La Economía Social ocupa un lugar prioritario en los planes de cooperación al desarrollo que promueve la Organización de Naciones Unidas (ONU). Y juega un papel primordial en la Agenda Post 2015 que ella misma promueve para dar continuidad a los 'Objetivos del Milenio'. Así se puso de manifiesto en la jornada internacional “Las empresas de la Economía social ante la Agenda Post 2015”, promovida por Naciones Unidas, que organizó en Madrid el 3 de diciembre la Confederación Empresarial Española de la Economía Social (CEPES), en la sede del Consejo Económico y Social (CES). La jornada se celebró en el marco de la conferencia internacional “La Empresa Social como agente de la Economía Social: La futura agenda de las Instituciones Europeas”, concebida para abordar el enfoque de futuro europeo respecto de la Economía Social y de las empresas que la hacen posible.

El presidente de CEPES, Juan Antonio Pedreño, reconoció la importancia de que la Economía Social sea así respaldada por la futura Agenda Post 2015 de la ONU, al reconocerla como agente que “genera riqueza económica y social a través de  empresas que democratizan la economía y establecen un fuerte compromiso con su territorio”. La Economía Social -dijo- “es un actor incuestionable para el crecimiento sostenible y la creación de empleo, lo que le otorga un lugar clave en la agenda mundial de desarrollo”. Recordó también que “839 millones de trabajadores de países en desarrollo no obtienen lo suficiente para superar, junto a sus familias, el umbral de pobreza de 20 dólares al día. Y la Economía Social les ofrece soluciones y alternativas al facilitar el desarrollo socioeconómico del territorio y de las personas”, concluyó.

Desde España

Desde España, la Economía Social cuenta con experiencia en la ejecución de proyectos en 34 países. Los fondos de cooperación gestionados por las entidades y organizaciones vinculadas a CEPES han superado, desde 1998, los 34,5 millones de euros, de los que se cofinanció un 25% (8,7 millones). “CEPES ha solicitado que, para el cumplimiento de los objetivos vinculados a la agenda de desarrollo, se reconozca este protagonismo a la Economía Social junto a la igualdad de género, la gobernanza democrática, la seguridad alimentaria o el acceso a la salud y la educación”, señaló Pedreño.

En su opinión, este sector refuerza además los mecanismos de participación de los productores en las organizaciones de base, para que gestionen de manera colectiva y democrática las empresas y puedan definir, ellos mismos, medidas para regenerar y desarrollar los territorios donde llevan a cabo sus actividades. Al respecto señaló que, “según la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), las cooperativas permiten la reducción de costos al compartir recursos y tener mayor poder de negociación en la compra de semillas o de los equipos que requieren, además de ofrecer mejores oportunidades de mercado al negociar los precios”.

Por último, el presidente de CEPES recordó que la Economía Social se basa en valores como la solidaridad, la participación y la acción empresarial responsable, por lo que su modelo de desarrollo económico resulta especialmente idóneo para alcanzar los objetivos de cooperación internacional, estrechamente vinculados a las políticas de desarrollo global.