Necesitamos una universidad “abierta, plural e inclusiva, orientada además al empleo, que es la prioridad de este Gobierno”, reclamó la secretaria de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, Susana Camarero, al inaugurar -el 10 de noviembre- la IIIª edición del Congreso Internacional ‘Universidad y Discapacidad’, organizado en Madrid por Fundación ONCE.

Camarero puso en directa relación las cifras de integración universitaria y de inclusión laboral de las personas con discapacidad, recordando que desde 2012 han encontrado empleo más de 923.000 personas con discapacidad, “obteniéndose el récord en 2015 con 250.000 contratos”, que en lo que va de este año está suponiendo un 9% más.Junto al secretario general de Universidades, Jorge Sainz, recordó que el paso por la universidad es un pilar básico en este terreno y, en todo caso, la necesidad de reducir las tasas de abandono escolar.

Hoy, más de 20.000 alumnos con discapacidad cursan estudios en la universidad española, más de un tercio de ellos en la UNED, lo que significa que “hemos avanzado, pero tenemos que seguir peleando para que esas cifras sigan aumentando”, introduciendo medidas “duraderas y efectivas”, que hagan subir el actual listón de las 2.000 nuevas incorporaciones universitarias cada curso.

Susana Camarero reclama, ante más de 350 expertos de 19 países, una formación “abierta, plural, inclusiva y orientada al empleo”

Felicitó por todo ello a Fundación ONCE por la organización de este Congreso, como punto de encuentro para diseñar la universidad del futuro, “una universidad abierta a todos, incluidas las personas con discapacidad”, concluyó.

Por su parte, Jorge Sainz insistió en la necesidad de reducir las tasas de abandono y apeló al éxito de programas como ‘Campus inclusivos’ o el programa ‘Erasmus +’ de movilidad internacional; de modo que se pueda visibilizar el talento de las personas con discapacidad.

Y el vicepresidente ejecutivo de Fundación ONCE, Alberto Durán, reclamó atneción “para no desperdiciar el talento del 15% de la población, la que tiene discapacidad”, felicitándose del proceso de seguir sumando aliados en favor de la inclusión, tales como la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), una representación de la cual acució a la Jornada o la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), con las que Fundación ONCE ha suscrito convenios de colaboración.

Respecto a los múltiples retos pendientes, Alberto Durán se refirió a la permanencia de problemas de accesibilidad física y tecnológica, la necesidad de repasar los modelos educativos y marcos normativos, abordar el fomento del deporte inclusivo o seguir impulsando la movilidad internacional: “el talento no está reñido con la discapacidad, ni la discapacidad es un obstáculo para llegar a los más altos niveles de conocimiento”, concluyó.

Junto a ellos, asistieron a la inauguración José Orihuela, presidente de la Comisión de Asuntos Estudiantiles de la Conferencia de Rectores (CRUE) y rector de la Universidad de Murcia; Luis Cayo Pérez, presidente del CERMI; Carlos Augusto Abicalil, director general de Educación, Ciencia y Cultura  de la OEI; Salvador Arriola, secretario de Cooperación de la SEGIB; y los directores de las Fundaciones Universia y Vodafone, entidades que apoyaron la organización del evento, Ramón Capdevilla y Santiago Moreno, respectivamente. Además, la presidenta del Comité de Naciones Unidas de los Derechos de las Personas con Discapacidad, Soledad Cisternas, dirigió unas palabras a los asistentes a través de un vídeo.

Luis Cayo Pérez reclamó por su parte medidas efectivas que favorezcan este acceso de alumnos con discapacidad a la universidad, con una mejor orientación académica en la etapa de Secundaria -“el gran agujero negro”, dijo-, impulsar su movilidad europea e iberoamericana, la accesibilidad al entorno y a los contenidos, así como a estudios de postgrado y a la incorporación como personal docente e investigador. Medidas para las que -advirtió- “no puede ser una excusa” la escasez de medios.

En la conferencia inaugural del Congreso, el catedrático de Bioquímica y afiliado a la ONCE, Manuel López, que ha sido también presidente de la CRUE y rector de la Universidad de Zaragoza, destacó la importancia de la educación integral e inclusiva. Presentado por la vicepresidenta de Políticas Sociales e Igualdad de la ONCE, Patricia Sanz, López elogió la influencia que, en sus 10 años de recorrido, está teniendo en este ámbito la Convención de Naciones Unidas sobre los derechos de las personas con discapacidad. Y lo entroncó con la necesidad de que la educación superior tenga un carácter inclusivo, con una oferta académica que contemple la diversidad humana para que toda persona tenga la oportunidad de cursar estudios superiores acordes con sus capacidades y necesidades; y que se materialice en medidas como la adaptación de los currículums, provisión de medios académicos y eliminación de todo tipo de barreras en los entornos universitarios. Apuesta que, afirmó, debería complementarse con el establecimiento de cuotas de reserva de plazas laborales para reforzar la presencia y visibilidad de personas con discapacidad en los campus universitarios.  

Una auténtica cumbre internacional

Este III Congreso ha contado con implicación de los Ministerios de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y de Educación, Cultura y Deporte; el Real Patronato sobre Discapacidad; la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI); la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE); el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI), y el Fondo Social Europeo. Fundación Vodafone España, Fundación Universia y Google también se han sumado a la iniciativa.

El objetivo es dar a conocer las experiencias y necesidades de las personas con discapacidad en etapa universitaria, con una visión internacional y desde los distintos ámbitos que les afectan: modelos y prácticas formativas y políticas que propicien su inclusión. También persigue intercambiar modelos y buenas prácticas de universidades de todo el mundo y dar a conocer las últimas investigaciones y redes tecnológicas en el ámbito de la discapacidad, especialmente, y de manera transversal, en el campo del diseño para todos y la accesibilidad universal. Además, pretende servir como referente mundial en el intercambio de experiencias.

Durante las Jornadas se debatieron así las últimas teorías, modelos de innovación educativa, experiencias y buenas prácticas de inclusión de universidades de todo el mundo, acordes con lo previsto en la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de la ONU. Un foro, en definitiva, para exponer trabajos e investigaciones que sobre Universidad y Discapacidad se están realizando en el plano nacional e internacional, con comunicaciones que abordaron muy diversas áreas temáticas: Universidad inclusiva;
Accesibilidad curricular y deporte inclusivo; Competencias, empleo y programas de apoyo a la inclusión laboral; Marcos normativos y demandas legislativas, e Innovaciones tecnológicas para la educación y el aprendizaje.

Un Manifiesto para avanzar en igualdad

El evento concluyó con la lectura de un Manifiesto en el que las universidades piden que se desarrollen planes estratégicos de inclusión y servicios de atención a la discapacidad, y con un objetivo común expresado en la clausura por la directora del Real Patronato sobre Discapacidad, Mercedes Jaraba, y el director general de Fundación ONCE, José Luis Martínez Donoso: que la inclusión educativa lleve al empleo. El Manifiesto, que recogía las principales demandas de los expertos, considera también “relevante y urgente” incorporar o reforzar, donde ya existen, los principios de accesibilidad y diseño para todas las personas en la formación curricular de las enseñanzas universitarias, y por que la accesibilidad, física y tecnológica, en todos los campus para evitar el ensanchamiento de las brechas digitales y cualquier tipo de discriminación: “Cada persona es única y la educación requiere formas de enseñar y evaluar ricas, diversificadas, variadas, que faciliten el ajuste a las necesidades educativas de cualquier estudiante, sean comunes a todos ellos o específicas en cada caso”, apunta el manifiesto, junto a la necesidad de “avanzar en la formación del profesorado en todos los niveles educativos”.

En definitiva, los expertos abogan por que la inclusión sea un valor en los procesos de acreditación y evaluación de las instituciones y docencia universitarias; y que se considere en las escalas internacionales de calidad de las universidades y baremos de evaluación de campus de excelencia.

Como colofón, la comisionada para Universidad, Juventud y Planes Especiales de Fundación ONCE, Isabel Martínez Lozano, entregó los reconocimientos a las mejores comunicaciones y posters presentados en el Congreso. La Mejor Comunicación recayó en el trabajo titulado ‘El acceso de las personas con discapacidad como personal docente-investigador universitario’, del profesor Francisco Javier Durán (Universidad de Granada); y el Mejor Poster se le concedió al proyecto ‘Exchange Ability’, una iniciativa de Erasmus Student Network (ESN) para fomentar la movilidad internacional.

Más información: Página web del III Congreso Internacional Universidad y Discapacidad