MÁS COLORES, MÁS IGUALES
¨¿Es curioso que la casa de los ciegos hable de colores, no?¨, se preguntaba nuestro presidente Miguel Carballeda al presentar la nueva marca Grupo Social ONCE, para inmediatamente contestar ... ¨¿y por qué no?¨. La ONCE, la Fundación ONCE, Ilunion y ahora el Grupo Social ONCE llevan mucho tiempo poniendo color a la sociedad de este país y avanzando siempre bajo esa premisa. ¿Por qué no? ¿Por qué no creamos una Organización capaz de dar respuesta a las personas ciegas? Y nació la ONCE. ¿Por qué no extender esa acción al resto de personas con discapacidad?. Y llegó Fundación ONCE. ¿Por qué no damos ejemplo de nuestras capacidades con un nuevo grupo empresarial competitivo y eficiente? Y apareció Ilunion. Y mucho más.
La ilusión y la evolución se han sumado de nuevo para poner color a una pieza clave en una Organización como esta: su representación hacia la sociedad, la imagen por la que la ciudadanía la conoce y la reconoce; una señal identificativa de quiénes somos, a qué y quienes representamos y hacia dónde vamos. Y todo de un golpe de vista… ¿Por qué no?
Las marcas y sus logos evolucionan a lo largo de su historia y así ha sido en los últimos años, como ha ocurrido con la reconocible manzana de Apple, la estrella de la Caixa (un diseño de MIró que, según dicen, simboliza una persona echando una moneda a una hucha) o las letras de Google. Y absolutamente todas las marcas han ido cambiando al ritmo de los tiempos: desde la Coca-Cola al último vino de Rioja; desde las marcas de coches a las empresas tecnológicas, pasando por marcas de deporte, de ropa, grandes cadenas internacionales… y hasta de clubes deportivos de larga trayectoria, que también han modificado su imagen para adecuarla a una nueva realidad social.
Eso se llama evolución y, desde el Grupo Social ONCE lo reivindicamos hace unos años en otra maravillosa campaña publicitaria: la evolución es ese movimiento constante que nos lleva hacia adelante, a conseguir logros impensables no hace tanto. Nuestra trayectoria es un sumatorio de necesidad de adaptación e inquietud por la evolución. Y lo hemos demostrado como país y como sociedad, para salir de la España del blanco y negro a una ciudadanía abierta y dinámica. Para salir de la ONCE del blanco y negro al máximo color.
Nadie se plantearía ahora que nuestros productos de lotería tuvieran la imagen de aquellos primeros “iguales”, apenas sellos con escasa tipografía… pero ojo, lo que siempre mantenemos y mantendremos es el espíritu. Y eso ocurre exactamente con la evolución del nuestro querido “Oncelio”.
Buscábamos algo que representara y uniera, que fuera reconocible y asumible por todos, por la gran familia del Grupo Social ONCE. ¡Y lo teníamos cerca! Un “Oncelio” impregnado de los colores corporativos de todas las áreas: verde y amarillo de la ONCE; azul (y también amarillo) de Ilunion; rojo y de nuevo el amarillo de Fundación ONCE; y todos guiados por el bastón blanco, icono mundial de la inclusión, de la movilidad, de la capacidad.
Teníamos un diamante en bruto que ahora es más diamante y nos representa a todos y todas quienes forman el Grupo Social ONCE y que, a la vez, permite la convivencia con las muy diferentes realidades de una entidad tan amplia pero también tan reconocible, ahora más y mejor. Con una marca que, con un simple golpe de vista (¡quien lo diría en la casa de los ciegos¡) es capaz de decir tanto y tan bien de lo que hemos sido, lo que somos y lo que seremos, de nuestras realidades y más aún de nuestros anhelos. Otra ilusión convertida en realidad. Más colores, más iguales. ¿Por qué no?