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Inmersos en nuestra tercera generación de TPV, quién no se pregunta ¿qué más hay en el mundo de las loterías?

Silueta mapa mundiTodos somos conscientes del gran potencial que podrá entregar nuestra tercera generación de terminales, pero quizá, para comprender dónde nos situamos en el mundo de las loterías, sería interesante conocer de qué terminales disponen el resto de las empresas que se dedican a la comercialización de loterías en los distintos países del mundo, para podernos hacer una correcta composición de lugar.

Es difícil encontrar una lotería que se dedique a comercializar sus productos y que comparta nuestras características de desarrollo en la comercialización, esto es, una amplia red de puntos de venta que desarrollan su actividad en la calle, cercana a los clientes, en muchos casos al aire libre y frecuentemente de manera itinerante.

El clima es uno de los condicionantes para que se fomente esta característica en nuestro país, y no todos los países que comercializan loterías pueden desarrollar su actividad en la vía pública por las condiciones climatológicas. A ello hay que añadir que se debe contar con unas infraestructuras tecnológicas que permitan este desarrollo y desempeño de la actividad en la calle y, finalmente, ponerle de sombrero la cultura de los habitantes del país respecto a la actividad comercial en la vía pública, que esté popularmente aceptada y con suficientes garantías. Combinar estas singularidades se puede dar en muy pocos sitios, lo cual determina las características de un terminal que pueda cubrir esta necesidad.

Nuestro terminal se ha diseñado para este propósito, portátil, ligero y robusto, que pueda cubrir una jornada de trabajo, con unas dimensiones contenidas y con todos los componentes integrados. Pero como comentamos, es un tipo de terminal adaptado a un propósito concreto, hecho a medida. El motivo principal es que la mayoría de las loterías en el mundo se comercializan en locales, lo cual permite disponer de terminales con características totalmente diferentes, incluso disponer de aplicaciones que se puedan ejecutar en el propio terminal punto de venta de la tienda.

En un local ya no es necesario que el terminal sea portátil. Por tanto, el tamaño no suele ser un problema, y se decantan por integrar las aplicaciones de loterías en el terminal del comercio, como hemos comentado, o disponer de terminales con pantallas grandes, superiores a las 10 pulgadas, impresoras de alto rendimiento, y por tanto de un tamaño considerable, lectores de códigos de barras independientes y pudiendo añadir pantallas de visualización orientadas al cliente, es decir, podríamos hablar de un equipo como un ordenador personal pero con dos pantallas, si bien es cierto que muchos de estos terminales fijos están basados en la plataforma de un PC.

Dado que en muchos locales no pueden disponer de un equipo específico y de ese tamaño para la exclusiva comercialización de productos de lotería, la evolución de la actividad comercial ha llevado a utilizar el terminal punto de venta del comercio, añadiéndole una aplicación específica para la venta de lotería, sin disponer de ningún componente específico, utilizando el lector de códigos de barras del propio terminal y la misma impresora que imprime los tickets de venta de sus productos. Esto obviamente implica que los boletos se imprimirán con el mismo papel que los tickets de compra.

Otra tendencia existente pasa por crear equipos compactos, con medidas más reducidas y con todos los componentes integrados en el equipo, como nuestro TPV, aunque no tienen la característica de ser portátiles por su peso, de hasta 5 kilos, o porque no disponen de conexión inalámbrica. Esto posibilita disponer de un equipo dedicado en los locales de pocas dimensiones, que siempre traslada mayor confianza al cliente a la vez que transmite una imagen de marca con la personalización del propio equipo.

Ya hemos visto distintas posibilidades en cuanto a terminales atendidos por un vendedor, pero existen otras dos posibilidades para poder jugar a las loterías en algunos países, a través de las aplicaciones móviles que los propios clientes se tendrán que instalar en sus dispositivos, y a través de los llamados terminales de video-loterías. Estos últimos son terminales “self-service”, con aspecto similar al de una máquina tragaperras, un tamaño parecido, con pantalla táctil, impresora, lector de códigos de barras y posibilidad de pagar con tarjeta. En estos terminales o puntos de venta, el propio cliente selecciona y ejecuta la venta, previo pago de esta, obteniendo un ticket impreso con su combinación.

Y finalmente, aunque no podríamos considerarlo un terminal al uso como a los que nos estamos refiriendo, otra posibilidad de jugar de manera “self-service” son las máquinas expendedoras que algunas loterías tienen. Son máquinas similares a las máquinas de café o refrescos que podemos encontrar en las oficinas, pero que contienen boletos de lotería instantánea o “cupones”. En este caso, el cliente solo puede seleccionar el producto con el que cuenta la máquina expendedora, no pudiendo jugar en juegos activos o seleccionar una numeración concreta para un “cupón”, por ello este tipo de máquinas principalmente disponen solo de productos de lotería instantánea.