A sus 26 años, y tras dos citas en los juegos paralímpicos de Rio y de Tokyo, la nadadora zaragozana con discapacidad visual María Delgado va "a por todas" en París.

Convencida de que el trabajo físico y psicológico es crucial para mantener en la élite nacional e internacional del deporte paralímpico, Maria es fruto del esfuerzo y la responsabilidad que le han inculcado sus padres desde muy pequeña y por pura forma de ser. Pero en su caso "la ilusión está por encima de todo, es lo que más me motiva, aunque la pasión que tengo por el deporte hace que el día a días sea fácil y satisfactorio para mí", asegura.

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Da gusto verla moverse en la piscina, a la que dedica muchas horas de su día a día -más ahora que no queda nada para la cita francesa-. Y hasta ahí, concretamente a la del centro de alto rendimiento del Consejo Superior de Deportes en la que prácticamente vive, acudimos para charlar con ella de sus ilusiones, de su trayectoria personal y deportiva, y de su futuro. 

"Cuando termine la competición quiero seguir dedicándome como profesional al mundo del deporte. Me gustaría ayudar a otras chicas que en el futuro quieran dedicarse a esto del deporte paralímpico", afirma. Seguro que lo consigue, pero como ella misma dice, y como recomendación a otras mujeres, "si por lo que sea los sueños no se consiguen, seguro que el camino habrá merecido la pena".

Las 26 medallas que conforman el palmarés de María Delgado, dos bronces en los Juegos, 12 en Mundiales y 12 en Europeos, hacen que a día de hoy ya sea una de las mejores trayectorias de la natación española. En los Juegos de Tokio se marchó con cuatro diplomas. En París quiere dar ese pasito que entonces la separó de los podios.

¡Ánimo Maria! Lo consigas o no, ya eres una gran referente para nosotras, para todos.