El fin de semana del 9 al 11 de junio tuvo lugar en Madrid la decimosexta edición del Evento que reconoce los méritos a los mejores vendedores y vendedoras del año 2022, una efeméride que se ha consolidado con el paso del tiempo, erigiéndose en uno de los hitos más importantes que acontece en el seno de nuestra Institución.

Fiel a una tradición que se ha ido labrando con el transcurso de los años y que se ha instaurado en fechas que preludian el despertar del verano, la ONCE homenajea a los mejores vendedores y vendedoras de todo un año. Un reconocimiento que no valora solo cantidades o volumen de productos vendidos, sino que tiene en cuenta sobre todo valores personales de cuantos aquellos se han hecho acreedores a tal condición: esfuerzo, compromiso, humildad, superación, solidaridad, etc.

Como marca la citada tradición, el Evento se desarrolló en dos partes diferenciadas. El viernes 9 de junio, con la celebración de una Cena de Gala, en la que se entregaron los galardones a los vendedores y vendedoras homenajeados. Dicha cena, estuvo presidida por Miguel Carballeda, presidente del Grupo social ONCE y contó con la presencia del director general de la ONCE, Ángel Sánchez, así como con la de otros directivos y representantes de la Institución.

El escenario evocaba una de las tantas y tantas calles que se pueden encontrar en las ciudades y pueblos de España, con los elementos propios de su paisaje urbano, en el que destacaban las acostumbradas “obras” que tantas veces dificulta la movilidad de “nuestra gente”. Esas obras, representaban de manera metafórica la Gran Obra Social de la ONCE, condensada en la calle de “La Buena Gente”.

El conductor de la Gala, fue por segundo año, el conocido presentador Luis Larrodera, quien con su maestría habitual, supo activar los resortes emocionales de cuantos participaron en el homenaje; desde los galardonados, hasta todos cuantos estuvieron presentes. Para ello, contó con la inestimable colaboración de la compañía productora “Yllana”, que supo maridar con la pulcritud a costumbrada, los elementos emotivos y de comicidad, con el contexto de formalidad y respeto en el que suelen desarrollarse actos de esta naturaleza. La popular “Coria”, junto con otros personajes, hicieron que todo el acto, fluyera en un clima desenfadado a la vez que respetuoso.

Los Galardonados iban subiendo al escenario para recoger su premio, mientras se proyectaban imágenes en las que familiares, clientes y amigos, en forma de cómplices, aparecían en las mismas, con dedicatorias, frases emocionantes e ingeniosas consiguiendo un protagonismo compartido desde la distancia.

El sábado 10, fue una jornada dedicada al ocio, por lo que a lo largo de la misma, tuvieron lugar, diferentes episodios orientados a forjar en la memoria y corazón de los participantes, una huella indeleble que se recuerda para siempre.

Para ello, un equipo humano, que pone el mayor de los cariños en que “todo salga bien”, permanece atento a los mínimos detalles o inquietudes que pueda necesitar cualquier miembro del grupo.

Así, tras un desayuno de hermandad, se realizó un tour guiado en autobús por los puntos neurálgicos que caracterizan Madrid, desde los distritos más vanguardistas que emergen en la realidad de la Capital, hasta los sitios más populares y conocidos del Madrid más castizo y de los Austria.

Seguidamente y tras un breve paseo guiado por zonas históricas, bajo un radiante sol, precedido de una sesión de fotos para inmortalizar una jornada tan importante, se dio rienda suelta al tiempo libre, fase ésta, que suele ser aprovechada para las compras, los regalos y souvenirs, sin perdonar el inexcusable bocadillo de calamares de obligado cumplimiento.

De retorno al lugar de alojamiento, el hotel Ilunion Pío XII, se convirtió en un espacio para reponer fuerzas y descansar, a la vista del emocionante programa que estaba preparado para esa tarde.

Los galardonados, participaron en un espectáculo teatral, la obra “Corta el cable rojo”, de naturaleza cómica, en la que los actores y actrices improvisaron multitud de “gags y guiños” a los asistentes, dedicando una gran parte de los mismos a nuestro grupo, el de la ONCE, lo que resultó muy emotivo a la vez que divertido.

Tras el desternillante espectáculo que tuvo lugar en la Gran Vía, se hacía necesario un paseo por el bullicioso Centro de Madrid en una tarde primaveral, que nos abocaba inexorablemente hacia un colofón realmente majestuoso, algo que estuviera a la altura de nuestros mejores vendedores y vendedoras.

Ello sucedió en un lugar tan emblemático como la Plaza Mayor de Madrid, uno de los emplazamientos más populares y reconocibles de la Capital, donde tuvo lugar una cena de “despedida”, en el tradicional, centenario y prestigioso restaurante Los Galayos, visitado por figuras de reconocimiento universal a la altura de lo merecido por nuestros “Centinelas de la Ilusión”.

Se degustaron tapas y platos típicos de la más reconocible cocina castiza madrileña y en la misma, los homenajeados, estuvieron acompañados por el Director General de la ONCE y otros directivos del Área de Juego.

Sobre las 00:00 horas, ya entrada la noche y como si del cuento de la “Cenicienta” se tratara, un mágico carruaje, en forma de autobús, transportó al grupo, hasta el lugar de alojamiento, ya que las respectivas vueltas o retornos a los lugares de origen, comenzaban apenas con el despertar del sol en una dominical jornada.

Pero la diferencia con el popular cuento, es que en el caso de nuestros vendedores y vendedoras, el hechizo o embrujo, no iba a desaparecer, sino que a buen seguro, se mantendrá en el tiempo, pasando a los anales de nuestra Institución, y es que el Evento del Vendedor del Año, no es más que el reconocimiento a la propia esencia de la ONCE, la de las personas que desde hace 85 años, cada día, salen a las calles de nuestros pueblos y ciudades ofreciendo esperanza e ilusión a una Sociedad como la española, en la que Todos Somos ONCE y Todos Son la ONCE.