La tarjeta europea de discapacidad se convierte en credencial para el ejercicio efectivo del derecho a la movilidad de las personas con discapacidad en la Unión Europea
“La Convención de la ONU es la base de la tarjeta europea de la discapacidad”. Así lo ha puesto de manifiesto el doctor en Derecho, Miembro del Comité Económico y Social de la Unión Europea y Patrono de la Fundación Derecho y Discapacidad (FDyD), Miguel Ángel Cabra de Luna, el 23 de junio durante el seminario ´La tarjeta europea de discapacidad, credencial para el ejercicio efectivo del derecho a la movilidad de las personas con discapacidad en la Unión Europea´. Este seminario fue organizado por el CERMI y la Fundación Derecho y Discapacidad (FDyD), en colaboración el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030.
Cabra de Luna declaró que “el tratado de la UE, en su artículo 20, y la Convención de la ONU sobre Discapacidad, en el artículo 18, son la base en favor de la tarjeta europea de discapacidad. No podemos negar a los 87 millones de personas con discapacidad que viven en la UE el ejercicio del derecho a viajar o trasladarse a otros países".
Relató que el Comité Económico y Social de la Unión Europea considera que la tarjeta debe regularse con un Reglamento pues su aplicación sería inmediata, "de manera rápida, eficaz y homogénea" y no daría lugar a interpretaciones, como puede ocurrir con una directiva, y además explicó que esta tarjeta sería como un pasaporte, aunque tiene ámbitos de aplicación limitados y debería aplicarse en ámbitos tan importantes como son la educación y el empleo, por lo que ha reclamado que "tiene que dar acceso a todos los servicios del mercado único de la Unión, ya que lo que no vamos a hacer es cercenar el mercado único”.
La segunda ponencia del seminario trató sobre la tarjeta europea de discapacidad. Concretamente se realizó una propuesta de contenidos regulatorios por parte del Foro Europeo de la Discapacidad y, en este asunto, el responsable de incidencia política en el Foro Europeo de la Discapacidad, Álvaro Couceiro, insistió en que "la tarjeta incluya educación y empleo además de turismo", ofreciendo el dato de que tan solo un 0,24 % de estudiantes de Erasmus tiene discapacidad. “La niña bonita de la UE, uno de los proyectos más exitosos de la Unión, no puede seguir así para los estudiantes con discapacidad", dijo.
A continuación, se dió paso a una mesa moderada por la secretaria general del Foro Europeo de la Discapacidad, Ana Peláez Narváez, para debatir sobre la tarjeta europea de la discapacidad desde la óptica del Parlamento Europeo. Participaron la eurodiputada del Grupo del Partido Popular Europeo (Grupo PPE), Rosa Estarás, y la eurodiputada Grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas del Parlamento Europeo, Mónica Silvana.
Tras finalizar se presentó el estudio de trabajo en curso del Observatorio Estatal de la Discapacidad en España de la mano de Gloria Álvarez como representante de la FDyD, quien declaró que este análisis va a estar como proyecto piloto y va a servir como herramienta para impulsar la aprobación de la tarjeta europea de la discapacidad.
Seguidamente, el delegado del CERMI Estatal para los derechos humanos y la Convención de la ONU, Gregorio Saravia, explicó la Convención Internacional sobre los Derechos de las personas con discapacidad como marco prescrito de la regulación de la tarjeta europea de discapacidad.
Saravia reclamó una especial consideración en relación con las mujeres y niñas con discapacidad, que "aún hoy, en el año 2023, siguen siendo víctimas de violencia, maltrato y abuso. En definitiva, la tarjeta europea de discapacidad va a permitir avanzar para que la discapacidad deje de ser un obstáculo y que las personas con discapacidad puedan trabajar o estudiar en cualquier otro país de la UE, y no son cuestiones menores, pues enriquecen la vida de las personas y la llenan de sentido".
Finalmente, el acto de clausura corrió a cargo de la directora ejecutiva del CERMI Estatal, Pilar Villarino, quien destacó la importancia de la petición de esta tarea en la agenda política europea para que las personas con discapacidad se sientan parte de la ciudadana, insistiendo en la necesidad de una Europa “con un rostro más social y que además tenga rostro de mujer”.
Villarino cerró el acto declarando que “si conseguimos que esta petición se haga realidad, es una muestra de que la alianza entre el movimiento social y el gobierno ha sido posible y que España, una vez más, es un gran ejemplo para la lucha de los derechos fundamentales de las personas con discapacidad”.