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El CRE de la ONCE en Pontevedra retoma lo presencial con sus cursos de verano: aprendizaje y convivencia a pesar de la pandemia

Foto de familia de los jóvenes participantes y profesores

El Centro de Recursos Educativos (CRE) de la ONCE de Pontevedra ha podido volver a organizar de manera presencial sus habituales cursos de aprendizaje de inglés que, a modo de campamentos veraniegos, se celebran cada año durante los meses estivales. Son cursos dirigidos a niños y jóvenes de entre 12 y 17 años ciegos o con discapacidad visual grave, así como a otros sin discapacidad, que la Organización ofrece de forma gratuita a los participantes. Así, 55 menores de toda España han participado en julio y agosto divididos en tres grupos por edades y nivel en este ciclo de cursos que este año ha cumplido su 21ª edición, recuperando el formato presencial después de que el año pasado tuviera que ser realizado de forma telemática a causa de la pandemia. Normalmente también participaban niños y niñas de otros países, algo que este año no ha sido posible debido a la situación sanitaria.

Si bien la mayoría de participantes son alumnos y alumnas afiliados a la ONCE, cada año se reserva un determinado número de plazas para chavales sin discapacidad: hermanos, amigos o compañeros de clase. De esta manera, la experiencia es más inclusiva y enriquecedora para todos. 

Según el director del CRE de Pontevedra, José Ángel Abraldes, volver a reunir físicamente a los alumnos ha supuesto un “desafío muy grande” a la hora de implementar todas las medidas de protección para garantizar la seguridad sanitaria, según comenta a Así Somos formato MP3 audio(0,79 MB). “Lógicamente, la situación limita y condiciona muchas de las actividades que se llevan a cabo, pero tanto los alumnos como el personal docente se han adaptado perfectamente a estas restricciones y para todos supone una experiencia mucho más rica poder compartir juntos estos días de estudio y de actividades de ocio”, asegura.

La ONCE organiza cada año desde 1999 estos cursos de inglés que, junto a las 60 horas de aprendizaje del idioma de las que se componen, también ofrecen a los participantes diferentes actividades culturales, deportivas y de ocio. Los alumnos conviven durante dos semanas entre julio y agosto en las instalaciones del CRE de Pontevedra, recientemente reformado, en grupos de edades de 12 a 14 años y de 15 a 17 y en función de su nivel. Para ello, cada año se realizan pruebas de acceso a todos los participantes.

En el apartado lectivo, la iniciativa se desarrolla desde hace una década en colaboración con el Centro de Idiomas Waterford, de Pontevedra, que aporta el profesorado y establece la metodología académica y la estructura de las actividades, así como sus objetivos pedagógicos.

En el aspecto más lúdico, este año se ha contado con monitores de la Escuela de Tiempo Libre Don Bosco de Santiago de Compostela y de Mission Surf School, para llevar a cabo actividades como la práctica del surf.

Satisfacción

Dos momentos de las clases de inglés en el CRE de PontevedraSegún el director del CRE de Pontevedra formato MP3 audio(0,63 MB), el grado de satisfacción de los alumnos que participan en los cursos es muy alto. Y así lo han querido expresar sus protagonistas. Entre ellos, Andrea Yuste, joven de 15 años de Valencia, quien afirma formato MP3 audio(0,26 MB) que uno de los aspectos que más valora son las amistades. Junto a ella, otro de sus compañeros, Juan David Malusín, un chico de 17 años de Orihuela (Alicante), destacaba por su parte el aspecto formativo de la iniciativa.

Opinión que comparte Pedro Vives, de Guadalajara, otro de los participantes en este inolvidable curso de verano, tal  como cuenta formato MP3 audio(0,84 MB) a nuestra revista.

“Hay un hecho muy significativo - cuenta Abraldes - y es que la mayoría de ellos repite al año siguiente. Si bien el objetivo principal es el aprendizaje del inglés, también es cierto que para los chavales un aspecto clave es la convivencia. Conocer a otros niños y niñas de su edad, otras realidades, compartir estas dos semanas de estudio y de ocio, es algo que les marca. Para quienes formamos el CRE y la ONCE aquí en Pontevedra, también supone una enorme ilusión”.

Chema Domenech