Garantía de calidad y seguridad en la lotería instantánea
Desde que la ONCE inició su comercialización en 2006, la Lotería Instantánea es uno de nuestros juegos más llamativos y modernos. Gracias a él se permite mantener una imagen actualizada, a la par que llamativa, de nuestra cartera de productos. En su versión física (recordemos que hay otra electrónica en juegosonce.es), se requiere además que el producto se comercialice bajo unos parámetros de seguridad y calidad que, aunque todo el mundo supone deben existir y estar regulados, los usuarios a menudo no conocen y puede suscitarles alguna duda. ¿Qué procesos de comprobación se realizan para asegurar que nuestros boletos físicos de Instantánea cumplen con los requisitos exigidos en materia de calidad y seguridad?
Dentro del enorme esfuerzo y trabajo puesto en marcha desde mayo de 2006 (cuando la ONCE inició la comercialización de su primer producto de esta modalidad, “Rasca y Gana de la ONCE”) incluye el dedicado a unas tareas que todo el mundo da por supuestas pero cuya trascendencia, complejidad y alcance pocos conocen.
Los boletos pre-sorteados que comercializa la Lotería Instantánea permiten obtener un premio conforme a un programa establecido que es invisible hasta que se procede al raspado de su capa de látex... Rascar y ganar, pero todos, en alguna ocasión, hemos pensado que esa capa que cubre los premios se puede eliminar o sustituir sin que sea percibido por el cliente, o que se puede ver la parte oculta por medio de potentes lámparas, de rayos X o de microscopios. Muy simple sería entonces descubrir los premios y dar así al traste con la fiabilidad de un juego tan extendido mundialmente como la Lotería Instantánea. En garantía del cumplimiento de los estándares de calidad y seguridad requeridos por la Asociación Mundial de Loterías (WLA) y de entidades externas homologadas en certificaciones de calidad, la Dirección Comercial y de Operaciones de Juego de la ONCE selecciona por eso los mejores fabricantes de este tipo de productos a nivel mundial, capacitados para superar los estrictos controles de calidad e integridad de datos a que son sometidos estos productos, además de pruebas de calidad, inviolabilidad y envejecimiento en un laboratorio de prestigio. Por ello, en cada pedido de un juego de Lotería Instantánea se solicitan al fabricante libros para pruebas, producidos con la misma metodología y calidad que los reales, antes de la llegada del total de la producción solicitada. Y a su recepción, estos libros de prueba son enviados al laboratorio de la empresa certificadora autorizada Applus+, para realizar unas exigentes pruebas y generar un informe que garantiza la calidad e inviolabilidad de los boletos antes del inicio de su comercialización.
Pruebas de control
El primer grupo de pruebas verifica las especificaciones físicas de los boletos. Se analiza así que éstos describen el tipo de juego, precio e instrucciones concretas. Igualmente se comprueba que se cumplen las especificaciones respecto al tamaño, diseño del anverso y reverso, del texto y de la marca táctil. Y se verifica la correcta ubicación de la información presente en el boleto, de la numeración y de los códigos de barras. Finalmente, se examinan las características de impresión y de las perforaciones que separan los boletos dentro de cada libro.
En el segundo grupo de pruebas, se realiza un análisis pormenorizado de los materiales utilizados en la impresión. Se realizan mediciones del grosor de los boletos y de la capa protectora de látex que hay que rascar. También se hacen unas pruebas físicas para comprobar que las diferentes capas de papel no se separan unas de otras y se comprueba la durabilidad y resistencia de las tintas utilizadas en la impresión. Finalmente, este apartado se completa con un examen visual de los boletos.
En un tercer grupo de pruebas se comprueba el comportamiento de los boletos en diferentes condiciones ambientales, sometiendo los mismos durante horas a diferentes temperaturas, desde +60ºC a -20ºC, y a diferentes grados de humedad en cámaras climáticas, frigoríficas y estufas. Y se comprueba su resistencia, incluso dejándolos en una solución con detergente. Luego, se valora el estado en el que queda el boleto en cuanto a su decoloración, deformación e integridad del papel.
En el cuarto grupo de pruebas se comprueba la inviolabilidad de la información oculta tras la capa de látex que hay que rascar. Para comprobarla se realizan los siguientes exámenes: * Con Rayos X *Bajo el microscópico * Con Luz Polarizada * Por partículas magnéticas * Mecánico (tras realizar pruebas con los boletos en diferentes condiciones ambientales, comprobando la dureza, la adherencia del látex y la separación del recubrimiento) * Químico (comprobando el comportamiento del látex con diversos disolventes, incluso sumergiendo en ellos el boleto) * Químico-térmico (comprobando el comportamiento con diversos diluyentes previamente calentados) * De separación del recubrimiento por calentamiento (comprobando que la aplicación de determinados grados de calor no separa el protector) * Electroestático * De posibles alteraciones de los símbolos de juego.
El quinto y último grupo de pruebas está enfocado a comprobar la resistencia al envejecimiento, provocado por la intemperie, pero acelerado artificialmente mediante la exposición de los boletos durante 100 horas en una cámara climática que simula estas condiciones. Una vez envejecido, se realiza un examen del recubrimiento del área de juego y se valora la adherencia y facilidad de rascado.
Tras todas estas pruebas podemos estar seguros de que todos los productos saldrán al mercado en perfectas condiciones para su comercialización. Solo queda desear una ¡Feliz venta! a nuestros vendedores y ¡Suerte! a nuestros clientes.