Estás en:

Ruslan Kuzmak: "No me imagino cómo están sufriendo las personas ciegas con la guerra"

Ruslan Kuzmak es agente vendedor de los productos de juego responsable de la ONCE, en ValenciaDe origen ucraniano, lleva más de 10 años como vendedor de la ONCE en Valencia

Sin distancia emocional. El desconcierto anida en su corazón. La ofensiva de Moscú contra la tierra que le vio nacer hace 39 años, se ha tornado en una guerra sin retorno hacia la paz. La historia cambia, de un día para otro, y la incertidumbre se adueña del mundo entero. Fracasan las diplomacias y se rompen los sueños… “Si no paran a este señor que se llama Putin, la cosa se va a complicar mucho más”, declara sin acritud Ruslan Kuzmak. Le puede un innato razonamiento lógico, que no exculpa la barbarie, claro, pero frenaría quizá esta guerra sin cuartel. “Siempre he estado convencido de que las personas que manejan los países deben tener un nivel de educación alto para llegar a acuerdos y no hacer cosas tan drásticas como se están haciendo formato MP3 audio(1,41 MB). Me parece que, si él no controla o está enfermo, la única forma es apartarlo del poder ¿no?”, dice. Y la respuesta queda en el aire…

La escalada de violencia no había hecho más que empezar y multiplicarse desde que se realizara esta entrevista, vía teléfono móvil, en la tarde del jueves 10 de marzo. “No me cabe en la cabeza qué piensan cuando bombardean hospitales… o ciudades enteras. Me parece que el mundo ha cambiado y la vida ha dejado de tener valor en Ucrania”, apostilla con honda tristeza formato MP3 audio(1,13 MB). Imposible poner palabras a tantos sentimientos, con temblor percibido en la voz. Y el dolor se oculta tras una ligera sonrisa para seguir viviendo, para trabajar con cierta normalidad, en la ‘Ciudad de las Artes y las Ciencias’, como centinela de la ilusión de la ONCE.

Una década lleva ‘a pie de calle’ como agente vendedor de los productos de juego responsable de la ONCE. Aterrizó en España, casi por casualidad, tras viajar por Europa para someterse, en Alemania, a una intervención quirúrgica por miopía magna de nacimiento. “Tenía la visión muy baja y con 18 años tuve desprendimiento de retina en el ojo izquierdo; desde entonces sigo tratamiento con láseres para no perder totalmente la vista”, explica. formato MP3 audio(0,68 MB)

Collage: Kuzmak durante acto juramento como abogado, en despacho y mientras ayuda a personas en riesgo de exclusión Mientras estudiaba Derecho, en la Universidad Iván Frankó de Leópolis, en el oeste de Ucrania, estuvo afiliado a la Unión Territorial de Ciegos Ucranianos (UTOS), según comenta. Ya entonces tuvo conocimiento de la labor de la ONCE, en España, “que daba trabajo a personas con discapacidad. Me dijeron que es la mejor organización del mundo y cuando llegué a Valencia empecé a estudiar castellano y luego decidí compatibilizar mi título de Derecho con la Licenciatura y un máster en España”, argumenta.  formato MP3 audio(1,15 MB)Y es que siempre activo y solidario compagina su trabajo en la venta con el asesoramiento “a compatriotas y extranjeros, que requieren tramitar sus expedientes de extranjería, con papeles de residencia y trabajo”. Así colabora con la ONG Valencia Acoge, que agrupa a personas de distinta procedencia, echando una mano en la acogida, información y promoción de las personas migrantes. “Ellos me ayudaron a mí y yo respondo con la misma moneda. Se dedican a personas sin recursos económicos, sin dominio del idioma… y yo me siento satisfecho ayudando a estas personas gratuitamente”, apunta. formato MP3 audio(0,59 MB)

Recuerdos de la infancia se agolpan cuando le pedimos que eche la vista hacia el pasado, en una primera trayectoria vital coincidente con los últimos años de la Unión Soviética. Se crio sin padre, con su madre y familia materna. “Mi vida era muy dura. Yo empecé a trabajar con 13 años, vendía periódicos en los mercados y luego en los trenes. No tengo padre y mi madre era pobre…”, relata, al tiempo que afirma haber sentido en propia piel formato MP3 audio(0,74 MB) la discriminación por su discapacidad visual. Asimismo rememora cómo se levantaba a las cinco o seis de la madrugada, puntualiza, para “estar tres horas en una cola y poder comprar una botella de leche… esos recuerdos  se quedaron grabados para siempre, como un trauma, porque no había productos en las tiendas. Era una pobreza total; la gente trabajaba y no cobraba su dinero, le daban lo que estaban fabricando formato MP3 audio(1,22 MB)”.

La realidad del presente, tan complejo y difícil de asimilar, le duele a rabiar. “Desde el primer día duermo mal, estoy muy preocupado y me duele no poder ir a luchar contra los rusos”, señala. formato MP3 audio(0,56 MB) Las sirenas antiaéreas truenan en Leópolis, frontera con Polonia que acoge a miles de refugiados desplazados desde la capital Kiev.

A excepción de su madre, hermana -“y una sobrina”, añade- con domicilio en Valencia, el resto de la familia reside en Lviv o Leópolis. “Ellos están permanentemente con miedo porque suenan las sirenas y tienen que salir corriendo a esconderse en refugios o donde pueden”, dice con cierta angustia. Una tormenta emocional, sin duda. Y se hace cruces pensando cómo van a salir… de la guerra las personas ciegas o con discapacidad. “No me imagino cómo están sufriendo las personas ciegas en Ucrania”, concluye. formato MP3 audio(1,59 MB)

¡Ojalá tengamos la vida… en paz!

Genoveva Benito