La III Feria Internacional del Ocio y el Entretenimiento (InterOcio), celebrada el pasado mes en el recinto de IFEMA Madrid, se ha convertido este año en un escenario excepcional para demostrar no solo que la accesibilidad de las personas ciegas o con grave discapacidad visual de todas las edades a los juegos de mesa es posible, sino que además es necesaria para lograr el objetivo de que el ocio pueda vivirse de una forma plena e inclusiva por cualquier persona.

Y es que este año, esta feria internacional en la que se dan a conocer las últimas novedades en juegos de mesa, estrategia, wargames, juegos de rol y ocio digital, acogió una charla organizada por Tranjis Games en la que participaron Carmen Bayarri, directora del Servicio Bibliográfico de la ONCE, y Karina Ramírez, del área de evaluación y consultoría del Centro de Tiflotecnología e Innovación de la ONCE, además de Iria Aragunde, afiliada a la ONCE y fundadora, junto a Gloria Rodríguez, del Proyecto GLIRP, un espacio de divulgación sobre la accesibilidad en los juegos de mesa, la lectura, el ocio y la tecnología.

Fue una ocasión perfecta para hablar y mostrar los diferentes procesos de adaptación de los juegos de mesa para que puedan ser disfrutados por todos y marcar la hoja de ruta para conseguir un ocio inclusivo. Durante la charla, las participantes hablaron sobre el trabajo que se realiza desde la ONCE para que los estos juegos sean accesibles, y cómo personas ciegas o con discapacidad visual también pudieron contar sus propias experiencias, anécdotas y vivencias personales.

Carmen Bayarri, quien se autodescribió como ‘gran jugona’, resaltaba (0,50 MB) la importancia del juego de mesa para el aprendizaje del braille, ya que “las personas nos podemos quedar ciegas en diferentes momentos de nuestra vida. Cuando somos pequeños es muy fácil adquirir el sistema braille, pero cuando somos mayores es más difícil. El juego de mesa es un vehículo fantástico para poder fomentar el uso de ese sistema de lectoescritura” . Explicó que aún queda mucho por hacer en el mundo de los juegos accesibles ya que, en la actualidad,  apenas hay juegos que sean 100% disfrutables por las personas ciegas. “Es verdad que hay muchísimas carencias en el mundo del juego, no son accesibles”, comentaba (0,14 MB).

Además de Bayarri, todas las participantes reivindicaron la relevancia que el juego de mesa tiene para estar en igualdad de condiciones y que las personas con discapacidad puedan estar integradas,  ya que estos juegos “es una excusa más para compartir ese momento con la familia, con las amistades… Cuanto más accesible sean menos discapacitadas nos vamos a sentir. Poder jugar al mismo nivel que el resto es, para nosotras, una terapia fantástica” , afirmaba Carmen (0,51 MB).

Por su parte, Karina Ramírez, quien explicó el proceso por el que los juegos de mesa se hacen accesibles en el CTI, añadió la importancia que tiene la accesibilidad.  “Lo que buscamos con la accesibilidad es no necesitar de nadie, ser autónomos y autónomas, hacer por nuestra cuenta la integración, poder jugar, poder participar, poder ser incluidos e incluidas en todas las áreas de la vida”, explicó (0,37 MB).

Las tres, reflexionaron sobre el alcance que la accesibilidad tiene para todos, pues en palabras de Iria Arangude (0,20 MB), “muchas veces pensamos que la accesibilidad no nos afecta a nosotros porque no tenemos discapacidad o porque no conocemos a nadie que tenga un tipo de discapacidad. Pero la accesibilidad es importante y nos beneficia a todos”.

Tras la charla los asistentes pudieron acercarse a probar y tocar algunos de los materiales que se adaptan desde el SBO y el CTI de la ONCE para que el ocio y la cultura sean inclusivos para las personas con discapacidad visual: un mapa 3D, varios cuentos multiformato, tampoco faltaron los juegos de mesa, como el parchís, el ajedrez o el “Virus!” accesible, entre muchos otros. Materiales que captaron la atención de los asistentes y que, sin duda, hicieron reflexionar a más de uno.

Rocío Parra