EN EL MUNDO
En tiempos de dificultades y guerras cercanas que nunca imaginamos en este siglo XXI, las relaciones internacionales se demuestran como aliadas claves de futuro, siempre desde la colaboración y la cooperación. Y, en esta línea, el Grupo Social ONCE acumula en los últimos días una apertura y presencia exterior sin parangón, impulsando la marca social de España con la inclusión de las personas con discapacidad y la economía social como palancas de mejora. Una cumbre mediterránea y otra iberoamericana que precedieron a la Cumbre Mundial de la Discapacidad; un encuentro con los responsables del gigante Microsoft; y, como colofón, anfitriones junto a la patronal CEPES de una visita de eurodiputados miembros de la Comisión de Empleo y Asuntos Sociales a España en búsqueda de iniciativas para hacer una Europa mejor, en general, y para 85 millones de personas con discapacidad, en particular.
La presencia del Grupo Social ONCE y sus alianzas internacionales se hace presente desde el compañerismo, el compartir ideas e iniciativas y el aprendizaje conjunto de todas aquellas opciones que muevan hacia la inclusión de las personas con discapacidad en todos los ámbitos de la vida, desde la igualdad y el ejercicio de los derechos de ciudadanía. Por primera vez en la zona Mediterránea, el Grupo Social ONCE fue anfitrión de una cumbre en la que se habló de la realidad de la discapacidad en la zona mediterráneo y UE, de la mano de la Unión Para el Mediterráneo, una organización que trata de equiparar las realidades a uno y otro lado del “mare nostrum”. Barcelona se convirtió en capital de la discapacidad y de ahí emanaron ideas de futuro muy centradas en la igualdad, especialmente en el caso de las mujeres y niñas con discapacidad, entre otras iniciativas.
América Latina y Caribe se juntaron también, en este caso con Panamá como país anfitrión, para debatir durante toda una jornada de discapacidad, con el Grupo Social ONCE con presencia destacada: apertura con nuestra idea global de inclusión; participación en una mesa con colaboradores como el Banco Mundial y del Banco Interamericano para el Desarrollo; o la Fundación ONCE para América Latina, nuestra FOAL, hablando de la necesidad de que las organizaciones de personas ciegas y con discapacidad se hagan fuertes, tengan capacidades para poder interactuar, se unan y sumen para convertirse, como ocurre en España con el movimiento asociativo de la discapacidad, en útiles para muchos millones de personas y en clave de referencia para legisladores, empresarios y todas las personas que tengan algún nivel de decisión.
Solo unos días después, participación en la II Cumbre Mundial de la Discapacidad, celebrada en Noruega. Y con una experiencia inédita en el mundo, juntando a una agencia gubernamental española (la AECID), una fundación pública (Fundación Internacional y para Iberoamérica de Administración y Políticas Públicas -FIIAPP-) y el Grupo Social ONCE para mostrar al mundo una serie de compromisos de la cooperación española para contribuir a la inclusión real de las personas con discapacidad, especialmente en América Latina, África y el sudeste asiático. Iniciativas de formación y empleo puestas en marcha ya con éxito en muchos puntos del planeta, con un modelo global de inclusión, abierto, sostenible y único.
Y si las tecnologías y las comunicaciones son ya una realidad de futuro y todo apunta a que lo serán más aún, allí se hace presente también el Grupo Social ONCE, para lograr que los avances ayuden a las personas con discapacidad pero, muy especialmente, para evitar que las mejoras para la ciudadanía en global no les dejen atrás, como ha ocurrido en otras ocasiones. La alianza con el gigante tecnológico Microsoft, de largo recorrido histórico y buenos resultados en los últimos años, se afina aún más y trata de enfocar el futuro desde la cooperación y el entenderse en común: las tecnologías, conociendo realidades sociales; la discapacidad mostrando sus peculiaridades y formando para ello a los expertos.
Por último, la visita a Madrid de un grupo de parlamentarios de la Comisión de Empleo y Asuntos Sociales del Parlamento Europeo ha constituido todo un reto para la economía social y, de la mano de la patronal CEPES, han tratado de conocer cómo nuestro país, con un modelo de inclusión y de economía que a veces no es entendido en Europa, logra muy buenos resultados. La acogida y la sorpresa positiva de los europarlamentarios no ha podido ser más completa. Desde su aterrizaje en España han podido ver y sentir que la economía social funciona, especialmente dos de estos parlamentarios, que son personas con discapacidad: recibidos en la cadena de hoteles más accesible del mundo (Ilunion Hotels); mantiendo reuniones al más alto nivel político, económico y social; conociendo la realidad del tejido del tercer sector en España (el 10% del PIB y el 12,5% del empleo); visitando una lavandería industrial con un 90% de trabajadores con discapacidad, lo que no le impide ser líder en su sector; un colegio líder de una cooperativa educativa; el Consejo Económico y Social español; el centro de formación y empleo para personas con discapacidad ‘Por Talento Digital’, de Fundación ONCE; incluso una simpática cena a ciegas. Toda una inmersión que, a buen seguro, y así lo reconocían a los medios, les ha hecho cambiar su idea sobre el modelo de economía social en España y valorar promover su reconocimiento y su extensión a toda Europa.
En definitiva, marca social España que se impulsa desde aquí hacia el exterior; desde el mundo del asociacionismo de las personas con discapacidad; desde la economía social agrupada en CEPES; desde el Tercer Sector, vertebrador de realidades sociales muy diversas, pero que tienen que tener presencia y voz. Y, en todo ello, aportando su granito de arena, su experiencia, su conocimiento y toda la colaboración posible encontrarán la ilusión del Grupo Social ONCE.