Término evaluativo general, referido a la adecuación y eficacia de los comportamientos sociales de una persona para producir habilidades sociales observables y acordes con los juicios emitidos por personas competentes y significativas de su entorno; entre estas habilidades figuran: dar respuestas apropiadas a cada situación, obtener refuerzos positivos externos, disminuir el riesgo de recibir consecuencias negativas del entorno, obtener la consideración favorable de otras personas a la calidad o adecuación de la ejecución total en una tarea determinada, etc. En la intervención educativa con el alumnado con discapacidad visual, su centro escolar, familia y entorno social es necesario enseñarle ciertas habilidades sociales para que desarrolle una buena autonomía y un buen desenvolvimiento personal; conductas específicas que se trabajan en la intervención son: la comunicación no verbal de interacción social (gestos, dirigir la mirada a quien habla, etc.), la capacidad para iniciar, mantener y finalizar interacciones sociales (conversaciones, resolver situaciones en la calle, etc.), la participación en juegos y actividades de grupo, etc.
