Tras la adopción el pasado 17 de enero del Pleno del Parlamento Europeo de la propuesta legislativa aprobada por unanimidad por todos los grupos políticos de la Tarjeta Europea de Discapacidad y la mejora de la actual Tarjeta Europea de Estacionamiento para este sector de la población, las instituciones europeas -Comisión, Consejo y Parlamento- han comenzado el proceso de negociación y acuerdo final de la directiva que regulará la implantación de ambos títulos. A la vista de alcanzar un acuerdo durante la semana del 22 al 26 de abril próximo, ambas tarjetas no estarán operativas antes de 2027.

Con ello, representantes de los 27 comenzaron a negociar a finales de enero la forma final de la futura norma, puesto que los Estados miembro ya acordaron su postura el pasado noviembre, bajo la presidencia española del Consejo de la UE.

La directiva propuesta introduce una Tarjeta de Discapacidad para toda la UE y renueva la Tarjeta Europea de Aparcamiento para personas con discapacidad con el fin de garantizar que cuando viajen tengan acceso a las mismas condiciones especiales que quienes residen en ese Estado miembro, incluido el acceso al estacionamiento, ya que estas personas encuentran regularmente barreras cuando viajan o visitan otro país de la UE, puesto que su condición de discapacidad no siempre se reconoce en toda la región comunitaria.

Ambas tarjetas serán para ciudadanos de la UE cuya situación y derechos de discapacidad estén reconocidos por el Estado miembro en el que residen, sus familiares y quienes les acompañen o asistan. Para garantizar que los nacionales de terceros países que residen en la UE estén cubiertos, la Comisión Europea presentó una propuesta complementaria.

“Por ejemplo, si en un país el transporte público es gratis para personas con discapacidad las personas con esta tarjeta tendrán gratuidad en los servicios públicos  de transporte, pero no vamos a tener derecho a prestaciones ni pensiones o asuntos económicos”, explica Cristina Barreto (1,10 MB), responsable de la Oficina Técnica de Asuntos Europeos (OTAE) del Grupo Social ONCE. 

Y en cuanto a la tarjeta de estacionamiento añade que “mejorará la actual, ya que, al igual que con la tarjeta de discapacidad, podremos aparcar no sólo en las zonas habilitadas para personas con discapacidad... Por ahora las personas con discapacidad de otros países de la UE no podían aparcar como lo pueden hacer aquí las personas con discapacidad en zona verde en Madrid, lo que si se permitirá con la mejora de la tarjeta de estacionamiento”.

Al menos hasta 2027

Tras la aprobación del Parlamento Europeo se abre ahora un periodo de consenso y fusión de los tres textos aprobados por cada una de las instituciones europeas, y en los que se proponen diferentes plazos de transposición de la directiva que regulará ambas tarjetas y que se traduce en saber cuándo se tendrán de facto ambos títulos. Y es que, por ejemplo, el Parlamento Europeo pide que dicho plazo se realice en los próximos tres años, mientras que la Comisión Europea pide que sean 4 y el Consejo de la UE  7, según nos explica Barreto (1,73 MB).

"Nuestra posición es que el Parlamento Europeo sea duro en sus negociaciones y que no vayamos al plazo de transposición que pide el Consejo, si no que sean los 3 años que pide el Parlamento. Con lo cual como muy pronto ambas tarjetas no estarán disponibles para sus usuarios hasta al menos abril de 2027”, afirma la directora de la OTAE, quien además adelanta  (0,56 MB) que las tarjetas dispondrán de un código QR, haciéndolas accesibles para las personas ciegas, fruto de las enmiendas presentadas por el Grupo Social ONCE en la Comisión de Empleo y Asuntos Sociales del Parlamento Europeo.

El respaldo al texto por parte de todos los grupos políticos, tanto en la citada comisión como en el pleno del Parlamento, da muy buenos augurios en cuanto a la pronta consecución de un acuerdo final que habrá de resolverse durante la semana del 22 al 26 de abril próximo, en el transcurso del último pleno parlamentario del presente mandato, antes de las próximas elecciones europeas previstas para el mes de junio.

De momento, para Cristina Barreto, lo importante es “que la gente sepa que no es una cosa inmediata, que toda la normativa europea tiene que tener un plazo de transposición para que todos los estados miembros estén preparados para asumir esa nueva legislación y ponerla en marcha, porque, claro, esta tarjeta de discapacidad va a necesitar, por ejemplo, un sitio web para difundir una información y que los ciudadanos tengamos claro en que consiste. Y eso no puede ser de hoy para mañana”, asegura. (0,86 MB)

Gratuidad, formato y plazos de renovación

En cuanto a las características de ambas tarjetas, los eurodiputados propusieron que la tarjeta de discapacidad se pueda renovar en un plazo de 60 días desde que se solicite y la de estacionamiento en 30 días. 

Ambas tarjetas estarían disponibles en formato físico y digital y de forma gratuita, en formatos accesibles -de ahí el código QR propuesto por el Grupo Social ONCE para las personas ciegas-, también en lengua de signos nacional e internacional y braille, y en lectura fácil.

Para garantizar el acceso a prestaciones y asistencia social a quienes trabajan o estudian en otro Estado miembro, los eurodiputados modificaron la propuesta para proteger temporalmente a los titulares de la Tarjeta Europea de Discapacidad que se trasladan a otro Estado miembro para trabajar o estudiar hasta que se reconozca formalmente su estatus, incluidos aquellos que viajan para un programa de movilidad de la UE, como Erasmus+.

Mercedes Leal