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El más merecido de los descansos

Llega agosto, y con él  la extendida convención que lo asocia con el ‘merecido descanso’, en este caso tras un curso de afanes y esfuerzos colectivos muy singulares. Se presenta, en definitiva, con un perfil muy diferente: quizá nunca fue tan precisamente ‘merecido’ ese descanso, pero tampoco resultó tan complejo su disfrute. Nunca el dolor de muchos, la ausencia de tantos, la incertidumbre de todos nos convocó a un periodo vacacional tan especial. Quienes han perdido a alguno de sus seres queridos, quienes ven tambalear, o desaparecido, su puesto de trabajo o incluso su propia empresa afrontan con inevitable temor este paréntesis en mitad de la canícula. Y, sin embargo... Sin embargo hemos de remontar frente a la depresión, doblegar temores y, más que nunca, reforzar nuestra resiliencia y nuestra empatía hacia quien, a nuestro lado, probablemente esté atravesando una de las más complejas y cruciales etapas de su vida.

Contribuir con nuestra compañía y nuestro apoyo a que, al menos quienes quedan a nuestra mano, no echen en falta un hombro en el que apoyarse. Conscientes de que, tras ser asaltados por una pandemia irrefrenable y mortífera, nos hemos visto obligados a un duro confinamiento trimestral que, ligado al goteo de la implacable estadística de la pandemia, nos golpeó anímica y socioeconómicamente con unas consecuencias que aún no terminamos de vislumbrar.

Será, por tanto, complicado y sin duda exigente afrontar el futuro inmediato pero, si algo hemos ya aprendido de la devastadora covid-19, es que de nada vale regodearse en su crueldad. Al contrario, se trata de doblegarla sanitariamente con precaución y responsabilidad; y de afrontarla con la determinación de la unidad y el convencimiento en nuestras posibilidades de recuperación poniendo (todos y todas) lo mejor de nosotros mismos en el empeño.

Tomemos aire, compartamos junto a los nuestros unos días de esparcimiento, disfrutemos, sí, del más merecido descanso que nos hemos ganado, día a día, durante el confinamiento. Pero que sea para renovar energías, para retornar en unas semanas más convencidos que nunca de la importancia de la labor, tan pequeña como fundamental, de cada uno de nosotros, y sin que nadie, ninguno de nuestros compañeros de viaje, se quede atrás por nuestra desidia o nuestro olvido.

‘Así Somos’ también lo hace: se toma un respiro hasta el 1 de septiembre, cuando volveremos a estar con toda la buena gente del Grupo Social ONCE, poniendo nuestro soplo para empujar esta nave común hacia el éxito en su enorme y maravillosa tarea.