El 66% de las personas mayores percibe un incremento de los bulos y la desinformación tras la pandemia, según se recoge en la investigación 'Bulos y Desinformación. Cómo afectan a las personas mayores', realizado por Estudio de Comunicación y la agencia de noticias Servimedia. Fue presentado, el pasado 8 de noviembre en Madrid, en el espacio Hub de Fundación ONCE, con la presencia del ministro en funciones de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, y el presidente del Grupo Social ONCE, Miguel Carballeda.

En su intervención, el ministro Bolaños apeló a “lo necesario que es hacer este tipo de estudios” ya que, en su opinión, “la desinformación y los bulos son una amenaza para las sociedades democráticas” (0,78 MB).

Apeló Bolaños a la labor de los medios de comunicación de contar la verdad y a las redes sociales, “que tienen la capacidad de propagar  (1,15 MB) en un tiempo muy corto unos bulos muy grandes y una desinformación mayúscula”.

“En una sociedad avanzada como la nuestra, en la que recibimos más información que nunca, pero también sufrimos más bulos que nunca, es imprescindible tener herramientas que nos permitan discernir entre lo que es verdad y lo que no”, aseguró (0,80 MB).

Y concluyó haciendo referencia a la responsabilidad compartida de medios de comunicación y responsables públicos “para minimizar esa sensación de vulnerabilidad que puedan tener las personas, y particularmente las personas con más edad”. “Y aquí juega un papel fundamental la alfabetización digital”, dijo (1,54 MB).

Bulos y desinformación

El consejero delegado de Estudio de Comunicación, Benito Berceruelo, fue el encargado de presentar los principales datos de esta investigación. En primer lugar, señaló que Estudio de Comunicación y Servimedia llevan más de 10 años haciendo estudios sobre la comunicación y la responsabilidad y el rigor. "Tenemos una preocupación porque se haga una información veraz y creo que con estos informes se arroja luz sobre los bulos", aseguró (1,41 MB).

Tras ellos, Berceruelo desgranó algunos de los datos más relevantes de la investigación, como que la desinformación que más afecta a los mayores son las de tipo político, que les produce a un 63% "sensación de angustia o enfado" y que éstos culpan más a los medios de comunicación (0,90 MB) que a los políticos sobre el nivel de responsabilidad de la desinformación. También desvela el informe que "los mayores están preocupados por la proliferación de las mentiras políticas  (1,35 MB)y por el momento de gran intensidad política en el que estamos inmersos".

"Para un 42% de los participantes, personas de más de 60 años, todos somos culpables de la difusión de bulos y desinformación". Además, el 40,6% de los encuestados confiesan sufrir también angustia a causa de los bulos y la desinformación sobre asuntos sanitarios. Respecto a los aspectos económicos, esa sensación afecta al 24,5%.

Otra de las conclusiones relevantes del estudio es que el 56,3% de las personas de menos de 60 años que conviven con personas mayores consideran que éstos difunden un gran volumen de falsedades sin saber que son noticias falsas y que “los bulos impactan mucho más y les genera mayor ansiedad y preocupación de lo que ellos reconocen, especialmente los políticos y sanitarios, por lo que estamos ante una situación preocupante”, concluye el consejero delegado de Estudio de Comunicación (0,96 MB).

Para la realización de la investigación se han encuestado a 309 personas mayores de 60 años y a personas que atienden a los mayores.

Mesa redonda

Tras su exposición, se celebró una mesa redonda sobre el impacto y las posibles soluciones ante la proliferación de estos bulos y desinformación, que estuvo conducida por el director general de Servimedia, José Manuel González Huesa, y en la que participaron Sabina Camacho, presidenta de Ceoma (Confederación Española de Organizaciones de Mayores); Pilar García, presidenta de la Asociación Española de Fundaciones; Lázaro González, presidente de la Plataforma de Mayores y Pensionistas; José Luis Pareja, presidente de Lares; e Inmaculada Ruiz, presidenta de UDP (Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados).