Iván Alonso Fernández: “La ONCE está llena de buena gente”
Mejor Vendedor del Año 2020 en la Delegación Territorial de Aragón
A Iván Alonso se le iluminó el día la mañana que la directora de la agencia administrativa de Teruel, lo llamó para darle la enhorabuena. “¿Por qué?”, preguntó él. “Porque has sido elegido mejor vendedor del año 2020 en Aragón”, le contestó ella. “Fue un subidón de alegría, no me lo esperaba, la verdad”, cuenta Iván a Así Somos desde Albalate del Arzobispo, el municipio turolense donde cada día reparte ilusión desde el año 2003.
Cuando era niño, a Iván le gustaba jugar con sus amigos cerca de las vías del tren en su Zaragoza natal, en un paraje en el que se almacenaban las sacas de Correos que se transportaban por ferrocarril. Una tarde, después de salir del colegio y dirigirse como tantos días a este lugar, sufrió un accidente que le provocó una amputación tibial en la pierna derecha. Iván tenía diez años y aquella tarde cambió el rumbo de su vida.
Hoy, este zaragozano echa la vista atrás con satisfacción por el camino recorrido hasta aquí. Pasados varios días desde que se desplazó a Madrid junto a Gemma, su pareja, para asistir a la gala de los Mejores Vendedores del Año 2020 y compartir el fin de semana en la capital con sus 21 compañeros premiados del resto de áreas geográficas, aún le dura esa alegría que le supuso ser reconocido con este galardón, y únicamente lamenta que sus padres no hayan vivido para verlo, según nos dice emocionado (0,10 MB).
La historia de Iván es la de un joven ligado al deporte. Tras la amputación de la pierna se dedicó a la natación, que después abandonaría para centrarse en el baloncesto en silla de ruedas, a los 16 años. Jugó cuatro temporadas en Zaragoza y después se marchó a defender durante tres temporadas más los colores del Valladolid, antes de regresar a la capital maña para concluir allí su carrera deportiva. En este tiempo jugó también en la selección nacional absoluta de baloncesto en silla y de estos años, según afirma, guarda muy buenos recuerdos. “El deporte ayuda mucho a construirte como persona. Además de la oportunidad que me brindó para viajar por España y por Europa, competir junto a mis compañeros, acumular anécdotas y algún que otro trofeo... Fueron años muy bonitos”, asegura Iván, que actualmente sigue practicando deporte como aficionado (0,20 MB).
Vendedor con mucha memoria
A los clientes de Iván les llama la atención la facilidad con la que el vendedor recuerda los números que reparte. Sus vecinos suelen sorprenderse de que Iván sepa sus números habituales o cuáles han tenido premio. Es una forma de mimarlos, como él declara: “Es cierto que me dicen que cómo me puedo acordar de si tal número ha sido premiado o no, pero no sé, es algo que me ocurre de forma natural, me resulta fácil memorizar los números y además forma parte de mi trabajo”.
Así, Iván tiene fijados en su prodigiosa memoria cuatro fechas y cuatro números importantes, los que corresponden a los cuatro premios gordos que ha repartido en estos 18 años como vendedor (0,51 MB).
Además de su trabajo de venta en las calles de Albalate del Arzobispo, Iván Alonso se desplaza cada día a dos pueblecitos más de esta comarca de Teruel que, como toda la zona, sufre los efectos de la llamada ‘España vacía’. “Yo no tengo problemas con las carreteras, pero sí es verdad que a estas zonas rurales no se les ayuda mucho. Hay bastantes problemas con la cobertura de los teléfonos, por ejemplo. Cuando instalaron el Terminal de Punto de Venta (TPV) yo tenía bastantes dificultades porque no había cobertura en muchos sitios”, explica (0,29 MB).
Un tipo soñador
Iván se declara también un tipo soñador, amante de la música y, especialmente, seguidor de las canciones de El Barrio, a quien sigue desde hace años y cuyas letras le emocionan y le transmiten muchos sentimientos. “Siempre intento ir a todos los conciertos que hace por aquí, de hecho, el último concierto que fui antes de la pandemia fue de El Barrio”, nos cuenta
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Y, sin salir del terreno de las emociones, sobre las que experimentó el fin de semana que se desplazó a Madrid para recibir el premio al mejor vendedor del año, asegura que aún perduran: “En pocas palabras, para repetir. Fue espectacular, no sólo la gala, que también fue algo muy especial, sino compartir el fin de semana con compañeros de toda España. Realmente estoy muy agradecido a la ONCE por organizar algo así y espero que dentro de cinco años, que es el plazo que tenemos los premiados para poder ser de nuevo galardonados, vuelva a ser merecedor de este reconocimiento. Yo trabajaré para ello”, afirma Iván, quien dice sentirse identificado con el lema de la gala: ‘Buena gente ONCE’. “En todos los sitios hay buena gente y otra que no tanto, pero en la ONCE, diría que el 99 por ciento somos buena gente. Me incluyo, con permiso”, bromea el mejor vendedor de 2020 de Aragón.
Chema Doménech