EDITORIAL
MÁS CERCA, ONCERCA
Hay ideas que, si no se hubieran planteado, habría que ponerlas en marcha sí o sí. Eso se suele decir del trabajo que realizan muchas personas y organizaciones en favor de quienes lo tienen un poco más difícil. A veces, eso se cuenta de la propia ONCE, de la Organización Mundial de Trasplantes, de la Cruz Roja y de tantas y tantas instituciones que, si no existieran, habría que crearlas con urgencia. Pero es que detrás de esas grandes marcas siempre hay grandes personas y grandes iniciativas. Hace no mucho tiempo, alguien ideó que los trabajadores y trabajadoras de la ONCE más cercanos a la residencia de personas ciegas pudieran hacer un voluntariado de llamadas, seguidas de visitas, para que ambos intercambiaran un rato de confidencias, de historias, de cariño, de conocimiento mutuo, de colaboración en los dos sentidos. Alguien imaginó un plan para estar más cerca, y nació ONCERCA.