Forma de comunicación receptiva utilizada con las personas con sordoceguera en la que el interlocutor adapta la manera de emisión de los mensajes en lengua oral para que sean percibidos por la persona sordociega por su canal auditivo, siempre que tenga restos sensoriales que se lo permitan. Las adaptaciones más significativas son: cambios en la distancia del interlocutor, el volumen, velocidad, vocalización y control de las condiciones del entorno.