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El Observatorio de Igualdad de Oportunidades del Grupo Social ONCE analiza la ‘Salud emocional con perspectiva de género’

Cartel del Seminario Salud emocional con perspectiva de géneroEl tema ha sido tratado desde su vinculación con el ámbito laboral y a través de una experiencia personal contada en primera persona

La ‘Salud emocional con perspectiva de género’ ha sido el título elegido para un nuevo seminario del Observatorio de Igualdad de Oportunidades del Grupo Social ONCEAbre Web externa en ventana nueva, celebrado el 4 de diciembre, a través de la plataforma Zoom, y que ya se encuentra disponible en su canal oficial de YouTubeAbre Web externa en ventana nueva.

El bienestar emocional de las más de 75.000 personas que trabajan en el Grupo es un tema que ya se ha empezado a abordar de forma concreta y, en esta ocasión, se ha querido vincular con el ámbito laboral a través de la presentación de un informe elaborado en el marco de ClosinGapAbre Web externa en ventana nueva por la empresa Merck, y con la exposición de una experiencia personal contada en primera persona, tal y como explicó la vicepresidenta de Igualdad, Recursos Humanos y Cultura Institucional, e Inclusión Digital del Consejo General de la ONCE y presidenta del Observatorio de Igualdad de Oportunidades, Patricia Sanz, en la introducción al seminario.

El Observatorio de Igualdad de Oportunidades del Grupo Social ONCE pone el foco en este tema porque “trabajamos por y para la discapacidad, pero en total sintonía entre personas que la tienen (el 60% de la plantilla) y personas que no la tienen. Además, hay un 44% de mujeres en nuestra plantilla y esto además de la inquietud por querer profundizar en lo que implica la salud emocional es lo que nos lleva a analizar cómo esa salud emocional cuando está deteriorada impacta y se manifiesta en hombres y mujeres, y en la población joven” formato MP3 audio(0,82 MB). “Si nos preocupan, no solo por número sino por las necesidades individuales, cada una de las personas que forman parte de nuestra plantilla, debe preocuparnos esto también”, explica formato MP3 audio(0,37 MB).

Ana Polanco durante su intervenciónLa primera de las intervenciones corrió a cargo de Ana Polanco Álvarez, Head of Europe Market Access Operations and Government & Public Affairs HealthCare en MerckAbre Web externa en ventana nueva, y actual presidenta del Consejo Asesor de ClosinGap, asociación sin ánimo de lucro que trata de impulsar el crecimiento económico desde la igualdad de género, y que está compuesto en la actualidad por 16 compañías. “Una gran aliada para el Grupo Social ONCE”, según la describió la vicepresidenta.

Ana Polanco explicó que durante los seis años de recorrido de la asociación se ha creado un cuerpo de conocimiento amplio, mediante la publicación de 16 estudios monográficos sobre las distintas brechas de género con una misma metodología. Entre ellos, el informe realizado por el Grupo Social ONCE sobre la doble brecha en materia de género y discapacidad.

También se refirió a la publicación anual del Índice ClosinGap, indicador propio único en España para medir la desigualdad y su impacto en la economía; a la elaboración de un toolkit de buenas prácticas corporativas para potenciar el talento femenino y desarrollo de programas de mentoring cruzado entre las diferentes empresas; así como la publicación de un decálogo de recomendaciones con medidas públicas en distintos ámbitos que ayudarán a terminar con las brechas de género en nuestro país.

El Índice ClosinGap trabaja desde cinco parámetros diferenciados: el empleo, la educación, la conciliación, la salud y el bienestar y la digitalización, y según el análisis de su última publicación, todavía queda un 35% de brecha por cerrar, que se traduce en 39 años para alcanzar la igualdad en España. El índice más bajo se sitúa en la conciliación, que solo llega al 43,1%, siendo la brecha que mayor impacto tiene en la economía, mientras que el más alto corresponde a la salud y el bienestar, que alcanza el 83,9%, el más cercano a conseguir la paridad.

En el caso de la salud y el bienestar, el primer Índice publicado ya puso de manifiesto que “las mujeres vivimos más años, pero con peor calidad de vida que los hombres debido a una serie de factores y condicionante sociales que son los que lo provocan” -explica Polanco formato MP3 audio(0,96 MB). “Algunos de esos factores están relacionados con sesgos de género, y otros con la conciliación, porque las mujeres somos las cuidadoras por excelencia y eso impacta directamente en nuestra salud”, añade.

A raíz de la pandemia se vio que el impacto era mayor, y de ahí surgió la elaboración de un segundo informe “haciendo un zoom en esta variable de la salud emocional y el bienestar”.

Definición del estado de ánimo

El informe hace un análisis de la salud emocional desde una óptica cuantitativa y cualitativa, poniendo en valor “la importancia de tener una buena salud emocional en el aspecto sanitario o social, pero también en el económico”, afirma. Todo ello, partiendo de la definición de salud emocional como “el estado de ánimo en el que nos sentimos bien, tranquilos, en dominio de nuestras emociones y proyectos vitales y en nuestra situación personal frente a las presiones del día a día, abarcando desde el bienestar emocional hasta los problemas mentales, entendiendo como tales depresión y ansiedad”. Esto significa, explica Ana Polanco, que “una mala salud emocional puede generar una amplia variedad de síntomas que a su vez pueden condicionar la calidad de vida de las personas y derivar en problemas más graves de salud mental formato MP3 audio(0,35 MB), como son ya esa ansiedad y depresión”.

En este sentido, el estudio realizado por Merck está enfocado en cuatro brechas: el estado de ánimo, el entorno laboral, el autocuidado y en los jóvenes.

En la primera de ellas, las mujeres manifiestan un peor estado de ánimo, por lo que se encuentran en una situación de mayor riesgo de sufrir problemas de salud mental; respecto al entorno laboral, se pone de manifiesto que la brecha en esta dimensión y cómo nos encontramos en dicho entorno va a condicionar la salud emocional de las mujeres. Sobre el autocuidado, a pesar de que las mujeres tienen menos tiempo para ellas mismas, tienen una mayor conciencia emocional y toman acciones para cuidarse en mayor medida que los hombres. Por último, se desprende que los jóvenes son los que más años de vida saludable están perdiendo en términos relativos debido a las enfermedades mentales.

El informe también analiza el coste de oportunidad en términos económicos y de productividad, así como la pérdida de años de vida saludable desde estas cuatro perspectivas.

Así, en relación a la brecha de género en el estado de ánimo, explica Polanco que “el riesgo de padecer depresión o ansiedad comportan una pérdida de casi 18.600 millones de euros a la economía española, y casi un 37% se debe a la brecha de género presente en estas patologías”.

En el caso del entorno laboral, éste condiciona la salud emocional de las mujeres y su desarrollo profesional, y aquí la brecha existente en los salarios y las menores oportunidades de desarrollo, vinculadas muchas veces a la conciliación y las responsabilidades familiares, son catalizadoras de ese malestar emocional que deriva, a su vez, en bajas laborales de las mujeres en mayor grado que los hombres por depresión y ansiedad. Por ejemplo, en el año 2021, el 63% de las bajas fueron de mujeres, y de mayor duración. Esto tiene un impacto en el coste y en términos de productividad se situaba en torno a los 1.600 millones de euros.

Dentro de la variable del autocuidado, asegura Ana Polanco que “el estado de salud y bienestar emocional está muy vinculado con los cuidados que nos proporcionamos a nosotros mismos”. En esta brecha, de los diferentes estudios se desprende que las mujeres “disponemos de menos tiempo para nosotras mismas”. Según el informe de conciliación, las mujeres dedicamos dos horas más al día que los hombres a las tareas domésticas y familiares; en el informe de ocio, se observa que las mujeres dedican una hora y 37 minutos menos, y el informe de salud recoge que el 13% de las mujeres y el 9% de los hombres cuidan al menos una vez por semana a personas mayores o con dolencias crónicas. Estos cuidados incrementan en casi 3,5 puntos adicionales la posibilidad de sufrir depresión y en 3 puntos ansiedad. Así, si las mujeres son las cuidadoras por excelencia, el riesgo se amplía.

A pesar de ello, hasta un 55% de las mujeres toman medidas para mejorar el bienestar psicológico y emocional, en contraste con un 43% de los hombres. “Las mujeres son más conscientes y se preocupan más por la salud emocional, toman medidas, y una de las conclusiones más positivas es que las mujeres están abanderando ese cambio y se están convirtiendo en motores de una sociedad que impulsa una economía del bienestar formato MP3 audio(0,92 MB), entendida como aquella industria que permite introducir estilos de vida saludable que impacten positivamente en la salud física pero también en la salud emocional”, expone.

Sobre la última variante, explica que se trata de una doble brecha, mujer y juventud. Los jóvenes tienen un concepto del bienestar social diferente al de otras generaciones y hay valores que para ellos están muy arriba a la hora de valorar su vida actual y su futuro. Así, 9 de cada 10 jóvenes valoran la salud emocional como un aspecto importante en su vida. Según el informe, “los jóvenes entre 15 y 29 años son los que, en términos relativos, pierden más años de vida saludable a causa de depresión y ansiedad y, además, alcanza el máximo de la brecha de género en esa edad, el 21% de mujeres respecto al 11% de hombres”. Ante estos datos, dice Polanco “hay que ver qué medidas tenemos que tomar porque no nos podemos permitir que las generaciones más jóvenes no alcancen todo el potencial en términos de salud emocional”.

A modo de conclusiones, la responsable de Merck aseveraba que “el hecho de tener una buena salud emocional es esencial para que podamos disfrutar de una vida plena; no nos podemos permitir que en España la depresión y la ansiedad impacten negativamente en la sociedad y en la economía, y que además esté asociada a una brecha de género, y tampoco que impacte de tal manera en nuestros jóvenes”. Y como mensaje positivo: “Las mujeres, al cuidarnos más, podemos ser abanderadas de ese estado de bienestar y ser motores de cambio para el resto de la sociedad”, concluía formato MP3 audio(1,05 MB).

Pilar LagunaPilar Laguna Sánchez, en primera persona

A continuación, intervino en el seminario Pilar Laguna Sánchez, profesora de la Universidad Rey Juan Carlos y directora del Observatorio de Educación de dicha Universidad, para compartir su propia experiencia personal de desgaste de la salud emocional, a consecuencia de una excesiva y negativa carga laboral, ocupando puestos relevantes.

Pilar Laguna es titular de Finanzas en esta Universidad y su carrera como docente e investigadora ha transcurrido en paralelo a su actividad en la gestión de la misma, siendo la primera mujer vicerrectora durante nueve años y también la primera mujer decana de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales durante siete años. Desde este cargo impulsó varias iniciativas que han supuesto el origen de diversos proyectos y líneas de investigación relacionados con el emprendimiento, el género, el liderazgo y el medio rural.

Es precisamente en este punto, siendo decana, cuando Pilar toma conciencia por primera vez, de que “algo no iba bien y de que yo no estaba bien, y que además estaba repercutiendo en mi familia, y adopto medidas para tomar las riendas sobre mi daño emocional. Dimito como decana”.

“Tomé la decisión, pero no tomé medidas en relación a mi salud emocional y ese malestar interno lo estuve tratando de justificar en base a mis principios”, explica. “No pedí ayuda, y llegó un punto en el que el daño era enorme, por lo que hay que saber pedir ayuda”.

Siendo decana, Pilar adopta y cría a sus dos hijos, y llega un momento también muy complicado para ella, no relacionado directamente con lo laboral, pero el impacto en este terreno sí lo es, cuando le toca vivir una situación grave con su hijo mayor, que tiene discapacidad. Ante todas las dificultades a las que se tiene que enfrentar, “me vuelvo a romper y ahí sí que pido ayuda, porque siento que yo no puedo ayudar como debería. Es entonces cuando se destapa todo lo que llevaba de mi etapa laboral. De ahí la importancia de pedir ayuda”, insiste.

A partir de ahí, Pilar expuso su análisis personal sobre las brechas a las que ha tenido que enfrentarse desde los cuatro parámetros analizados por Ana Polanco. En lo relativo a su brecha en el estado de ánimo, reconoce que ella siempre ha sido “muy luchadora” y es lo que le ha ido forjando su carácter.

En lo relativo a la brecha laboral, afirma que en el desarrollo y en la igualdad de oportunidades en el ámbito universitario también la sufren las mujeres. A su juicio “falta mucho recorrido para que no suframos esa brecha de género”.

Sobre la brecha del autocuidado dice también haberla sufrido, porque “es verdad que tomamos conciencia, tratamos de buscar vías para mejorar nuestro estado de bienestar, pero nos falta el tiempo. La conciliación es muy compleja, yo he conciliado con el trabajo y con mi familia, pero no he conciliado conmigo misma”, asegura. “Es muy importantes saber enfocar, saber en qué invertimos nuestro tiempo y cómo lo gestionamos” formato MP3 audio(2,06 MB).

Por último, sobre la brecha en la juventud considera muy importante poner el foco, porque “lo que sí que veo en mi entorno es que las mujeres jóvenes, a pesar de estar en un contexto universitario privilegiado, están fatal y también necesitan ayuda”.

Para paliar todas estas situaciones, Pilar Laguna considera muy importantes los programas donde se trabaja con mentores/as, porque “nos permiten ver las cosas con otra perspectiva”. También cree que hay muchas medidas que se pueden tomar en las empresas, pero lo importante es “tomar el pulso de las personas, escucharlas, quitar estigmas, crear entornos seguros y confiables donde podamos dar el paso para poner de manifiesto nuestras dificultades y pedir ayuda” formato MP3 audio(0,42 MB).

Patricia Sanz

Para Pilar no hay una receta mágica para evitar el daño en la salud emocional, pero insiste en que “hay que ser valientes, conscientes y pedir ayuda a profesionales, a nuestros jefes, a nuestros iguales, apuntarse a programas de mentoring,...”. Y haciendo mención al libro “Los Cuatro Acuerdos”, las cuatro recetas que ella recomienda formato MP3 audio(1,56 MB) son “ser impecables con nuestras palabras, no hacer suposiciones, ser la mejor versión de nosotras mismas y no tomarnos nada como algo personal”.

Como cierre, Patricia Sanz afirmó que el tema elegido para este Seminario “es, de verdad, una preocupación y una ocupación para el Grupo Social ONCE. El objetivo es poner sobre la mesa que esa preocupación para que cada una de las personas que trabaja en el Grupo esté bien, es sincera. Nos queda un largo camino por recorrer pero ya estamos en ello”. “Tenemos claro que si nos importan las personas y decimos que las ponemos en el centro, así tiene que ser. Sentirse mal, a pesar de no saber dónde está el origen, si repercute en el entorno laboral, hay que buscar una respuesta al impacto que pueda tener en dicho entorno” formato MP3 audio(1,45 MB).

“Tenemos también la responsabilidad de compartir con otras entidades y empresas que también están trabajando en ello, de las que aprendemos, con las que compartimos nuestras buenas prácticas y junto a las que seguimos recorriendo este camino de la mano”, concluyó. 

 

Yolanda S. Baglietto