Un homenaje del grupo de la ONCE, con varios actores ciegos, al teatro de lo absurdo a través de un trabajo muy coral, arriesgado y provocador

El grupo de teatro ‘Homero’, integrado por personas ciegas o con discapacidad visual grave de la ONCE en Sevilla, representará a España en la 17 edición del Festival Mundial de Teatro de Mónaco, que se celebrará el próximo verano en el Principado, con la representación de la obra "La clase muerta" (0,28 MB), adaptación de su directora Araceli de Areba. Se trata de una de las obras de mayor éxito del polaco Tadeusz Kantor en la década de los 70 en la que una clase de alumnos, interpretados por ancianos, se aferran al recuerdo de la memoria para revivir lo que un día fueron. Pero en la versión de Araceli de Areba resulta un homenaje al teatro de lo absurdo a través de un trabajo muy coral y arriesgado y provocador en su puesta en escena. 

En el descanso de uno de los ensayos semanales, en el escenario del salón de actos de la Delegación Territorial de la ONCE en Andalucía, a los actores les cuesta definir el papel que interpretan. “Eso refleja un poco lo que es la obra en si –explica la directora de ‘Homero’-. Estamos acostumbrados a poner etiquetas y a definir y esta es una obra que no se define. Dejamos que el espectador imagine y reflexione sobre lo que ha visto”.  A su juicio, esa es precisamente una de las claves del éxito de esta versión teatral y una de las razones que puede llevarles a cosechar un nuevo triunfo, en esta ocasión, ante un público internacional.

“Al final estamos hablando de un tipo de lenguaje universal –añade Araceli de Areba-. El texto es importante pero no es lo más importante. Estamos mezclando el teatro físico con el de las emociones, mezclando muchos tipos de teatro, y como es un lenguaje universal un chino es capaz de entender lo que queremos transmitir en ese momento concreto” (0,20 MB). De Areba reconoce que su apuesta por esta obra ha puesto a prueba al grupo. “Adaptarlo a las diferentes edades ha sido un reto, porque no es la misma movilidad, ni la misma expresividad”, dice. 

Juan León, 67 años, vendedor de la ONCE durante 33 años, ciego total, es uno de los veteranos de ‘Homero’, donde se estrenó como actor en 1989 con "Maribel y la extraña familia". Desde entonces ha participado en nueve obras, aunque el papel que interpreta en "La clase muerta" no tiene nada que ver con lo que ha hecho hasta ahora. “Es totalmente distinto, sí”, admite. “Es totalmente innovador porque tengo que manejar diferentes registros, incluso algunas palabras en alemán, gestos duros de dictador. Me exige bastante este papel porque tengo que hacer algo muy distinto a lo que soy en la vida real”, afirma. León reconoce que se siente más cómodo en un perfil de padre de familia ya mayor y bonachón y más en la comedia que en el drama. “Mi papel es absurdo, esperpéntico y totalmente surrealista. Aquí estamos todos en el limbo, somos todos ánimas. Y a mí me toca ser un profesor duro y exigente con alumnos que nos encontramos en un más allá” (0,32 MB). A su juicio, la obra sorprenderá en Mónaco. “Aunque se hacen muchas cosas en el teatro surrealistas, éste va a llamar mucho la atención porque a cada uno de los espectadores le va a decir algo concreto y distinto”. 

“Vamos a dar mucho que hablar”

Mireia Vaquero es la mujer tras la ventana en "La clase muerta", uno de los dos personajes que representan a la muerte, la crueldad y la maldad en la obra. “Tú cuando vas a ver una obra, y más una que llega tanto emocionalmente como esta, entiendes algo, te vas a tu casa con un concepto. ¿Qué no es lo adecuado? ¿Y quién dice lo que es adecuado y lo que no? Tú interpretas lo que quieres, eso es lo bonito, que cuando termina que cada uno puede quedarse con lo que quiera de ese batiburrillo metafórico que es "La clase muerta". Hay una interpretación para cada espectador” (0,38 MB). A su juicio, llegar a Mónaco es todo un logro para el grupo. “Presentamos nuestro espectáculo junto a países como Japón, Estados Unidos, Reino Unido, Lituania, Centro África, ganar o perder no me importa ni creo que importe a nadie del grupo, estar allí es estar al lado de gente muy importante y enseñar lo que hacemos, cómo lo hacemos y lo que es ‘Homero’ en una muestra brutal con gente de todo el mundo, eso ya es un premio”.

Delfín Delgado, vendedor de la ONCE en Sevilla, cree que la clave del éxito de esta obra reside en el trabajo realizado. “Mediante los ejercicios que hemos hecho hemos aprendido no a buscar el conocimiento de un personaje en sí, sino encontrar la identificación del grupo y lo que ese grupo genera al público. Esto es un trabajo grupal que importa lo que el grupo entero transmite”, explica entusiasmado (0,39 MB). Delgado confía en que ese sentido abstracto que transmite una obra tan escénica les ayude a triunfar en Mónaco. “De hecho muchos de los diálogos que tenemos no son concretos –añade-. No es necesario conocer un idioma para entender lo que queremos transmitir. Lo que transmites aquí hace que nadie se vaya indiferente que, al fin y al cabo, es lo que un actor cuando entra en una sala, que hablen de ello cuando salgan”. 

Por su parte, Silvia Domínguez, pedagoga, es una de las actrices del grupo sin discapacidad visual, aunque es madre de dos niños afiliados a la ONCE, de 8 y 12 años. Desde pequeña le gustó el mundo del teatro y durante nueve años ejerció como narradora en una biblioteca del Valle de Arán, así que está acostumbrada a expresar tanto con la palabra como con el cuerpo. Por eso su adaptación al trabajo de un guion no le ha supuesto un esfuerzo adicional. En "La clase muerta" es la mujer con cuna metálica, la parturienta en un momento importante de la obra. “Como es una obra muy coral, no es que tenga un personaje concreto que tenga un hilo conductor determinado, formo parte del conjunto”, explica. “Como actriz me exige mucho trabajo físico, porque tiene mucha expresión corporal, mucha escucha con los compañeros, mucha coordinación en los movimientos a la hora de crear los coros sonoros que hacemos, pero sobre todo disfrutar porque tiene tantas escenas diferentes seguidas unas de otras que me pide meterme a jugar y estar muy atenta a cómo surge la energía que llevamos todos” (0,35 MB). También Domínguez cree que el lenguaje de lo absurdo, tan universal, ayudará a sumar aplausos en Mónaco. “Es una obra tan impactante, visual y auditivamente, que no va a pasar desapercibida. Puede gustar más o menos, pero va a dar mucho que hablar y va a llamar mucho la atención. Eso es un éxito asegurado –vaticina-. Porque el hecho de que algo no te deje impasible, sino que te haga reflexionar sobre lo que has visto es un éxito”.

Para ‘Homero’ representar a España en un certamen de carácter mundial, siendo además el único grupo que estará integrado por personas con discapacidad visual, supone un privilegio. “Es como un sueño que nos hayan seleccionado, fruto de nuestro trabajo y constancia”, concluye su directora. “Indica que somos un grupo que apuesta por la integración absoluta y que nos vendemos por nuestros productos, no por quiénes somos, no hay etiquetas” (0,17 MB).

En plena pandemia, este reconocimiento al talento de los actores y actrices de ‘Homero’ llega en un año colmado de premios, entre los que destacan el premio a la mejor obra del Certamen ‘Quejío Salvador Távora’, premio a la mejor representación y del público en el VIII Certamen ‘María Moliner’ de Castilleja del Campo o el conseguido también a la mejor representación en el XXII Certamen Nacional de Teatro ‘Martín Arjona’ de Herrera.

Antes de partir para Mónaco, ‘Homero’ estrenará en junio, en el Teatro Távora de Sevilla, su última obra, "La boda de los pequeños burgueses", del dramaturgo alemán Bertolt Brecht y participarán con "La Clase Muerta" en la IX edición de la Muestra de Teatro Villa de Biescas, en el Pirineo aragonés.

Luis Gresa