Los Tiflos de Periodismo atraviesan la pandemia del Coronavirus y siguen impulsando la inclusión social

El 10 de marzo de 2020, aún sin saber los efectos reales de la pandemia del Coronavirus, pero con el debate ya abierto en la ciudadanía y en el mundo político, un grupo de periodistas esperaba en el Consejo General de la ONCE para reunirse y fallar los Tiflos de Periodismo en su edición XXII, durante el tradicional almuerzo que se celebra en la sala de prensa de la calle Ortega y Gasset. Los informadores procedían de distintos lugares de España tan diferentes como Ávila, Sevilla o Teruel, pero la conversación giraba sobre un tema único: el coronavirus y sus efectos, aún no conocidos en su dureza posterior. Aunque con ausencia de alguna persona por posible contacto con el virus, el fallo se realizó, y, ante la incertidumbre, se pospuso automáticamente la reunión prevista para el día siguiente con el mismo objetivo (en otras categorías del premio) y se diseñó un modelo de fallo online, seguramente desconociendo cómo este procedimiento iba a marcar nuestras vidas en los próximos meses.

Los Tiflos se fallaron, dos categorías de modo presencial y dos de modo virtual, estrenando así una modalidad que iba a convertirse en modo habitual de trabajo durante todo el 2020 y, por el momento, del 2021, pero, sobre todo, mostrando la fortaleza de aquellos periodistas miembros del jurado que corroboraron con su labor que, aunque fuera en este tema, la vida debía seguir y que la información social, la que pone el foco en las personas, en estos momentos, es más necesaria que nunca. 

Los premios, como suele ocurrir ya durante sus 23 años de historia, se otorgaron a los medios de comunicación y profesionales del Estado español que mejor plasman la inclusión de las personas con discapacidad en la sociedad, aquellos que se autoimponen la obligación moral de incluir y hablar de estas personas como una parte más de la ciudadanía. Una de las ganadoras fue la periodista Marga Esparza, de Radio Nacional, quien en un maravilloso reportaje sonoro titulado “La visión de un niño ciego” nos hizo deleitarnos con la vicisitud de un pequeño de 12 años agarrado fuerte a la vida. Para Marga, el premio fue un regalo por hacer algo que la apasiona: contar historia, visibilizar barreras y aportar un granito de arena para romperlas, como hace su protagonista (0,70 MB).   

Los Tiflos de Periodismo son unos premios muy valorados entre los profesionales de los medios en sus cuatro categorías (Prensa Escrita, Radio, Televisión y Periodismo Digital), conocedores de que son fallados única y exclusivamente por profesionales, por compañeros de oficio periodístico, y en los que la ONCE no tiene voto. Por ejemplo, el director del 'Diario de Teruel', Chema Juderías, jurado de ese año y uno de los que acudieron a esa última comida presencial, insistía en la necesidad de que este tipo de premios continúe “como acicate para más y mejor periodismo” (0,39 MB).

Mucho y buen periodismo es el que se ha premiado a pesar de la pandemia, como demuestra el reportaje ganador en la categoría de Prensa Escrita, de la periodista gallega Marta Villar, quien con su trabajo “Mi madre aprende a dibujar” asomó y nos relató desde las páginas de ‘La Opinión de A Coruña’ la historia de su madre, afectada por una enfermedad que cambió su vida y la de toda la familia. Una crónica muy personal (0,40 MB).  

Y como ella, historias que hacen pensar, reflexionar a la ciudadanía sobre la realidad de personas que forman parte de ella, cada cual con sus capacidades. De eso sabe muy bien el ganador en el apartado de Televisión, el programa ‘De seda y hierro’, de 'La 2' de TVE, centrado en la realidad cotidiana de las personas con discapacidad y también los compañeros periodistas que hacen su labor completamente online como la revista ‘Xataka.com’, premiada por el reportaje “18 meses descifrando la vida de Dulce”, de Javier Lacort y Alesya Makarov; o Lorena Gamara con el reportaje de denuncia “Niños con discapacidad en los campamentos de verano: No te dejan ser, no te dejan estar”, publicado en 20minutos.es.

Todos estos trabajos -y hasta el centenar de los presentados- son un exponente indudable de la preocupación de los informadores por la realidad de la discapacidad dentro y fuera de España. El periodismo social atraviesa con fuerza la pandemia y, para este año, se convocan de nuevo los Premios Tiflos de Periodismo 2020 que, con una dotación de 9.000 euros en cada categoría, a buen seguro serán fiel reflejo de la realidad de las personas con discapacidad en un año marcado por el Coronavirus.  De nuevo casi un centenar de trabajos se han presentado a la XXIII edición, lo que demuestra su vigencia y su necesidad. Periodismo social, periodismo de compromiso, medios y profesionales que escriben de personas y para personas. 

Xènia Vegas