La ONCE ha cumplido este 13 de diciembre 84 años desde que un grupo de personas ciegas lograra cumplir una ilusión: unirse en una Organización capaz de mejorar su calidad de vida y generar oportunidades para las personas con discapacidad. Porque sí, ya desde el inicio, la ONCE incorporó a la venta de aquel primer cupón a personas con discapacidades distintas a la ceguera, la mayoría heridos de guerra. Todos juntos, unidos por una misma ilusión, salieron a la calle para demostrar que, con su trabajo, si les dejaban mostrar sus capacidades, podían ser uno más entre sus ciudadanos. Y se unieron en un grito que pronto se convirtió en un clamor, “iguales”, y que se transformó no solo en la razón de ser de una marca, sino en una intención: ser ciudadanos. Hoy, 84 años después, el sueño de aquellos pioneros se llama Grupo Social ONCE y ahora habla de generación inclusión porque, juntos, y gracias a la ciudadanía española, hemos logrado ser una generación diversa e inclusiva como nunca en la historia.

Y lo somos gracias a las muchas personas con discapacidad que, cada día, salen a la calle con su responsabilidad, su trabajo, su familia, sus estudios, con toda su alma, para demostrar que son parte de la sociedad, parte del presente y del futuro. Porque, si nos dejan (que era lo mismo que pedían hace más de ocho décadas aquellos pobres ciegos), tendremos la oportunidad de crear una sociedad en la que todos y todas seamos protagonistas. Los hombres y mujeres del Grupo Social ONCE lo hemos hecho en este 2022 y, ante la diversidad, nos hemos unido más entre nosotros y con nuestros entornos y hemos alcanzado un nivel de cohesión, de compromiso social y de solidaridad mayores que nunca. 

Gracias a este esfuerzo acumulado en 84 años, el Grupo Social ONCE cerrará este año con una plantilla cercana a los 73.000 trabajadores y trabajadoras -con el objetivo puesto en los 75.000-, el cuarto empleador no público en España y el primero mundial de personas con discapacidad. Y, por eso, queremos seguir gritando bien alto que formamos parte de algo mucho más grande que nosotros mismos, formamos parte de una sociedad en la que nos sentimos protagonistas con nuestro trabajo y nuestra labor cotidiana. 

Y creemos firmemente que nuestra labor es y seguirá siendo contagiosa: porque el trabajo de ONCE, Fundación ONCE e Ilunion enamora y engancha; y lo vamos a seguir demostrando, manteniendo vivos nuestros símbolos como el bastón blanco, el Oncelio, el braille, los vendedores y quioscos de la Organización, los perros guía, nuestras empresas Ilunion, la formación o la solidaridad que reparte nuestra Fundación a manos llenas. Lo haremos día a día, mes a mes, año a año, porque nos sentimos actores de una sociedad moderna. 

Arrancamos en medio de una Guerra Civil y, desde el principio, nos preocupamos de tratar de incluir en la sociedad a las personas ciegas y con otras discapacidades, muchas provocadas por el conflicto. Lo hemos seguido haciendo durante 84 años, atravesando y superando realidades sociales de nuestro país y del resto del mundo. En este número -sirva como ejemplo y como recuerdo cariñoso- dedicamos un obituario a Jorge, una persona que llegó a la ONCE, como muchas otras, al explotarle un artefacto abandonado de esa misma guerra, lo que no le impidió tener una vida absolutamente plena. Lo mismo que le ocurrió hace apenas 10 años a Alberto, un joven de apenas 30 años de Teruel, que se ha convertido en el primer usuario ciego sin manos de un perro guía en el mundo, también con una vida plena. 

La historia de los países, de las organizaciones y de las personas, en definitiva, está trufada de incertidumbres, pero la capacidad y actitud de las gentes del Grupo Social ONCE y el trabajo que desarrollan nos hacen afrontarlo con ilusión y energía, siempre al lado de la ciudadanía, que es nuestro motor y nuestra razón de ser. Formamos parte de la generación más inclusiva y diversa de toda la historia. Si nos dejan, seguiremos creando una sociedad en la que todos seamos protagonistas. Tú, también.