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Las fundaciones ONCE y AXA presentan sus barómetros de la soledad en Cataluña y Andalucía

Mesa presentación del estudioEl 18,4% de la población adulta que vive en Cataluña se siente sola en este momento y el 12,6% sufre soledad crónica, según evidencia un estudio de Fundación ONCE y Fundación AXA elaborado en el marco del Observatorio Estatal de la Soledad no Deseada (SoledadES)Abre Web externa en ventana nueva y presentado el 19 de noviembre en Barcelona. El trabajo pone de manifiesto que, en esta comunidad, la soledad es ligeramente menor que en el conjunto del país.

Titulado ‘Barómetro de la Soledad no Deseada en Cataluña 2024 formato PDF(0,78 MB)’, el informe se enmarca en el estudio ‘Barómetro de la Soledad no Deseada en España 2024’ y revela que el porcentaje de catalanes que afirman sentirse solos en este momento (18,4%) es ligeramente inferior al de la media nacional (20%), algo que ocurre también con el de quienes sufren soledad crónica (12,6%), frente al 13,5% del barómetro estatal.

De esta forma, el trabajo apunta que la soledad se experimenta y se percibe de manera muy similar en Cataluña y en el conjunto de España, si bien existen diferencias de perfil tales como la afectación por sexos. Así, en la región analizada, el aislamiento involuntario afecta más a los hombres que a las mujeres, mientras que en el conjunto del Estado lo sufren más ellas que ellos. En lo que sí coinciden los dos estudios es en el hecho de que la soledad es más prevalente entre personas con problemas en otras áreas (como las que llegan con dificultad a fin de mes o las que viven con trastornos de salud física o mental) y a los jóvenes más que a los mayores. Como el resto de españoles, los catalanes creen también que sentirse solo es un “problema relevante” en la sociedad.

El informe se dio a conocer este martes en un acto celebrado en la sede de la Delegación Territorial de la ONCE en Cataluña y contó con la presencia de Raúl Moreno, secretario general del Departamento de Derechos Sociales e Inclusión de la Generalitat de Cataluña; Pedro Aguilera, comisionado de Participación Ciudadana del Ayuntamiento de Barcelona; Enric Morist, presidente de la Taula del Tercer Sector Social de Cataluña; Enric Botí, delegado territorial de la ONCE en Cataluña, y Josep Alfonso, director general de Fundación AXA.

Tal y como explicaron sus impulsores, el objetivo del estudio es identificar la prevalencia de la soledad no deseada en Cataluña, indagar en las posibles causas o correlaciones y conocer la opinión de la población territorial sobre el fenómeno del aislamiento involuntario, comparando en qué medida la prevalencia y la percepción de la soledad difieren entre esta comunidad y el conjunto de España.

Para lograr este propósito, se han llevado a cabo un total de 2.900 entrevistas telefónicas a personas mayores de 18 años residentes en España, de las que 400 vivían en Cataluña, con preguntas sobre su perfil (sexo, edad, nivel educativo, situación laboral, hábitat, estado de salud, discapacidad u otras cuestiones) para comparar así los resultados de las personas que se sienten solas con las que no manifiestan este sentimiento y los resultados a nivel nacional.

Estudio

Con todos los datos obtenidos, a nivel nacional, el ‘Barómetro de la Soledad no Deseada en España 2024’ concluye que el del aislamiento involuntario es en este momento “un problema persistente”, ya que dos de cada tres personas (67,7%) que confiesan estar en esta situación llevan conviviendo con ella desde hace más de dos años y un 59% desde hace más de tres. Esto significa que en España la soledad crónica (personas que sufren soledad desde hace dos o más años) se sitúa en el 13,5% de la población.

En el caso de Cataluña, el porcentaje de personas que afirman sufrir soledad no deseada en este momento es del 18,4%, 1,6 puntos inferior al de la media nacional, y la intensidad de la duración de este aislamiento, similar también a la del resto del país. Así, el 68,4% de los catalanes que sufren soledad no deseada llevan más de dos años en esta situación, frente al 67,7% del conjunto de los españoles.

Por otra parte, el estudio, realizado por la consultora Fresno apunta que, en  este territorio, al contrario de lo que ocurre en el resto de España, son más los hombres que dicen sentirse solos que las mujeres. Así, el aislamiento involuntario afecta en Cataluña al 20,9% de ellos y al 16% de ellas, mientras que en el conjunto del país las cifras son del 18% y 21,8%, respectivamente.

Respecto a la edad, el patrón de la soledad no deseada en esta comunidad autónoma es muy similar al del resto de España, de forma que se caracteriza por afectar más a los jóvenes que a los mayores y por disminuir a medida que aumentan los años.

De este modo, las personas de entre 18 y 34 años, con un 28,4% de afectados por aislamiento involuntario, constituyen el grupo etario que más soledad acusa en Cataluña, seguido por el de 35 a 54 años, con un 18,9%, y por el de 55 y más años, con un 12,4%. En comparación con el conjunto del país, el patrón de soledad en esta región es menor para todos los grupos de edad

De otro lado, el trabajo subraya que existen factores que implican una mayor probabilidad de sufrir soledad no deseada, como tener dificultades económicas, ser joven, tener origen extranjero o vivir con discapacidad.

En este sentido, los datos señalan, por ejemplo, que la brecha de soledad no deseada entre quienes tienen y no tienen dificultad para llegar a fin de mes es menos pronunciada en Cataluña que en el conjunto del Estado (10,5 puntos porcentuales frente a 16,8).

Ocurre lo mismo si nos fijamos en la actividad, donde la diferencia de prevalencia de la soledad entre las personas ocupadas y no ocupadas es mucho menor en Cataluña que en el conjunto de España (2,8 puntos porcentuales frente a 19,9).

En cuanto a la salud, física o mental, y la soledad no deseada, el informe indica que la población catalana con una mala salud autopercibida tiene una prevalencia de soledad cuatro veces mayor que aquella con buena salud (38,8% frente a 8,2%). Pero si esta salud es mental, la cifra de ciudadanos afectados además por soledad es menor en esta región que en el resto del Estado. Así, el 41,4% de los catalanes con problemas de salud mental sufren soledad, porcentaje que en el caso del conjunto de España se sitúa en el 49,8%.

Con respecto al binomio soledad y discapacidad, el estudio pone de manifiesto que un 37,8% de las personas con discapacidad que viven en Cataluña padecen soledad no deseada, cifra inferior en 12,8 puntos porcentuales a la de la media nacional, del 50,6%.

El trabajo se fija también en la procedencia de los ciudadanos y el sentimiento de soledad no deseada y señala que la relación del origen con el aislamiento involuntario es muy similar en la región analizada que en el conjunto del país. Así, la brecha de soledad entre quienes tienen y no tienen origen extranjero es de 15,1 puntos porcentuales en Cataluña y de 14,7 en el conjunto del Estado.

Otro aspecto que analiza el informe es el de la soledad, el hábitat y el hogar. En este punto, concluye que en la región catalana el aislamiento involuntario es más elevado en las ciudades grandes (de más de 100.000 habitantes) y en los hogares unipersonales.

Percepción

Finalmente, el estudio se centra en el análisis de la percepción que tiene la sociedad sobre la soledad no deseada y sostiene que, en Cataluña, como en el resto del Estado, existe una percepción generalizada (95,7%) de que el aislamiento involuntario es un problema social cada vez más importante, visión similar a la de la media nacional (95,1%).

A este respecto, el trabajo añade que tres de cada cuatro catalanes (74,2%) conocen a otras personas que pueden sentirse solas sin desearlo, resultado algo superior al de la media nacional (68,2%). En cualquier caso, la práctica totalidad de la sociedad catalana (99,3%) considera que cualquier persona es vulnerable a la soledad.

Y para acabar con esta situación, el 92% de los encuestados catalanes, como el resto de los españoles (90,1%), afirman que la lucha contra la soledad no deseada debe ser una cuestión prioritaria de las administraciones públicas. Concretamente, atribuyen a ONG y ayuntamientos la mayor responsabilidad en este sentido, si bien en el caso de los catalanes el gobierno autonómico es la entidad a la que más competencia se otorga, seguida de ejecutivos municipales y gobierno nacional.

En cualquier caso, los catalanes entienden que, junto a las administraciones, debe colaborar la sociedad en su conjunto a la hora de prevenir y combatir la soledad no deseada. A este respecto, el 82,5% de ellos afirman realizar acciones que ayudan a combatir la soledad, dato ligeramente superior al de la media nacional (79,1%).

Participantes de la presentación del barómetro en AndalucíaBarómetro en Andalucía

Por otro lado, el ‘Barómetro de la Soledad no Deseada en Andalucía 2024’ formato PDF(0,78 MB) arroja que el 22,6% de la población adulta que vive en Andalucía se siente sola en este momento y el 16,3% sufre soledad crónica, según evidencia el estudio, que apunta que existe una soledad crónica o de larga duración y que, además, es más duradera que en el resto de España; que el aislamiento involuntario afecta más a mujeres que a hombres, una diferencia que es también más acentuada que en el conjunto del Estado, y que, como en el resto del país, lo sufren más los jóvenes que los mayores.  Además, en esta comunidad autónoma, el porcentaje de ciudadanos con discapacidad que se sienten solos supera en diez puntos al del resto del país.

El estudio se dio a conocer este jueves en un acto celebrado en el pabellón de Fundación ONCE en Sevilla y contó con la presencia de Rocío Barragán, directora general de Personas Mayores, Participación Activa y Soledad no Deseada de la Junta de Andalucía; Cristóbal Martínez, delegado de la ONCE en Andalucía, Ceuta y Melilla, y Josep Alfonso, director general de Fundación AXA.

Tal y como explicaron sus impulsores, el objetivo del trabajo es identificar la prevalencia de la soledad no deseada en Andalucía, indagar en las posibles causas o correlaciones y conocer la opinión de la población andaluza sobre el fenómeno del aislamiento involuntario, comparando en qué medida la prevalencia y la percepción de la soledad difieren entre esta comunidad y el conjunto de España.  

Para lograr este propósito, se han llevado a cabo un total de 2.900 entrevistas telefónicas a residentes en España mayores de 18 años, de las que 400 vivían en Andalucía, con preguntas sobre su perfil (sexo, edad, nivel educativo, situación laboral, hábitat, estado de salud, discapacidad u otras cuestiones) para comparar así los resultados de las personas que se sienten solas con las que no manifiestan este sentimiento y los resultados a nivel nacional.

Por otra parte, el estudio, realizado por la consultora Fresno, the right link, apunta que la diferencia en el sentimiento de soledad entre mujeres y hombres es en este territorio de 10,2 puntos porcentuales, lo que supone que es más elevada que en el conjunto del país, donde el aislamiento involuntario de ellas es 3,8 puntos superior al de ellos. Concretamente, en Andalucía dicen sufrir soledad no deseada el 27,6% de las mujeres frente al 17,4% de los hombres, mientras que en el resto del Estado viven en esta situación el 21,8% de las ciudadanas y el 18% de los ciudadanos.

Respecto a la edad, el patrón de la soledad no deseada en Andalucía es muy similar al del resto de España, de forma que se caracteriza por afectar más a los jóvenes que a los mayores y por disminuir a medida que aumentan los años. De este modo, las personas de entre 18 y 34 años, con un 30,2% de afectados por aislamiento involuntario, constituyen el grupo etario que más soledad acusa en Andalucía, seguido por el de 35 a 54 años, con un 21%, y por el de 55 y más años, con un 19%.

Por otra parte, el trabajo subraya que existen factores que implican una mayor probabilidad de padecer soledad no deseada, como tener dificultades económicas, ser joven, tener origen extranjero o vivir con discapacidad.

En este sentido, los datos indican, por ejemplo, que en Andalucía la desigualdad económica tiene un mayor efecto que en el conjunto del país. Así, en relación con la actividad, la diferencia de prevalencia de la soledad entre las personas ocupadas y no ocupadas es mayor en esta comunidad que en el conjunto de España (24,4 puntos porcentuales de diferencia, frente a 20,1, respectivamente).

En la misma línea, la diferencia de prevalencia de la soledad entre las personas que llegan con facilidad a final de mes y las que lo hacen con dificultad es algo mayor en Andalucía que en el conjunto de España (18,9 puntos frente a 16,8). Así, la prevalencia de la soledad no deseada de los ciudadanos con dificultades para llegar a fin de mes es del 32,5% (30,1% a nivel nacional).

Soledad y discapacidad

Con respecto al binomio soledad y discapacidad, el informe pone de manifiesto que en tierras andaluzas la prevalencia de aislamiento involuntario entre las personas con discapacidad supera en diez puntos a la media nacional (60,5% frente a 50,6%).

En cuanto a la salud, física o mental, y la soledad no deseada, Andalucía muestra patrones similares a los del resto de la población. Así, los andaluces tienen una percepción algo menos marcada que el conjunto de los españoles sobre los efectos de la mala salud en el aislamiento. Y si esta salud es mental, la cifra de ciudadanos afectados además por soledad es similar en esta región y en el resto del Estado. Así, el 51,2% de las personas con problemas de salud mental sufren soledad.

El trabajo se fija también en la procedencia de los ciudadanos y el sentimiento de soledad no deseada y señala que la relación del origen con el aislamiento involuntario es menos intensa en Andalucía que en el conjunto del país. De esta forma, la brecha de soledad entre quienes tienen y no tienen origen extranjero es menor en Andalucía (6,5 puntos porcentuales) que en todo el país (14,7 puntos).

Otro aspecto que analiza el estudio es el de la soledad, el hábitat y el hogar. En este punto, concluye que en Andalucía el aislamiento involuntario es más elevado en las ciudades de menor tamaño (de entre 20.000 y 100.000 habitantes) y en los hogares unipersonales. 

Finalmente, el informe se centra en el análisis de la percepción que tiene la sociedad sobre la soledad no deseada y sostiene que, en Andalucía, como en el resto del Estado, existe una percepción generalizada (95,9%) de que el aislamiento involuntario es un problema social cada vez más importante, visión similar a la media nacional (95,1%).

A este respecto, el trabajo añade que dos de cada tres andaluces (67,7%) conocen a otras personas que pueden sentirse solas sin desearlo, resultado algo inferior a la media nacional (68,2%).

Pero, pese a todo esto, la gran mayoría de la sociedad andaluza (91,6%) considera que la soledad es un problema invisible, opinión algo superior en el conjunto del país (93,3%)

Y para acabar con esta invisibilidad, el 87,9% de los encuestados andaluces, como el resto de los españoles (90,1%), consideran que la lucha contra la soledad no deseada debe ser una cuestión prioritaria de las administraciones públicas.  Concretamente, atribuyen a las ONG y a los ayuntamientos la mayor responsabilidad en este sentido, si bien los ciudadanos de Andalucía señalan al Gobierno central, seguido del autonómico, como máximo responsable en esta tarea.

En cualquier caso, los andaluces entienden que, junto a las administraciones, debe colaborar la sociedad en su conjunto a la hora de prevenir y combatir la soledad no deseada. A este respecto, el 80,3% de ellos afirma realizar acciones que ayudan a combatir el aislamiento, dato similar al de la media nacional (79,1%).