Después de un periodo tan convulso como el actual, la normalidad va poco a poco recuperándose en nuestro día a día, y prueba de ello ha sido la celebración del evento “Vendedor del Año” en su decimocuarta edición, del que nos ocupamos en nuestro número anterior, pero que queremos recuperar en este número por la relevancia de este importante acto anual en el que el Grupo Social ONCE reconoce los méritos demostrados de nuestros compañeros y compañeras vendedores a lo largo de un contexto tan históricamente singular como en el que nos encontramos.

En esta ocasión, este 2021 reviste un carácter especial porque, en primer lugar, el Evento en cuestión solía celebrarse en los primeros meses de cada año. Sin embargo, por las razones bien conocidas de una situación sociosanitaria tan cambiante y sensible, las circunstancias han indicado la conveniencia de llevarlo a cabo en meses poco acostumbrados, a caballo entre el final de la primavera y el comienzo del estío.

Como consecuencia, todo el conjunto de actos que componen el evento estuvieron marcados por el absoluto y estricto respeto a los protocolos sanitarios establecidos por las autoridades y asumidos en su integridad y con todas las garantías por la ONCE como organizador del mismo.

Con estas premisas, se aprovechó la cita para introducir algunos cambios orientados a reforzar la relevancia de esta distinción. Una de las novedades, ha sido el nuevo galardón que, a partir de esta edición, se entrega a los homenajeados, y que consiste en una pequeña talla a modo de escultura, que refleja e identifica la naturaleza del evento, el trabajo de los vendedores y su relación con los clientes, configurando ese conjunto de factores la afortunada frase con la que se asocia esta conmemoración: “Buena gente ONCE” y estableciendo algún paralelismo con otro tipo de celebraciones o reconocimientos propios del género cinematográfico o de otras expresiones artísticas. En definitiva, el galardón de “Vendedor del Año” se hace tangible con esta nueva escultura que le otorga personalidad propia.

Por otra parte, el trasladar a junio el desarrollo de este acto favorecía la posibilidad de realizar alguna parte del mismo al aire libre en un escenario mucho más emblemático como fue el caso de reunir al grup en la Plaza Mayor de Madrid, sitio archiconocido por todos que ilustra páginas de revistas, guías turísticas y otras publicaciones.

No obstante, la filosofía del evento “Vendedor del Año” se ha mantenido fiel a sus principios, fundamentándose en el reconocimiento de los méritos laborales de ellos y ellas, compañeros y compañeras que integran la red de ventas.

Retomando el foco del transcurrir del evento, como en años anteriores, se establecían nítidamente las dos jornadas impregnadas por el contrapunto de una más formal y otra más lúdica y desenfadada. La primera tuvo lugar el viernes 18 de junio en el Hotel Ilunion Pío XII, con la presencia del presidente del Grupo Social ONCE y del director general de la ONCE, Miguel Carballeda y Ángel Sánchez, respectivamente, transformando el salón principal del hotel en un improvisado centro tecnológico, dotado de elementos telemáticos -un escenario en forma de teclado, una mesa en forma de ratón y otros complementos- y de la figura destacada de un robot que interaccionaba con los presentes, que quiso evocar un contexto laboral tan actual y candente, como el que en estos tiempos  resulta muy habitual encontrar  empresas y  organizaciones como ONCE, en donde el apoyo de las nuevas tecnologías posibilita la realización del trabajo con eficiencia, garantías y sin menoscabo de la consecución de unos objetivos comerciales ambiciosos como los propios de nuestra Institución. En definitiva, muchas de las nuevas tecnologías han venido para quedarse y esta entrega de galardones ha pretendido darle una carta de naturaleza acorde a esta nueva normalidad.

Como en las últimas ediciones el conductor de la gala fue el popular presentador radiofónico, Juanma Ortega, y junto con el mismo la Compañía “Yllana” y el grupo de teatro “La Luciérnaga”, compuesta por afiliados a la ONCE, aportaron sus notas de simpatía y humor, para hacer que el desarrollo de la ceremonia de entrega de los galardones fuera más ameno y fluido, rebajando las dosis de formalidad propia de este tipo de actos.

La otra cara de la moneda, menos formal, más desenfadada, fue la intensa jornada del sábado, compuesta por una excursión matinal por los lugares más conocidos y emblemáticos del Madrid de todas las épocas, un tiempo para las compras, y la asistencia a un espectáculo, que en este caso fue la obra de teatro “Mentiras Inteligentes”, protagonizada entre otros por la conocida actriz, María Luisa Merlo. La jornada finalizó con una cena al aire libre en una de las terrazas de la Plaza Mayor y en uno de los restaurantes de mayor prestigio y tradición, como “Los Galayos”, donde degustaron sus tapas y platos típicos, autoridades, artistas y deportistas de reconocida fama y prestigio mundial.

En definitiva, la posibilidad de haber podido celebrar con todas las garantías sociosanitarias este evento tan importante para nuestra Institución ha marcado un antes y un después, al haberse constituido como una piedra angular, un excelente banco de prueba, que ha dado paso a la celebración de otros eventos.

Volvemos a estar más cerca de la tan anhelada normalidad, superando adversidades y dificultades nunca previstas, lo que prueba a ciencia cierta la fortaleza de la ONCE como una Institución de referencia mundial en la que el trabajo de vendedores y vendedoras son su principal estandarte a la vez que el fiel reflejo del carácter y valores de las personas que componen esta “Gran Familia” de la que todos nos sentimos tan orgullosos.