Jóvenes con sordoceguera han reivindicado en Cáceres su derecho a acceder a todos los entornos y servicios
La capital extremeña se convirtió, del 4 al 9 de julio, en la sede del XIX Encuentro de Jóvenes con Sordoceguera en el que reclamaron su derecho de acceso como usuarios de bienes y servicios, en todos los entornos.
El alcalde de Cáceres inauguró el encuentro, en el complejo San Francisco, junto a responsables institucionales de la Junta de Extremadura, Diputación de Cáceres, así como de la ONCE y de Fasocide, entidad organizadora del evento, que incluyó además todo tipo de actividades con el objetivo de crear un espacio de inclusión.
Venancio Ortiz, presidente del Consejo Territorial de la ONCE en Extremadura, insistió en el derecho de las personas ciegas y sordociegas “a tener acceso a todos los servicios”, reclamando los cambios gubernamentales necesarios para que ello sea posible.
En la jornada de arranque intervino Noelia Lirola Rueda, sordociega y graduada en Estudios Ingleses por la Universidad de Granada y con un máster sobre Discapacidad, Autonomía Personal y Atención a la Dependencia por la Universidad Menéndez Pelayo de Madrid, quien, a través de su testimonio, animó a todos los asistentes a participar en todas las actividades del encuentro.
Apoyados en todo momento por mediadores y guías-intérpretes, celebraron la V Asamblea de Jóvenes con Sordoceguera de España, que se realiza con el apoyo del Instituto de la Juventud (Injuve) en la que hablaron de sus derechos, además del apoyo que para las personas con esta discapacidad suponen las nuevas tecnologías.
Por otro lado, también tuvieron tiempo para el ocio, ya que realizaron una una visita guiada con trovadores por el casco histórico de Cáceres, participaron en un taller de percusión con el que el grupo pudo disfrutar de la música a través de la vibración y en otro sobre diversidad sexual, realizaron un paseo a caballo combinado con un taller de cuidado de estos animales y se atrevieron a practicar barranquismo en el Jerte. Un actividad que sin duda les sirvió para demostrarse a sí mismos que las barreras sólo están en la mente.
El encuentro sirvió además para que el propio ayuntamiento cacereño se comprometiera a mejorar la accesibilidad de la capital, para lo que el propio alcalde, Luis Salaya, pidió colaboración. “Queremos que nos ayudéis a hacer la ciudad más accesible”, planteando a los jóvenes y a las entidades que les representan que se unan a la acción de los colectivos que ya luchan por ese objetivo y con los que se implicará el Consistorio.