El pasado 25 de enero, el periodista Miguel García Marbán escribía en el Norte de Castilla una noticia que más allá del hecho informativo, revelaba que, como popularmente se dice, la realidad en ocasiones supera la ficción. Al menos, en este caso, la iguala con historias merecedoras de ser llevadas al mundo literario a modo de precioso “Cuento de Navidad”, con varios protagonistas: el primero, una persona sin techo, de origen sevillano, a quien la pasada Noche de Reyes alguien anónimo le regaló en la estación de autobuses de Ávila un cupón de la ONCE… Un cupón que resultó premiado con 35.000 euros… La generosa persona desconocida, el párroco del pueblo de Mayorga y nuestro vendedor Juan Manuel Legido, quien nos ha contado cómo sucedió todo, completan el elenco principal del 'mágico' acontecimiento.

Como asegura Marbán en su crónica, ésta es la historia de un auténtico regalo de Reyes atrasado, porque el agraciado no comprobó hasta 11 días después, es decir el 16 de enero, que el cupón estaba premiado. Se trata de un transeúnte sevillano, sin techo, de unos 60 años, que la noche del pasado 5 de enero se encontraba en la estación de autobuses de Ávila cuando una persona anónima se le acercó y le regaló este cupón.

Desde entonces, recorría las calles de distintas localidades pidiendo la ayuda ciudadana para poder comer, dormir o viajar en autobús, sin saber, claro, que llevaba ya una importante cantidad económica en el bolsillo; un cupón en el cual reparó después de pasar la noche en el albergue de Mayorga de Campos (Valladolid), como decimos bastantes días después.

Fue allí donde, tirando de un carrito con sus pocas pertenencias, se acercó a uno de nuestros vendedores en esa localidad, Juan Manuel Legido: “Yo estaba atendiendo a otras personas en ese momento y le dije que esperara…”. 

Debido al frío normal de las fechas, el vagabundo le dejó el cupón y se fue, cargando con sus pertenencias, a una zona soleada de la Plaza de España.

Sorprendido tras comprobar que aquel boleto estaba premiado con 35.000 euros, Juan Manuel le buscó por las calles de la localidad. “De repente le vi calentándose al sol", apunta, y se acercó para comunicarle discretamente su suerte.

El sevillano no pudo contener su alegría. “¡Que dice que me ha tocado!”, exclamó emocionado, rodeado por algunas vecinas de la localidad, quienes le felicitaron y le animaron a aprovechar la oportunidad para mejorar su situación y asentarse.

 Así nos contaba esta historia el propio Juan Manuel (2,89 MB)

Pero para ello, era necesario cobrar los 35.000 euros. Tarea difícil si no se dispone de un DNI en vigor, como era el caso. Fue entonces cuando Juan Manuel le dijo que el párroco de la localidad, Jesús Manuel Nieto, podría ayudarle en eso. Y así fue (1,18 MB). 

Para Juan Manuel Legido ha sido, tras 9 años como vendedor de la ONCE, uno de los momentos más mágicos y seguro que inolvidable de su vida laboral, en la que además figura como mejor vendedor del año de Castilla y León en 2016. "Nunca había comunicado un premio tan grande, he dado otros más pequeños, pero aunque fue otro compañero de Ávila quien lo vendió, lo siento como mío", asegura (0,67 MB), remarcando que "la ONCE somos todos". 

Esperamos, deseamos, que este premio ayude a su agraciado a mejorar sus condiciones de vida... Quizá podamos contarlo más adelante y cerrar esta singular y feliz historia.