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Sara Durán & Carlos J. Bote:  “Tus manos no te van a engañar”

Sara Durán y Carlos J. Bote posan durante un descanso, en una de las clases de la Escuela de Fisioterapia de la ONCE, en MadridDos jóvenes afiliados a la ONCE que han elegido estudiar Fisioterapia en la Escuela Universitaria de la entidad adscrita a la Autónoma de Madrid

Concentración y tacto. Con la aplicación de todos los protocolos de seguridad contra el coronavirus y un plan de contingencia propio, arrancó el curso académico en la Escuela Universitaria de Fisioterapia de la ONCE, adscrita a la Autónoma de Madrid. Más de una docena de alumnos ciegos o con discapacidad visual grave son ‘nuevos’ en el centro, que acoge en total a medio centenar de estudiantes en sus diferentes cursos y masters.

Carlos Javier Bote Sánchez y Sara Durán González figuran entre esos noveles estudiantes que empiezan su carrera en un contexto complicado por las circunstancias. Eso sí, no pierden la sonrisa -aunque esté cubierta por una mascarilla- y el buen humor rige sus expresiones verbales porque, ya se sabe... ¡con ilusión todo se puede! ¿O no?

“A ver, la verdad es que el curso, por la situación de pandemia que vivimos, arranca de una forma rara. No puedes ver directamente a tus profesores; hay unas distancias. No puedes tener ese contacto ‘mano a mano’, que a nosotros, con graves problemas de visión, nos viene tan bien en la enseñanza... Todo ahora resulta más individualizado formato MP3 audio(0,75 MB). Digamos que se echa mucho en falta el contacto social”, declara Carlos Javier, de 17 años (cumple los 18 en noviembre) y es de Móstoles (Madrid). Aunque con esto de la covid, y para estar más cerca de la universidad se ha independizado y reside en un Colegio Mayor... Carlos se maneja con bastón blanco pero ya sueña con un perro guía que solicitará en cuanto cumpla la mayoría de edad.

Sara, por su parte, que tiene una voz cristalina, nació en L´Hospitalet de Llobregat (Barcelona) y apenas hace cuatro días, como aquel que dice, se afilió a la ONCE. Anda a la espera de conocer los pormenores, con su técnico de Rehabilitación asignado por la Organización, para utilizar con corrección el bastón blanco en sus desplazamientos. Un aprendizaje que estaba previsto para el mes de marzo y quedó pendiente por el ‘estado de alarma’ debido a la covid-19. Todo un reto ahora, con o sin bastón, para moverse por las calles madrileñas, a pesar de conservar un bien aprovechado resto visual. “Sí, es un reto porque, al final, las calles de mi barrio de toda la vida me las conocía de memoria y me cuesta menos andar, pero por aquí, claro...”, nos comenta con desparpajo formato MP3 audio(0,38 MB). Y apostilla: “si ahora tengo la ayuda es un plus técnico habrá que aprovecharlo”.

Sara Durán González es deportista y el gusta disfrutar de la naturalezaElla ya tiene 18 primaveras, le gusta el deporte, sobre todo el fútbol, y practicarlo; y también monta a caballo. Su primera intención era hacer Biológicas aunque considera que tendrá más salida laboral como fisioterapeuta. “Ahora mismo, a mí me gustaría ser fisioterapeuta deportiva, pero claro, nunca se sabe, porque igual hago la carrera y al final hay otro campo que me interesa más... De momento es esa la intención formato MP3 audio(0,24 MB), señala.  

Un buen currículum académico les precede a ambos. El de Carlos Javier, quien realizó el Bachillerato por Arte, luce similar al de Sara, que lo cursó por Ciencias. Pero es que plantearse el futuro tiene su momento, a veces antes y otras... más tarde.  “En un principio, cuando terminas la ESO y te planteas qué hacer..., pues me hubiese gustado hacer Medicina, pero, claro, un persona discapacitada visualmente... Cirugía no me la iban a convalidar (‘cirugía-ojo’ me daba a mí que no me la convalidaban) y decidí valorar Derecho, de ahí que me metiese al Bachillerato de Arte. Pero al final, unas cosas y otras acabaron derivando en que ‘fisio’ era lo más cercano a Medicina que podía hacer, y es algo que me gusta. Bueno... a por ello que vamos formato MP3 audio(0,55 MB), explica su decisión el madrileño con detalle. Definitiva o no, el tiempo tiene la palabra para este también joven concertista lírico, que toca el piano.

Arrancó el curso de forma presencial, que no es poco, y con minuciosas medidas de seguridad. Teoría y práctica no se entienden ‘una sin la otra’ en la carrera de Fisioterapia. Y, en tal sentido, en este centro se forman los mejores fisioterapeutas ciegos o con discapacidad visual grave. El nuevo curso ‘promete’ para sus noveles estudiantes, que realizan también sus prácticas en las mismas condiciones de seguridad sanitaria que podrían encontrarse en su lugar de trabajo. “La formación es algo sadomasoquista, y quien elija esta carrera ha de saber que se sufre también en las prácticas..., pero se disfruta también muchísimo. Hay ciertas técnicas que dices: ¡esto me mata!. Que son muy incómodas, muy molestas, pero bueno..., poco a poco”, apunta Carlos Javier con singular sentido del humor formato MP3 audio(0,28 MB). Y es que el tacto para sentir ‘a flor de piel’, con o sin hidrogel, hay que trabajarlo para llegar a ser un buen fisioterapeuta. “El tacto para nosotros, que queremos desarrollar esta profesión, es algo fundamental porque muchas veces un ‘fisioterapeuta normal’ puede estar viendo algo y sus ojos pueden engañarle, pero si tú estás tocando eso, sabes cómo es y sabes lo que estás tocando,  no te va a engañar. Tus manos no te van a engañar formato MP3 audio(0,31 MB), concluye Carlos.

Genoveva Benito