Deporte, idiomas, videojuegos... Centenares de niños y jóvenes con y sin discapacidad viven un verano lleno de experiencias
Si de algo nos carga el verano es, en general, de experiencias nuevas en las que las actividades propias de esta época se mezclan con la oportunidad de hacer amigos y deporte, aprender idiomas o jugar y desarrollar videojuegos accesibles. Estas son algunas de las propuestas de los más de 11 campamentos que la ONCE y su Fundación han organizado este año, con el objetivo de que "niños, niñas y jóvenes con y sin discapacidad puedan participar en igualdad y en un ambiente de tolerancia y de respeto”, explica Ana Esteban
(1,17 MB), responsable de Gestión Sociocultural y Deportiva de la ONCE.
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Todas las propuestas están dirigidas a centenares de niños, niñas y jóvenes con y sin discapacidad en diversos puntos de España con el objetivo de propiciar que tengan una mejor relación consigo mismos y con su entorno, fomentando el interés por la realización de actividades grupales y la colaboración en las tareas colectivas, y potenciando la creatividad, la autoestima, la autonomía y el desarrollo de habilidades.
En el caso de la ONCE, este año más de 500 niños y jóvenes de entre 6 y 17 años, con y sin discapacidad, participan desde el pasado 23 de junio y hasta finales de agosto en diversos campamentos que bajo el título ‘DeportivONCE’ ha aprovechado el marco de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de París, proponiendo a todos ellos practicar deporte y fomentar así los valores asociados al mismo, como las relaciones interpersonales, la cooperación mutua, el compañerismo, el espíritu deportivo y la vida saludable, como asegura Ana Esteban (0,97 MB). Así, además de los esperados reencuentros y nuevas amistades, los participantes juegan al fútbol y al baloncesto, practican natación, surf y otros deportes al aire libre.
Además de ello, los campamentos inclusivos de la ONCE prevén otras actividades programadas igualmente divertidas: excursiones, veladas nocturnas, momentos de relax en la playa o en la piscina… Todo con el objetivo de que los chicos y chicas participantes atesoren este verano una experiencia única. "Aquí se crean amistades que duran y marcan la vida de muchos de estos niños y niñas. Creo que esto es lo más importante de estos campamentos para ellos y ellas", concluye Ana Esteban
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Conocer otras realidades
"Si algo les aporta estos campamentos es que les abre a realidades distintas y hasta ahora desconocidas", cuenta a nuestra revista Ana Menéndez (0,68 MB), una de las monitoras que del 7 al 14 de julio ha compartido junto a otros 15 monitores como ella la responsabilidad de realizar el campamento organizado en Valdemorillo (Madrid),m en el que han participado más de 60 niños, niñas y jóvenes con y sin discapacidad. Ana lleva unos cinco años participando como tal en esta "actividad tan bonita, de la que cada año me llevo una grata sensación de amistad y cariño de los niños y sus familias que esperan verte al año siguiente", asegura.
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Y Jaime Atienza, uno de sus compañeros del equipo de monitores, también pone ahí el acento: en los lazos afectivos y de amistad que crean los chavales entre ellos, tras descubrir que todos y todas podemos hacer lo mismo, compartiendo y disfrutando al mismo tiempo y de la misma actividad. "Después de los años para nosotros se trata de una semana super importante cada verano. Ya somos como una familia", dice Jaime. (0,47 MB) "Pensamos siempre en actividades en las que todos estén juntos, tanto chavales con y sin discapacidad visual, como pequeños y mayores, para la experiencia en todo lo que hagamos sea lo más inclusiva posible", apostilla.
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Alexandra, Guille y Joel
Y en este objetivo, este año Alexandra, Guille y Joel se han convertido en absolutos protagonistas, para todos los participantes, pero especialmente para sus compañeros de cabaña con los que han compartido alojamiento durante el campamento inclusivo que la ONCE ha organizado en el complejo ‘El bosque de los sueños’, situado en la localidad leonesa de Cubillos de Sil.
Alexandra y Guillermo, de diez años, y Joel, de ocho, han vivido esta experiencia de inclusión con otros 70 niños con y sin discapacidad, gracias a la labor de Natalia y de Juani, dos mediadoras de la Fundación ONCE para la Atención a Personas con Sordoceguera (FOAPS).
La labor de estas mediadoras, como las del resto de este tipo de profesionales que trabajan en FOAPS, es promover y apoyar la comunicación de la persona con sordoceguera y aumentar el grado de control que ejerce sobre sus actos.
Su trabajo es servir de nexo entre el niño con sordoceguera y el entorno y el resto de compañeros. De esta forma, los niños pueden participar junto a los demás participantes en las diversas actividades programadas en el campamento, que van desde la práctica de deportes a todo tipo de actividades de ocio como excursiones o veladas nocturnas.
“Es la primera vez que voy a un campamento, aunque yo jugaba con ventaja puesto que yo ya conocía a Joel y a Guille”, nos explica Juani (2,58 MB), que ejerce como mediadora de estos dos niños desde hace años en sus respectivas poblaciones natales de Extremadura, y que en esta ocasión ha sido además "como su mami".
“Joel se comunica en lengua de signos y, al ser un niño muy extrovertido, llamaba mucho la atención del resto de niños y niñas. Al principio, sobre todo los monitores, lo veían como una barrera... Después todos quisieron aprender lengua de signos, preguntan cómo se dice esto o lo otro, qué signo corresponde a cualquier palabra… Fue muy bonito, porque al final todos estaban muy pendientes de ellos, y no los querían dejar solos”, nos cuenta la mediadora.
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Esta empatía se extiende también en el resto del grupo. “Los demás niños están ahora pendientes de cosas en las que antes no reparaban. Por ejemplo, en el orden de la cabaña, que para Guille y Joel es algo importante para su orientación, o en las condiciones de iluminación. El resto de niños se ha implicado con ellos y eso es muy positivo para todos”, relata Juani (2,00 MB).
“Creo que al ser la primera vez que participan en un campamento de este tipo, conviviendo con decenas de niños con y sin discapacidad, ha hecho que se despierte la curiosidad de ambos, socialicen con los demás y tengan una disposición mayor a ser autónomos. Además, entre ellos han hecho un ‘pack’ perfecto van de la mano a todos los sitios, uno guía al otro o se explican mutuamente las instrucciones de los monitores si alguno no lo ha entendido bien... Ha sido una experiencia inolvidable, para ellos, para mi y para todos ”, concluye (1,64 MB), convencida de que el año que viene repite.
Los campamentos de integración están dirigidos estudiantes de 6 a 17 años, afiliados a la ONCE o no afiliados que estén siendo atendidos por los servicios educativos de la Organización. Asimismo, están abiertos a la participación de chicos y chicas sin discapacidad: familiares directos, compañeros de clase o amigos del mismo rango de edad.
CAMPAMENTO 'DEPORTIVONCE' 2024 EN MADRID
Aprender idiomas
Pero además del deporte, otra propuesta ONCE para el periodo estival son sus programas de aprendizaje intensivo de idiomas en los que, del 23 de junio al 9 de agosto, participan casi 140 estudiantes de entre 8 y 22 años en los siete cursos en marcha, de inglés o francés, que se celebran en las provincias de Albacete, Ávila, Lleida, Pontevedra y Sevilla y, fuera de España, en Niza (Francia) y Grosvenor (Reino Unido). El aprendizaje del idioma se completa, claro, con otras actividades de índole deportiva, cultural, de ocio y de convivencia.
En este caso, se trata de programas impulsados desde los cinco Centros de Recursos Educativos (CRE) de la ONCE en España, que acumulan ya 39 años de experiencia impulsando el conocimiento y dominio de una o dos lenguas extranjeras por los estudiantes, como factor que les ayuda a acceder al mercado laboral, además de hacer más propicias las relaciones de intercambio y comunicación con otros ciudadanos de la Unión Europea y del mundo.
Entre los participantes se encuentran chicos y chicas españoles afiliados a la ONCE, extranjeros ciegos atendidos por sus servicios de atención educativa, ciegos procedentes de países del sur de Europa y, en un impulso por la inclusión, jóvenes sin discapacidad.
“Se trata de cursos muy orales, ya que son alumnos y alumnas ciegas o con grave discapacidad visual, con material adaptado en tinta o braille dependiendo de las necesidades, pero intentamos que utilicen el idioma en situaciones reales, con lo que hay que hablar y expresarse mucho en inglés, a través actividades teatrales, musicales, etc.", explica José Ángel Abraldes (1,19 MB), director del CRE de la ONCE en Pontevedra, que es el centro con mayor experiencia ya que organiza estos cursos desde hace ya 24 años; ahora tres cursos intensivos de inglés, para 61 estudiantes (42 chicas y 20 chicos), de entre 12 y 17 años, que son mayoritariamente ciegos o deficientes visuales; también participan 10 estudiantes sin discapacidad y cinco jóvenes italianos con discapacidad visual.
Pero además del aprendizaje del idioma, como todos los campamentos que organiza la ONCE, la parte lúdica y de interacción social es también muy importante, quizá el atractivo más importante para jóvenes y también para monitores y responsables. "Estamos en verano y hay que disfrutar del entorno, en este caso de Pontevedra, y que realicen actividades, como es el surf, propias de la época. Intentamos favorecer que entre ellos se generen relaciones sociales, que como hemos comprobado, perduran de un año para otro", manifiesta Abraldes
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Una acción similar a la de Pontevedra, pero en francés, se organiza en el CRE de Sevilla; y en el de Barcelona, uno en inglés, movilizando la docencia hasta el Parque Nacional de Aigüestortes (Lleida).
Y para los cuarenta estudiantes más avanzados existe la oportunidad de participar en cuatro cursillos de la modalidad de inmersión, donde se les requerirá un mayor nivel de exigencia, ya que durante toda la jornada no se emplea el español, y no sólo durante las clases. El primero de ellos es en francés, y está organizado en Niza (Francia) por el Centro de Recursos Educativos de Sevilla. Desde el CRE de Madrid, también se organizan dos en inglés, uno, para los más jóvenes, en la localidad abulense de El Fresno y otro, en Salegas del Maguillo (Albacete), donde estudiantes de entre 18 y 22 años convivirán con 25 angloparlantes de diferentes nacionalidades y 10 acentos diferentes.
Finalmente, desde el Centro de Recursos Educativos de la ONCE en Alicante se impulsa otro curso de inmersión en inglés, en la localidad de Grosvenor (Reino Unido); las clases se completan con actividades al aire libre, de multiaventura y visitas turísticas.
Videojuegos para tod@s
Con un eje temático completamente distinto a los anteriores, Fundación ONCE ofrece -este es el segundo año que lo organiza- campamentos de videojuegos accesibles, una iniciativa que, tras la primera edición, ha recalado de nuevo en la ciudad andaluza de Málaga con la colaboración de EVAD Formación, y posteriormente en Valencia y Zaragoza. "Lo que buscamos con estos campamentos es promover la igualdad de oportunidades de los jóvenes con y sin discapacidad en un entorno de inclusión donde todos puedan disfrutar a través del ocio y a la vez que les abra el camino hacia una formación de futuro en este ámbito", nos explica Kike García Cortés (0,91 MB), coordinador y organizador de estos campamentos al que este año asisten más de 50 jóvenes.
El campamento comenzó en La Fábrica del Videojuego de Málaga del 1 al 5 de julio y en él participaron jóvenes con y sin discapacidad de entre 14 y 20 años que disfrutaron de un programa cargado de actividades de aprendizaje, competición de videojuegos y diversión.
‘Ga11y: Videojuegos accesibles’ y EVAD Formación impartieron la primera jornada del campamento con una charla de formación y adaptabilidad en videojuegos y una sesión de Minecraft Creativo y los Puzles ‘Ga11y’.
El segundo día visitaron el Centro de Seguridad Google donde valoraron la importancia de la ciberseguridad y de trabajar en tecnología y conocieron varios proyectos innovadores de diversidad en tecnología; el tercero recibieron una charla sobre el desarrollo de videojuegos, una jornada marcada por Nintendo y diferentes torneos con sus videojuegos más populares. Para terminar el día, los participantes realizaron un taller de programación con Estudio de Videojuegos, el popular título de Nintendo Switch para aprender a programar con la consola de Nintendo, además de un taller con la startup malagueña OWO GAME, que ya ha participado en otras ocasiones con el proyecto ‘Ga11y: videojuegos accesibles’.
El cuarto día los participantes se trasladaron a OXO Museo de Videojuego, un museo 100% orientado al pasado, presente y futuro de la industria del ocio electrónico. Además de vivir una experiencia inmersiva jugaron con todo tipo de consolas, desde las más clásicas a las más actuales. Explorarán la historia de los videojuegos a través de una yincana exclusiva.
Y el último día estuvo marcado por diferentes talleres que sacaron toda la imaginación de los jóvenes. Con el taller de narrativa creativa y de digitalización de juegos de mesa, los participantes conocieron otras facetas dentro del desarrollo de videojuegos. Y Por último, como despedida, se realizó un gran torneo final entre todos los participantes junto a sus capitanes de equipo.
"Creo que lo que buscan estos jóvenes en nuestros campamentos es pasárselo bien. Es verano, pueden conocer a sus influencers favoritos, jugar a sus videojuegos preferidos, etc., aunque nosotros tenemos la responsabilidad de que estos campamentos tengan un valor docente e inclusivo", manifiesta Kike. (0,75 MB)
Valencia y Zaragoza
Valencia y Zaragoza son las otras dos sedes de esta edición. Los tres campamentos tienen la misma estructura de actividades, competiciones, talleres y excursiones y su objetivo será promover la igualdad de oportunidades entre los participantes con y sin discapacidad, teniendo como principal medio los videojuegos.
Habrá charlas formativas relacionadas con los valores, sesiones de competición en igualdad de oportunidades, monólogos, talleres de ‘team building’ y retos sensoriales, entre otras muchas sorpresas.
En Valencia, el campamento se celebró del 8 al 12 de julio con la colaboración de Ramboot en Ramboot Esports Arena, y en Zaragoza del 29 de julio al 2 de agosto en Etopia Centro de Arte y Tecnología, gracias a la Fundación Zaragoza Ciudad del Conocimiento (FZC).
La organización de estos campamentos forma parte del proyecto 'Ga11y' de Fundación ONCE, una iniciativa que busca promover videojuegos para todas las personas e incluir parámetros de accesibilidad en los distintos títulos, y que, como afirma Kike García (0,87 MB), "abre la puerta a que muchos de los participantes se formen posteriormente en competencias tecnológicas, que es uno de nuestros principales objetivos, ofrecerles esta oportunidad... Creo que estos campamentos funcionan en todos los sentidos, formativo y de enriquecimiento como personas".