Educación”, reclamó en sus conclusiones.

Apuesta por la educación inclusiva

Carballeda, destacó también la apuesta por la educación inclusiva del alumnado con discapacidad, para reconstruir el país, lo que supone un esfuerzo decidido para que el mayor número posible de estudiantes con discapacidad se integren en la escuela ordinaria, con todos los apoyos y recursos que precisan. "Esto es bueno para todos", aseguró. "Es bueno para los propios estudiantes con discapacidad, que se relacionan con el resto. Para el conjunto del aula, que tiene la oportunidad de ver todos los días un ejemplo de alguien que lo tiene más complicado y que se esfuerza por superarse, y también para los profesores, de cara a su propia formación", dijo.

Aseguró que cuando una persona ha convivido con alguien con discapacidad en la escuela, el instituto o la universidad, luego encuentra más "natural" su inserción en el mundo laboral. Con todo, admitió que "hay casos muy complejos", como el de los niños y niñas con sordoceguera o con discapacidades múltiples o muy limitantes. "Hay que destinar varios profesionales para su atención continua y esto tiene sobrecostes. En el centro de recursos de la ONCE lo sabemos bien y, pese a ello, hemos tenido casos de estudiantes que han ido al instituto y a la universidad junto a sus compañeros, y algunos incluso ya están trabajando", resaltó. "Hay que pedirle al sistema que todos los estudiantes con discapacidad tengan los mejores recursos a su disposición", declaró.

Carballeda quiso transmitir igualmente su "respeto" y "máximo aprecio" a los profesionales que trabajan en los centros de educación especial y subrayó que, "por encima de todo, lo importante es la tranquilidad de los padres y el bienestar de los alumnos". "Pedimos respeto para todos y queremos que estén tranquilos, pues van a mantener sus centros por mucho tiempo", sostuvo. "Eso sí, nuestra apuesta es por la educación inclusiva, en todo lo posible, en línea con las recomendaciones del Comité sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de Naciones Unidas". En sendos dictámenes, este comité de la ONU ha instado a España a avanzar en la escolarización ordinaria del alumnado con discapacidad. "Si para salir de esta crisis hemos de apretarnos el cinturón, que de ninguna manera sea en educación", concluyó el presidente del Grupo Social ONCE en relación con este sector educativo..

La jornada de comparecencias en la web del Congreso

Integrantes de la Comisión Parlamentaria para la Reconstrucción Social y Económica de España (0,01 MB)