España se adhiere al Tratado de Marrakech

La ONCE celebró la adhesión del Parlamento español, el 16 de julio, al Tratado de Marrakech, adoptado por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) y que facilita la liberación del pago de derechos de autor en la distribución de transcripciones accesibles (en braille y sonoras) de textos literarios. Una iniciativa que facilitará el acceso a la cultura bibliográfica de los más de 300 millones de personas ciegas de todo el mundo, a las que les resultará así más sencillo intercambiar libremente libros accesibles.
Recuerda la ONCE -que viene luchando desde hace años por la materialización de este acuerdo- que la lectura es 'un derecho humano' y vuelve a animar por ello a sumarse a esta adhesión a la UE y a todos sus Estados miembros. Por su protagonismo en la iniciativa, una importante delegación de responsables de las áreas de Cultura y de Relaciones Internacionales de nuestra entidad acudió al palacio de la Carrera de San Jerónimo para ser testigos directos de la adhesión al Tratado por parte del Congreso de los Diputados español, reunido en sesión extraordinaria. Nuestro país se convertía así en el noveno en ratificar este instrumento, clave para el acceso a la educación, a la información y al ocio de las personas ciegas de todo el mundo.
Bárbara Martín, directora de la Oficina Técnica para Asuntos Europeos de la ONCE (OTAE), que acudió hace dos años a Marrakech a la firma del Tratado por parte de la OMPI como representante de la ONCE y de la Unión Mundial de Ciegos (UMC), considera la adhesión española al Tratado una buena y muy esperada noticia, aunque el proceso para su entrada en vigor definitiva está siendo muy complejo en ámbito de la UE, según explicaba a nuestra revista (archivo MP3).
La ONCE ha querido recordar que leer es un derecho del que todavía no pueden disfrutar miles de personas ciegas en el mundo, lo que exige actualizar las leyes internacionales de derechos de autor en lo relacionado al acceso a formatos accesibles para personas ciegas, con baja visión y con discapacidad de lectura de la letra impresa ordinaria, todo ello sin incurrir en delitos relacionados con los derechos de autor. Una demanda hacia la que la OMPI ha comenzado a mostrarse sensible estos últimos años, buscando fórmulas que -sin dejar de proteger los legítimos derechos de los creadores- eviten un trato aún más discriminatorio de cara al acceso a materiales culturales de las personas con discapacidad. De este modo se alcanzó la firma del Tratado en la Conferencia Diplomática en Marrakech (Marruecos), celebrada en 2013 y que se plantea combatir una triste realidad: que, hoy en día, apenas entre un 1% y un 5% de los libros publicados en todo el mundo se transforman a formatos accesibles, en parte a causa de las limitaciones impuestas por las leyes de propiedad intelectual.
En la vanguardia internacional
La trayectoria de España (en esta materia fundamentalmente a través de la ONCE) está a la vanguardia internacional en defensa de los derechos de estos colectivos y de la plena participación en la vida social y cultural de las personas que los integran.
En los dos años transcurridos desde su firma, sólo ocho países habían ratificado el Tratado de Marrakech: Argentina, El Salvador, Emiratos Árabes Unidos, India, Mali, Paraguay, Singapur y Uruguay. Un grave problema pues son necesarias al menos 20 ratificaciones nacionales para que entre en vigor de forma efectiva. De aquí el empeño de la ONCE por implicar a los miembros de la Unión Europea, cuya adhesión implicaría la aplicación internacional directa del Tratado, según Bárbara Martín (archivo MP3). Y, con ella, facilitar el envío de libros accesibles de persona a persona, siempre bajo la premisa de una reconocida y aceptada excepción de los derechos de autor. Se calcula que, con ello, las personas ciegas podrán acceder a más del 90% de los títulos en formato accesible que, hasta ahora, les estaban en buen medida vetados; además de beneficiar a otros colectivos, como los de personas con problemas de movilidad u otros equiparables.
Para el también español Enrique Pérez, vicepresidente de la UMC, entidad que representa a más de 280 millones de personas ciegas de todo el mundo y que se encuentra en plena campaña internacional para alcanzar la ratificación del Tratado de Marrakech por los, al menos, 20 países ya citados de aquí a final de año, de manera que se pueda poner en vigor en 2016, las perspectivas son alentadoras (archivo MP3).
La Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), organismo especializado de Naciones Unidas, es la principal entidad intergubernamental para el fomento y reconocimiento de la propiedad intelectual de los creadores. Promueve un modelo equilibrado y eficaz, que recompense la creatividad, estimule la innovación y contribuya al desarrollo económico, social y cultural de los países, salvaguardando a la vez el interés público.