Fundación ONCE augura el desplome de los contratos a las personas con discapacidad tras el récord conseguido en 2019
Un 90% de los 354.991 empleos creados para el colectivo eran temporales
En 2019 (y por séptimo año consecutivo) el empleo de las personas con discapacidad creció en España hasta alcanzar los 354.991 contratos, récord histórico con aumento de un 4,7% que avala el último Informe Anual del Mercado de Trabajo que elabora el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). Sin embargo, como advirtió el pasado 15 de julio la directora de Formación y Empleo, Operaciones y Transformación de Fundación ONCE, y directora general de Inserta Empleo, Sabina Lobato, esa tendencia “se desplomará en este ejercicio a consecuencia del impacto en el empleo de la covid-19, que convertirá en anecdóticos esos buenos resultados por la destrucción de empleo de estos últimos meses”.
En esta línea, reflexionó sobre algunos extremos de esos positivos datos relativos al pasado año, pues el análisis que realiza el Observatorio sobre discapacidad y mercado de trabajo (Odismet), de Fundación ONCE, evidencia que gran parte del empleo creado (hasta un 90%, en torno a los 320.000 contratos) se sostiene en la temporalidad y “son por tanto -avisa- los que más riesgo corren”. Y especial preocupación genera el colectivo femenino pues a ellas correspondió apenas un 38,5% de los contratos suscritos el pasado año.
El efecto covid-19
Ya en el primer trimestre de este año, con el arranque apenas de la pandemia, se perdió un 7,4% de contratos para personas con discapacidad en comparación con el mismo trimestre del año anterior, lo que lleva a esperar con gran preocupación los datos del conjunto del ejercicio. Para Sabina Lobato, “hay más datos que perfilan la borrasca en el horizonte ya que los contratos a personas con discapacidad representan tan solo el 1,58% del total y cualquier merma futura en este porcentaje dejará el empleo de un colectivo que representa el 6% de la fuerza laboral de este país a niveles insostenibles”.
Según datos recogidos por Odismet, el 33% de los contratos ha recaído en personas con estudios primarios, los más vulnerables. Y de manera inédita hasta la fecha, los mayores de 45 años son los que acumulan un mayor número de contratos mientras que los más jóvenes apenas representa el 7,5% de la contratación. La pandemia está golpeando con especial fuerza además al sector servicios, principal nicho de empleo por excelencia para el colectivo, pues le corresponden un 80% de los contratos que consiguieron las personas con discapacidad en 2019. La recuperación del empleo en ocupaciones como personal de limpieza de hoteles, con más de 50.000 contratos en 2019; camareros, con casi 23.000; o vendedores en tiendas y almacenes, rozando los 9.000 contratos, “será fundamental para que en 2020 no estemos hablando de una verdadera debacle para un colectivo que parte ya de una tasa de empleo de tan sólo del 25,8%”, manifestó la representante del Grupo Social ONCE.
Como conclusión, Lobato apeló a un compromiso social de las empresas que genere oportunidades laborales para las personas con discapacidad, incluso en formato de prácticas, hoy fundamentales para facilitar a los más jóvenes su primera experiencia laboral, “y que por una vez no seamos los primeros en el ránking de destrucción de empleo y los últimos en subir al tren de la recuperación”. Recordó además que, en los momentos más duros de la pandemia, muchos trabajadores y trabajadoras con discapacidad “han estado al frente de servicios esenciales para la comunidad -como las lavanderías, la limpieza o la logística- garantizando los suministros a la ciudadanía”.