Las vicepresidentas de la Organización Patricia Sanz e Imelda Fernández destacan la dimensión social de la gestión de esta compleja etapa

Nuestro país vuelve a asomarse a la apertura de un nuevo curso entre la incertidumbre y los temores por la extensión de los rebrotes ligados a la pandemia y la ilusión por dejar atrás el ejercicio más distópico y cruel, al menos de los últimos 80 años.

El Grupo Social ONCE insiste, en tal sentido, en su mensaje de lectura en positivo, desde la unidad de todos los agentes sociales y el compromiso por avanzar en la recuperación socioeconómica del país, comenzando por el ligado a las políticas de empleo, tanto en el ámbito interno como en una dimensión global.

Para analizar la situación desde sus diferentes parámetros de competencia, las estrategias diseñadas para afrontar las evidentes dificultades y límites derivados de la pandemia y para apuntar sus respectivos objetivos, nuestra revista se ha acercado a las dos vicepresidentas de la Organización, Patricia Sanz e Imelda Fernández, al objeto de pulsar sus correspondientes consideraciones.

El presidente del Grupo, Miguel Carballeda, se ha detenido ya a señalar que, en clave interna, será fundamental mostrar, como tantas otras veces en los 82 años de vida de la entidad, nuestra “capacidad de ser capaces”. Y el objetivo de “remontar, sin miedo”, aunque “con respeto y prudencia”. Pero, ¿cómo materializar estos retos de modo efectivo en el día a día de la entidad?

Patricia Sanz: la igualdad de la mano de la accesibilidad para todos y la corresponsabilidad

Patricia Sanz es vicepresidenta 3ª de la ONCE, con competencias en las materias de Igualdad, Recursos Humanos y Cultura Institucional e Inclusión Digital; un ámbito por tanto de enorme dimensión social y con la vocación de confirmar al Grupo Social ONCE como modelo de modernidad en su condición de entidad plenamente instalada en las exigencias del siglo XXI.

El Observatorio de Igualdad de Oportunidades del Grupo Social ONCE, que Sanz también preside, pasó revista en junio pasado a su respuesta en esta materia frente a los efectos de la pandemia...

Pregunta.- ¿Cuál es su balance de esta difícil etapa? Conciliar, garantizar la igualdad, defender los derechos y la seguridad, muy especialmente de las mujeres con discapacidad, en un escenario como el del confinamiento ha debido resultar especialmente complejo...

Respuesta.- Fundamentalmente hemos trabajado en dos líneas. Hacia adentro, para homogeneizar, compartir y transversalizar las iniciativas que se han llevado a cabo dentro del Grupo Social ONCE y de sus tres áreas ejecutivas (ONCE, Fundación ONCE e Ilunion), con sus entidades dependientes, para velar por que sus trabajadoras y trabajadores tuvieran acceso con iguales oportunidades a las mismas herramientas y a todo el material que se ha facilitado para garantizar su protección como miembros de sus plantillas y para que pudieran realizar el trabajo a distancia o teletrabajo, que hoy en día todos manejamos de manera habitual, de modo que lo pudieran hacer en unas condiciones idóneas. Hay que tener en cuenta que una parte importante de la plantilla que podía teletrabajar es femenina, en las tres áreas -incluyendo personal no vendedor en la ONCE, personal de oficina en Ilunion, de Fundación ONCE e Inserta- y que muchas de ellas son mujeres con discapacidad. Por tanto, era muy importante que ese teletrabajo se hiciera en condiciones ergonómicas e idóneas para garantizar ambas cuestiones: la igualdad de oportunidades y las necesidades propias de la discapacidad.

Y el segundo ámbito en el que hemos trabajado en materia de Igualdad es la presencia en varios webinarios y mesas redondas en las que se ha abordado cómo estaba afectando la pandemia a las mujeres, y en las que aportábamos nuestra visión de cómo lo estaba haciendo en la sociedad en general, porque cada vez incidimos más y tenemos más voz en términos de igualdad vinculada al género con y sin discapacidad.

Nuestra plantilla incluye un 58% de personas con discapacidad, pero hay otro porcentaje muy significativo de trabajadoras que no la tienen y a las que el Observatorio también ha de dar respuesta.

Y también hemos tenido voz en esas mesas redondas y webinarios para incidir en cómo ha afectado esta situación en mucha mayor medida a las mujeres con discapacidad (0,53 MB), tanto desde el punto de vista social como de los recursos humanos, por su condición de especial vulnerabilidad y por haber quedado en buena medida invisibilizadas.

P.- Hay en su ámbito de competencias otro aspecto muy importante, como es el de los Recursos Humanos y la Cultura Institucional... En estos últimos meses el marco laboral se ha visto intensamente condicionado por la aplicación de un ERTE prontamente levantado tras la vuelta a la actividad de los vendedores de productos de juego, y se ha extendido una política de teletrabajo, allá donde ha sido posible y aconsejable, para maximizar la prevención frente al coronavirus. ¿Cómo valora la aplicación de estas medidas y hacia dónde cabe prever que evolucionen en los próximos meses para garantizar la máxima seguridad de las plantillas laborales al tiempo que se mantiene la fuerte vinculación institucional que tradicionalmente caracteriza al conjunto de sus integrantes?

R.- Pues en materia de recursos humanos y hablando del teletrabajo, como Grupo Social ONCE habíamos empezado a dar los primeros pasos pero estábamos muy alejados de la situación en la que nos encontramos ahora... Los meses de marzo a julio no han sido de un teletrabajo ‘normal’, sino forzado por el estado de alarma y sus coletazos posteriores, pues varios de los ERTE del Grupo, especialmente del área empresarial, se han prolongado temporalmente, aunque afectando a mucha menos gente que durante el periodo álgido de la pandemia. Por tanto, ha sido transcendental dar respuesta a las casi 73.000 personas que integraban nuestra plantilla, para que se sintieran acompañados durante el periodo de ERTE, complementando de manera muy importante las condiciones económicas que el SEPE ofrece  a la ciudadanía en general, y garantizando que pudieran teletrabajar de una manera adecuada.

Ahora mismo estamos en una situación mucho más avanzada en esta materia que en febrero pasado..., quizá en el punto que nos habíamos marcado para alcanzar al final de este mandato, pues uno de nuestros compromisos de Programa de Gobierno ya apuntaba en avanzar en medidas de teletrabajo. Así que en los puestos en los que  sea posible y que no suponga ninguna merma para la atención directa de las personas con discapacidad a las que prestamos servicios o a las empresas externas que atendemos y desde nuestras cabeceras se puede avanzar en un trabajo que combine lo presencial y lo telemático. Este modelo de combinación de ambas modalidades es hacia el que queremos tender de una forma estable para el futuro, con un carácter ya normalizado pero partiendo de nuestra actual experiencia y teniendo en cuenta que no todos los trabajadores, por su puesto laboral y tipología de trabajo, podrán acogerse a él.

Por eso hay dos cuestiones que es imprescindible tener en cuenta. Enlazando con las áreas de Cultura Institucional e Inclusión Digital, en las que esta fórmula combinada incide desde luego enormemente, debemos pensar en el vínculo que cada uno de los trabajadores tenemos con la institución. Pues, si en lugar de estar cinco días a la semana compartiendo en el ámbito físico de oficinas con los compañeros momentos laborales y sociales que favorecen un clima de convivencia presencial, lo hacemos durante menos jornadas, al final ese vínculo cambia. No es mejor ni peor para quienes llevan mucho tiempo trabajando con nosotros, pero desde luego hay un distanciamiento mayor y es un reto importante, en especial para los trabajadores y trabajadoras que llevan poco  tiempo vinculados a este gran proyecto que es el Grupo Social ONCE.

Es importante que tengamos esto claro, para poder trabajar en ello, y que no se produzca una merma en la modalidad de teletrabajo porque ese vínculo se resienta, sino considerarlo como una oportunidad para seguir transmitiendo nuestros valores (0,79 MB), aunque de otra forma. Es decir, hay que generar equipo aunque uno trabaje la mitad de la semana desde un sitio diferente a su entorno laboral habitual...

R.– Para terminar, parece inevitable preguntarnos por la otra dimensión de las competencias de esta Vicepresidencia y en buena medida ligada a la cuestión anterior: la inclusión digital. La covid-19, la extensión del teletrabajo y, sobre todo, el mantenimiento de la prestación de sus Servicios Sociales en el confinamiento han conducido a una multiplicación de las funciones digitales en todos los órdenes. En una primera lectura, ¿cómo cabe calificar los resultados de esta invasión digital entre los colectivos laboral y de afiliados y afiliadas?

R.- La inclusión digital es otro aspecto a tener muy en cuenta. Desde luego podemos teletrabajar no sólo si contamos con las adaptaciones necesarias para personas con discapacidad, no sólo si podemos conectarnos a una reunión..., sino que podremos trabajar a distancia en igualdad de oportunidades si en aquellas reuniones en las que coincidimos con agentes externos a nuestra organización, las presentaciones, el análisis de los temas, ese compartir documentación también se hace de manera accesible... No pretendemos crear un nicho 100% accesible dentro de nuestro Grupo, y luego tener que seguir buscándonos la vida para poder participar externamente en igualdad de condiciones y de manera accesible. Es necesario que allá donde estemos y participemos externamente también se tengan en cuenta las medidas necesarias de accesibilidad para todos, porque, si no, nos sentiremos muy confortables dentro pero nos quedaremos cada vez más fuera en la medida en la que la presencialidad se minimice en los encuentros colectivos.

Por lo tanto, igualdad de oportunidades para trabajadoras y trabajadores desde el punto de vista de incidencia social y de recursos humanos. Es decir, hay que hacer seguimiento para que no sean sólo nuestraas trabajadoras, como pasará en otras empresas, las que puedan acogerse a las medidas de teletrabajo; éste tiene que ser una medida transversal para todos, pues de otro modo ni habrá conciliación ni corresponsabilidad... El teletrabajo para todos y todas ha de garantizar ese vínculo institucional y el sentido de pertenencia, vigilando que la tecnología no deje a nadie atrás (0,87 MB).

Imelda Fernández: “Tenemos que estar siempre cerca de los que más nos necesitan”

La Vicepresidencia 4ª del Consejo General de la ONCE es competente en las áreas de Servicios Sociales y Participación, dos aspectos que resulta capital gestionar con nuevas herramientas en el tiempo presente. La vida de los afiliados y afiliadas de la Organización depende en buena medida de su correcta gestión, complicada funcionalmente por la distancia social impuesta por la pandemia.

Pregunta.- ¿Cómo se está garantizando a nuestros más de 72.000 afiliados la cobertura de sus necesidades a través de la estructura de Servicios Sociales de la entidad?

Respuesta.- Como seguro ya conocen todos nuestros lectores, uno de los principios que guían todas nuestras actuaciones, en especial en el área de Servicios Sociales, es estar siempre cerca de los que más nos necesitan (0,71 MB). En momentos como este, en los que el distanciamiento social es requisito indispensable, desde la ONCE redoblamos todos nuestros esfuerzos para minimizar el impacto que este aislamiento puede provocar. Por ello, adaptamos en tiempo récord la prestación de muchos de nuestros servicios que se venían prestando de forma presencial, a un formato telemático, pero siempre teniendo como referente a la persona afiliada y sus necesidades.

En estos momentos, la atención es presencial e individual, sin perjuicio de que puedan ser utilizadas la atención remota o la telepsicología en el caso de las áreas de tiflotecnología y de atención psicosocial. Obviamente, la atención grupal deberá reducirse significativamente y en el caso de que fuera necesaria su realización, usaremos las plataformas tecnológicas que nos permitan evitar la concentración física de personas.

Me gustaría agradecer al equipo de profesionales que día a día trabajan por generar oportunidades para las personas afiliadas.

P.- Abordemos la implicación del fenómeno sobre dos segmentos de población especialmente amenazados y dependientes de la evolución del coronavirus: nuestros escolares, con su retorno a una escolarización que abriga muchas dudas respecto a su nivel de presencialidad; y los mayores, muchos de ellos, además, viviendo solos o integrados en centros residenciales que han protagonizado una de las páginas más dramáticas en la primera fase de la pandemia... ¿Cómo aborda la estructura de Servicios de la ONCE estos dos retos concretos?

R.- El Servicio de Apoyo Educativo es prioritario para nuestra Institución y para ello se están desplegando todos los recursos necesarios para garantizar la atención educativa de los niños y niñas ciegos por parte de los distintos profesionales. Tenemos que adaptarnos en cada momento a las diferentes situaciones que se produzcan, no sólo en las 17 comunidades autónomas, sino en cada centro escolar. El curso 2020/21, se está iniciando presencialmente, asegurando la distancia entre el alumnado.

Ante este planteamiento, es necesario que todos los estudiantes con discapacidad visual accedan, de forma normalizada, a las tareas que tienen que realizar cada día, asegurando que los maestros de los equipos específicos puedan prestar su apoyo a este alumnado en los centros escolares y mantener el contacto con los tutores de aula y con las familias. Y ante la posibilidad de un rebrote y tener que implantar una modalidad mixta de clases en el centro escolar y a distancia, se reivindicará a las administraciones educativas la accesibilidad de todos los recursos digitales (dispositivos, plataformas digitales, páginas webs, ...) que se usen en cada momento, con el fin de asegurar que nuestro alumnado no sea excluido.

En nuestros Centros de Recursos Educativos (CRE) se programarán a distancia las actividades, sobre todo aquellas que tengan que ver con la tecnología, tanto para el alumnado como para sus familias. Se ha realizado una formación en el uso de plataformas educativas y atención educativa a distancia a toda la plantilla de maestros de la ONCE... En definitiva, todas estas acciones deben ir encaminadas a “no dejar a ningún niño atrás” (1,13 MB).

Con respecto a nuestros mayores, nuestro principal objetivo, una vez más, es estar cerca de ellos, garantizando en todo momento la respuesta a sus necesidades. Porque el colectivo de personas mayores, nos ha demostrado que, a pesar de las dificultades y de la situación compleja que especialmente están viviendo motivada por esta pandemia, quieren seguir estando activos y, para ello, han sido todo un ejemplo de adaptación al nuevo entorno digital, desarrollando un sin fin de actividades utilizando estos medios.

Especialmente, nos preocupan aquellas personas mayores que viven solas (0,99 MB). Y a través del proyecto “A tu lado siempre” de lucha contra la soledad, hemos podido atender a las personas más vulnerables que se sienten solas. Por eso, el acompañamiento telefónico está siendo un recurso muy idóneo para paliar y atenuar la soledad.

En resumen, todas estas medidas van encaminadas a cuidar y proteger a nuestros mayores que son un colectivo prioritario para nuestra Organización.

P.- Y terminemos refiriéndonos al ámbito de la Participación, tan condicionada por los requerimientos del distanciamiento social, la escasa presencialidad en actos y eventos, etc. ¿Cómo mantener vivo y garantizar el aliento participativo de la población afiliada en una institución para la que esta dimensión de la pertenencia es básica y constitutiva de su ADN?

R.- La participación es indispensable en la vida de nuestra Institución (1,34 MB). A través de ella, procuramos generar un vínculo cada vez más estrecho entre las personas que formamos parte de esta gran familia. Esta situación, nos ha hecho adaptarnos e innovar a fin de que la participación de las personas afiliadas sea óptima, así a través de creatividad e imaginación, se están poniendo en marcha de forma online nuevas y muy variadas actividades con el fin de llegar a conseguir la participación de personas distintas, ya que, de forma presencial, no estaban participando.

Por otro lado, el Plan ONCERCA, que procura un acercamiento a todas las personas afiliadas, está siendo clave para fomentar la participación, ya que nos permite conocer en cada momento las inquietudes, preferencias y necesidades de cada persona. Así mismo, el voluntariado es otro de los instrumentos importantes que favorece esta participación.

Los recursos son, en definitiva, muchos y muy variados, todos ellos encaminados a mejorar la participación, tanto cualitativa como cuantitativa, en nuestra Organización.

M.L. y F.G.N.