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Eva Calvo: "La discapacidad no es impedimento para trabajar"

- Feliz e ilusionada con su familia, esta supervisora en el 'Suites Madrid' de ILUNION Hotels asegura que la sordera no es un hándicap para su tarea laboral

Eva Calvo organizando el día de trabajo

Responsable, ordenada, risueña. La joven madrileña, de 37 años, felizmente casada y con tres hijos, forma parte desde febrero pasado de la plantilla de trabajadores del ‘Suites Madrid’, establecimiento perteneciente a la cadena ILUNION Hotels. Eva Calvo palia la sordera que sufre en ambos oídos con la utilización de sendos audífonos; discapacidad sensorial que nunca -asegura- le ha supuesto un hándicap para encontrar empleo.

 

 

 “Soy rápida, soy eficiente, soy limpia... Y en abril pasado me ofrecieron ser supervisora, así empecé el proceso de aprendizaje de mi nueva tarea”, nos relata con detalle (formato MP3) tras comentar que, previamente, había trabajado como ‘camarera de pisos’ en otro centro hotelero; y cómo llegó a éste por un programa de ‘mejora de empleo’. En un par de meses le ofrecieron “la oportunidad de conocer la otra cara” de su ocupación, desde el ángulo de la supervisión. En la actualidad se centra en “organizar el reparto de tareas, supervisarlas y pasar los datos correspondientes al ordenador”, apunta mientras sonríe, sin perder de vista a la entrevistadora, fijando su mirada en cada uno de mis gestos mientras yo intento verbalizar durante la conversación con un tono y un volumen un poco más alto de lo habitual... Así, poco a poco, la historia vital de Eva va fluyendo en cada palabra compartida.

Amor por triplicado

El amor preside su actividad diaria. Esta ‘madre por partida triple’ no lo ha tenido nada fácil para conciliar la vida familiar y laboral. Con la llegada de su hija Nerea (ahora de 9 años) lo dejó todo para dedicarse de lleno a su pequeña, que nació con una discapacidad (formato MP3). “Durante el embarazo ya ‘lo vieron’ pero fui incapaz de abortar... Nos dijimos ‘¡para adelante!’ y que sea lo que Dios quiera”, añade. Y, con la voz entrecortada, a modo de sucesivas secuencias e infinita ternura, nos confiesa: “he luchado mucho con ella desde que era un bebé. Hasta los 3 años no anduvo sola; debido a una alteración hormonal tiene retraso físico e intelectual... No habla, no come sola, lleva pañal. Requiere muchísima atención. Estudia en un centro educativo especial y seguimos trabajando con ella también en casa”. Durante siete años se dedicó en exclusiva a la mediana y única niña de sus tres hijos; el mayor, Víctor, con 14 años, y Marcos, que es el benjamín, de 30 meses. Estas circunstancias marcaron su ritmo laboral que ha retomado hace poco más de un año en el sector de la hotelería, integrándose en el equipo de la marca empresarial de la ONCE y su Fundación.

Eva Calvo posa en uno de los salones del Ilunion Hotels 'Suites Madrid'“En ILUNION Hotels somos un equipo, nos queremos mucho, nos apoyamos y cuidamos. Sabes quién va peor o mejor para ayudarnos unos a otros. La discapacidad no es ningún impedimento para trabajar bien y muy a gusto”, asegura satisfecha y encantada con los compañeros que le han tocado en suerte en el hotel madrileño (formato MP3).

Y es que la felicidad para Eva es vivir el día a día, sin grandes sobresaltos. Llegar a casa y rodearse de su familia a la que adora. Siempre con Miguel, el hombre que le robó el corazón desde que se cruzaron por los pasillos de aquel centro comercial donde ambos trabajaban antaño; ella contaba 18 primaveras. “Nos miramos y nos enamoramos, así de romántico y ¡hasta hoy!”, apostilla risueña (formato MP3). Realmente se siente afortunada y así lo manifiesta, sin tapujos: “mi mayor sueño ya se ha cumplido: conocer a un hombre maravilloso y tener unos hijos que también lo son. Además, tengo un trabajo que me gusta... Ahora puedo decir que soy feliz”. Aunque para que la estabilidad (en concreto económica) fuera completa necesitaría que se cumpliera su inmediato deseo: “que mi marido, ahora en el paro, encuentre trabajo”, dice.  El futuro está por escribir, pero... puestos a soñar, “¿por qué no tener una masía para envejecer con tranquilidad, con toda la gente que quiero? (formato MP3)... Miguel compra el cupón de la ONCE, y de vez en cuando mi abuelo también me regala uno...”. Pues eso: ¡suerte, familia!

Genoveva Benito

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