El periodo de comercialización de cualquier sorteo extraordinario suele ser bastante amplio, como mínimo de un mes y medio, pudiendo ser incluso mayor en algún sorteo como el Extra de Verano o el del Cupón Extra de Navidad.

Durante todo ese periodo, cada vendedor conoce cómo está yendo la venta de ese sorteo, si está siendo mejor o no que la del año anterior y si está transcurriendo dentro de lo que se puede considerar como normal o habitual en su caso. Pero, a nivel global, también se necesita conocer con mayor concreción como se está desarrollando, ya que la única venta que queda registrada en el momento de hacerla es la que se efectúa con el TPV y no se considera representativa de la total.

¿Por qué se hacen muestreos en estos sorteos?

Ahora que está discurriendo la temporada de deportes de motor y hay pilotos españoles en competición, se puede utilizar la Fórmula 1 para hacer un paralelismo de la necesidad de realización de muestreos sobre las ventas de sorteos extraordinarios.

Durante un gran premio, el piloto va teniendo distintas sensaciones de cómo va el coche, si está yendo rápido o no, si está obteniendo un buen rendimiento del motor, cómo están degradando las ruedas elegidas y todas esas sensaciones se las va comunicando al equipo. Pero no vale sólo con sensaciones, la escudería necesita tener datos para tomar decisiones, y por eso, mediante la telemetría, monitoriza el coche en todo momento mientras está en la pista, para saber, a tiempo real, si el compuesto de ruedas se está degradando según lo esperado, si los frenos funcionan correctamente y están a la temperatura adecuada, o si tiene suficiente combustible para acabar la carrera, y, con toda esa información, junto con la transmitida por el piloto, se puede tomar la decisión de en qué momento es mejor parar y cambiar los neumáticos, o en qué zonas de la pista puede acelerar más o necesita frenar antes.

Así, del mismo modo que lo hace una escudería de Fórmula 1, también se necesita saber cómo se está comportando un sorteo extraordinario durante el periodo de comercialización, que sería el equivalente a la carrera, para intentar tomar las mejores decisiones que garanticen el mejor resultado final.

Lógicamente, en la venta de cupones preimpresos no se puede monitorizar la venta al instante de todos los vendedores y, por eso, se diseña y se ejecuta un análisis estadístico de los resultados en base a la información que proporciona un número determinado de vendedores. Eso es el llamado muestreo, parecido a los sondeos que se hacen cuando hay elecciones electorales. En el caso de la ONCE, el margen de error es del 4-5% sobre la previsión que proporcionan los vendedores del muestreo realizado.

¿Cuál es la metodología que se sigue para hacer los muestreos?

Como en cualquier análisis estadístico, lo más importante es la selección de la muestra a estudiar, en este caso, de los vendedores con los que se va a trabajar para obtener la información. La muestra debe ser lo más representativa posible de cada área, por lo que se pide seleccionar, en cada área geográfica, en torno a un 20%-25% de los vendedores procurando que esta selección sea lo más representativa de la zona y existan vendedores de todos los tipos, es decir, no seleccionar, por ejemplo, sólo a los que más venden, o sólo a los que más venta anticipada hacen, o sólo a los que hacen ruta.

En cuatro o cinco momentos diferentes del periodo en que se está comercializando un sorteo de este tipo, se solicita a estos vendedores que comuniquen cuántos cupones llevan vendidos hasta ese momento, sólo de preimpreso, ya que la venta de TPV sí se conoce en cualquier momento al ser electrónica.

Con esta información, y sabiendo la cantidad de cupones que se ha entregado a cada vendedor, se extrapolan esos datos al total del área y, uniendo áreas, al total de cada Centro, pudiendo también comparar esta información con la de sorteos similares anteriores y así hacer una estimación de cómo está evolucionando la venta del sorteo.

¿Para qué sirven estos muestreos?

En este sentido, se podría hablar de dos niveles de actuación distintos, aplicados también en momentos diferentes.

Durante la comercialización de un sorteo, los datos que se obtienen en cada muestreo sirven a los Centros para confirmar si el comportamiento de la venta en su Centro es el esperado, o si es diferente a lo que está pasando en otras zonas, pudiendo profundizar en su análisis, tanto a nivel de áreas más pequeñas, como a nivel de vendedor, y así tomar las medidas correctoras que se considere en cada caso.

También, la información de cómo y cuándo se vende un determinado sorteo ayuda a la ONCE a tomar decisiones de, por ejemplo, cuando se deben reforzar las campañas publicitarias o si es necesario hacer una actuación concreta, en un momento dado, en una zona precisa.