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Adriana y Carolina superan su discapacidad con talento y un empleo digno en Ilunion 

Carolina Bustinza (imagen izquierda) y Adriana MendesTrabajadoras Ilunion, del Grupo Social ONCE, en Valladolid y Burgos

Conciencia de equipo. Buena predisposición y amabilidad siempre. Tan lejos y tan cerca, a la par. En Brasil arranca la trayectoria de vida de Adriana Mendes Bruno, de 40 años, que lleva un par de años ‘haciendo horas’ como personal de limpieza en el CEE Ilunion de Valladolid. Eso sí, tiene la friolera de dos décadas en España y siempre luchando por encontrar un puesto de trabajo fijo que, a la postre, parece ser verá cumplido. Por su parte, la burgalesa Carolina Bustinza Villacián, natural de Miranda de Ebro, de 53 primaveras, apenas se ha movido de su tierra donde consolida su puesto de trabajo en Ilunion CEE Outsourcing como ‘auxiliar de servicios’ en el centro de trabajo Bridgestone de Burgos.

Jornadas intensas, rotación de turnos. Ahí está Carol para lo que toque, con una sonrisa, en su labor de ‘auxiliar de servicios’, en la distribuidora de neumáticos de la multinacional japonesa. Fluye un constante ir y venir de camioneros y/o vehículos, que cargan y descargan material… Ella verifica la documentación de los conductores, atiende el teléfono y apunta resultados del programa informático, el que registra el peso de una gran bascula cargada o aquel otro comprobante de ‘entradas y salidas’ de trabajadores de contrata. La actividad ‘a todo ritmo’ reina en su puesto de trabajo. Y anda encantada porque le va como anillo al dedo.

A golpe de cuadrante transcurre su jornada laboral. “Muchos fines de semana estoy de mañana y a diario suelo estar por la tarde. Todo depende del cuadrante que tengas pues igual trabajas tres o cuatro días seguidos, luego descansas dos y vuelves cuatro (…)”, declara sin acritud formato MP3 audio(0,46 MB). La tranquilidad de contar con un contrato indefinido merece la pena, sin lugar a duda. Por fin, el esfuerzo y la profesionalidad ha dado resultado. Y, desde marzo, respira más tranquila.

Su trayectoria en el campo laboral se empezó a escribir cuando consiguió una beca, por la Junta de Castilla y León, como grabadora de datos. Y es que Carol es una persona formada como ‘técnico especialista en administración’, ha realizado cursos de Informática y está al día en temas de contabilidad e incluso de reciclaje y “llegué hasta cuarto de inglés, en la Escuela Oficial de Idiomas”, apostilla formato MP3 audio(0,54 MB). Carol vive feliz con su pareja y una gata.

Limpia y da esplendor. Oficinas, colegios, tiendas… son lugares que deja como los chorros del oro la limpiadora Adriana, de la mano de Ilunion. Y es que la limpieza es lo suyo. El idioma ya es otro cantar, aunque continúa mejorando yendo a clases, nos cuenta, en la asociación vecinal del barrio de La Rondilla (Valladolid). En la actualidad, con las vacaciones de otros trabajadores se le brinda la oportunidad de cubrir esos puestos, en su mayoría acogidos a horas y no jornadas completas.

Ya hace 20 años que aterrizó en España animada por su hermana residente en el país. “Mi hermana vivía aquí, en España, con su marido. Me dijo que viniera porque hay más oportunidades de trabajo para que tú puedas conseguir tus cosas”, declara en referencia a sus motivaciones formato MP3 audio(0,31 MB). Ha llovido desde entonces… “He trabajado en restaurantes, sirviendo catering, en casas de familia, etc.”, apunta. Le gusta la informática y acompañar a su pareja mientras pesca en el Pisuerga; tiene dos hijos (de 23 y 20 años) y el menor vive con ellos.

Con la firma Ilunion del Grupo Social ONCE lleva un par de años, tras tener reconocida la discapacidad. Si bien, “el año pasado yo tenía muchos trabajos, este año me han dicho que me llamarán más para cubrir vacaciones, a partir de ahora formato MP3 audio(0,55 MB), concluye.

A ver si la discapacidad deja de ser un hándicap para muchos empresarios a la hora de contratar.

Genoveva Benito