Pilar Rosales, dos veces mejor ‘vendedora del año’, ahora de toda Cataluña
Adscrita a la Dirección de Tarragona, todos coinciden en resaltar su bondad, humana y profesional
Pilar Rosales, Pili para nosotros, es vendedora de la ONCE en la Delegación Territorial de Cataluña (Dirección de Apoyo de Tarragona), y el pasado mes de febrero fue galardonada con el premio a la ‘mejor vendedora’ de esa Delegación durante el año 2019. Pilar realiza la venta en un kiosco ubicado en la Calle Canyelles 12, de Tarragona capital. En un entorno con diversos establecimientos dedicados a la hostelería, una Administración de Loterías, la oficina de Correos y el mercado municipal de la ciudad.
Entre sus valores, se ha destacado como su mayor virtud la bondad, personal y laboral, siendo muy querida en su entorno habitual. Atenta, amable, agradable..., una excelente profesional.
Pregunta.- Tras estos meses desde su nominación como ‘vendedora del año 2019’, ¿qué recuerdos te han quedado de aquel fin de semana tan emotivo?
Pilar Rosales.- Fue impresionante, sobre todo en lo que se refiere al trato recibido y también al buen clima que se estableció entre los compañeros y compañeras que participamos. Me emocioné mucho.
P.- Pilar es además ‘repetidora’, pero no de curso sino como galardonada, ya que también fue premiada por estos reconocimientos hace 12 años, lo que muestra bien a las claras su alto nivel comercial mantenido durante todo este tiempo... ¿Cómo evocas aquella primera distinción?
P.R.- Fue la sorpresa más grande de mi vida. Nunca lo olvidaré, porque desde
P.- Volvamos al presente. ¿Cómo valoras el conjunto de actividades llevadas a cabo durante el fin de semana del 7 y 8 de febrero pasados?
P.R.- Me llamó especialmente la atención el trato recibido, la atención personalizada, cuidando los más mínimos detalles para que todos estuviéramos a gusto y salieran bien las cosas.
P.- ¿Recuerdas alguna de ellas de forma especialmente entrañable por el positivo impacto que causó en ti?
P.R.- Me encantó la cena de gala, sobre todo el papel de la actriz convertida en speaker, que creo recordar que se llamaba Coria, convirtiendo la velada en algo muy ameno por lo encantadora que era y la gracia de sus chistes y supuestas ‘meteduras de pata’.
P.- ¿Qué opinión te merecen las acciones de reconocimiento o motivación de los trabajadores que puede llevar a cabo una empresa, en este caso una institución como la ONCE? ¿Pueden servir de ejemplo o referencia para otros compañeros o compañeras?
P.R.- Pues sí, son muy necesarias, ya que aportan una motivación importante además de fortalecer la creencia en lo que estamos haciendo, es decir, vendiendo.
P.- ¿Crees que es importante que la ONCE reconozca en concreto el trabajo y esfuerzo que realizan las personas que integran su red comercial?
P.R.- Sí, mucho, porque como comentaba la motivación de los trabajadores y el reconocimiento al trabajo bien hecho son súper importantes, te refuerza en tu creencia en la ONCE.
P.- Haber sido reconocida como ‘vendedora del año’, y además por segunda vez en tu trayectoria,¿ha generado algún tipo de eco o repercusión entre tus clientes y compañeros?
P.R.- Además de recibir las felicitaciones de muchos compañeros y compañeras, también los clientes habituales me dieron la enhorabuena y me comentaron que la noticia había salido en varios medios de comunicación.
P.- No podemos dejar de preguntarte por los difíciles momentos que todos hemos pasado, con el parón de la actividad comercial. ¿Cómo están siendo estas primeras semanas de reinicio en la venta de nuestros productos? ¿Qué nos puedes contar como más significativo?.
P.R.- La acogida en el reinicio de la venta fue muy emotiva. Todos nos esperaban con los brazos abiertos, con muchas ganas de vernos y volver a comprar nuestros productos. Lo más significativo quizás fue la positividad y el cariño por parte de la clientela, la emoción del reencuentro con las personas de siempre.
P.- ¿Qué consejos le darías a tus compañeros para que algunos de ellos puedan convertirse en un futuro próximo en el ‘mejor vendedor del año’?
P.R.- Lo principal es ponerle muchas ganas: alegría, atención a la clientela, entusiasmo y, sobre todo, mucha positividad. El resto viene solo...