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El Grupo Social ONCE defiende en sus cupones la igualdad y el fin de la brecha salarial entre mujeres y hombres

Patricia Sanz y Antonio Morillas presentan el cupónLa plantilla femenina del Grupo Social ONCE crece dos puntos en el último año, hasta el 44% del total, unas 32.000 mujeres

Un años más, el Grupo Social ONCE defiende en la imagen de sus tradicionales cupones el fin de la brecha salarial entre mujeres y hombres y reivindica la eliminación de las brechas de género que afectan a las primeras y, muy especialmente, a las mujeres con discapacidad.

Para ello, ha dedicado el cupón del 22 de febrero al Día de la Igualdad Salarial y dedicará el del 8 de marzo al Día Internacional de las Mujer, en coincidencia con ambas conmemoraciones. El Grupo Social ONCE predica con el ejemplo con un incremento de dos puntos porcentuales en el número de mujeres en plantilla en 2022, alrededor de 32.000, muchas de ellas con discapacidad.

Son en total 10 millones de cupones que va a recorrer todos los puntos del país para reivindicar la plena igualdad. Patricia Sanz, vicepresidenta del Consejo General de la ONCE de Igualdad, Recursos Humanos y Cultura Institucional e Inclusión Digital, hizo entrega a Antonia Morillas, directora del Instituto de las Mujeres, de una reproducción de estos cupones, durante una jornada, organizada el mismo día 22 de febrero por el Instituto de las Mujeres, en la que se abordó la evolución y la tendencia de la brecha salarial.

En su intervención, Patricia Sanz agradeció que “en este espacio se hable de la brecha salarial y de la discapacidad. Porque las mujeres con discapacidad pueden ocupar muchos puestos de trabajo”. La vicepresidenta de la ONCE ha señalado que “el mercado laborar te expulsa si hay una discapacidad sobrevenida”, y afirmó que “en el Grupo Social ONCE el salario es igual para personas con o sin discapacidad”. 

Por su parte Antonia Morillas señaló que “estos cupones son 10 millones de excusas para hablar de igualdad salarial y los problemas laborales de las mujeres. Estos dos cupones tienen un gran valor”.

Con estos cupones, el Grupo Social ONCE reivindica la eliminación de la brecha salarial por cuestión de género y, como no podría ser de otra forma, la doble discriminación que existe, muchas veces, al sumar la discapacidad, con el objetivo de lograr una sociedad con las mismas oportunidades para todas las personas. En el Grupo Social ONCE trabajan ya alrededor de 32.000 mujeres con iguales condiciones salariales y oportunidades de mejora profesional con sus compañeros.

85 años de #iguales

Desde sus orígenes, la ONCE, que cumple 85 años en 2023, decidió que quienes ocupen puestos de trabajo de igual valor cobren lo mismo, independientemente de que sean mujeres u hombres o de que tengan o no discapacidad. Y esto ya era muy importante en la España de los años 40, 50 o 60 del pasado siglo, cuando las trabajadoras de la ONCE de entonces requerían incluso del permiso de sus maridos para abrir una cuenta bancaria en la que poder gestionar sus ahorros.

Para el Grupo Social ONCE, el talento no tiene sexo ni edad, lo prioritario es detectar talento con discapacidad capaz de trabajar en igualdad de condiciones retributivas, algo presente transversalmente en todas las categorías. En la actualidad, más del 62% de la plantilla global tiene discapacidad y un 44% es femenina. Otro dato interesante es que las mujeres ocupan actualmente, en la ONCE, el 47% de los puestos intermedios.

Cartel con la imagen de los dos cupones

Brechas salariales

Los datos de diferencias salariales entre personas con y sin discapacidad y, especialmente entre las mujeres, no dejan lugar a la duda (a pesar de que el INE solo ha actualizado datos de 2021 para el resto de población, sin la distinción con/sin discapacidad) y nos obliga a referimos a los salarios medios de 2020, según explicó la vicepresidenta de la ONCE.

Para la media de trabajadores y trabajadoras por cuenta ajena, la diferencia entre personas con y sin discapacidad en el salario medio anual de 2020 se situó en un 17,8%, es decir, casi 5.000 euros menos al año (de 20.799 a 25.305). Por sexo, los hombres con discapacidad ganaron un 21% menos, mientras que las mujeres con discapacidad cobraron de media un 15% menos que aquellas sin discapacidad. La brecha se agrava con el aumento de la edad.

Y si comparamos únicamente a las personas con discapacidad, resulta que el salario de los hombres con discapacidad supera el 12,5% al de las mujeres con la misma condición. Esta brecha para el total de trabajadores y trabajadores con y sin discapacidad asciende al 19%. 

Esta situación se repite en otras realidades, si bien se atisban datos más positivos en relación con las mujeres con discapacidad en 2020. Partiendo de la base de que las personas con discapacidad tienen una tasa de empleo media que no llega a la mitad del resto de la población, mientras que su tasa de paro supera en seis puntos a la general, en 2020, sin embargo, las mujeres con discapacidad rompieron la tendencia y elevaron un 1,2% su tasa de empleo, rebajaron dos puntos la tasa de paro y crecieron otros dos puntos en tasa de actividad, todo ello mientras el resto de las categorías analizadas empeoraba o se mantenía estable.

CERMI y la Fundación CERMI Mujeres denuncian la brecha salarial vinculada a las mujeres con discapacidad

El Comité Español de Representantes de personas con discapacidad (CERMI)Abre Web externa en ventana nueva y la Fundación CERMI Mujeres (FCM)Abre Web externa en ventana nueva también denunciaron públicamente con motivo de este Día Europeo por la Igualdad Salarial, la brecha salarial que existe no solamente entre mujeres y hombres en nuestro país, sino también entre las personas con y sin discapacidad, teniendo en cuenta que las mujeres con discapacidad son las que se encuentran situadas en una posición de mayor desigualdad.

Y, además de denunciar esta injustificable desigualdad salarial, aprovecharon para reivindicar, un año más, la puesta en marcha de una política pública en cuanto a la conciliación y corresponsabilidad de la vida familiar y laboral que facilite el acceso y la permanencia en el mercado laboral a las mujeres con discapacidad de nuestro país.

Asimismo, las políticas de empleo deben tomar en consideración el doble enfoque del género y la discapacidad, asegurando siempre los recursos adecuados para garantizar el empoderamiento de las mujeres con discapacidad y la percepción de un salario igualitario.