Segundo nivel de intervención con niños con sordoceguera, en etapa presimbólica. El objeto de este nivel es favorecer que el niño descubra al otro como compañero de comunicación y el del mundo que le rodea a través de la experimentación y la exploración. La actuación del compañero de comunicación debe evolucionar respecto al nivel de resonancia desde los movimientos en unidad a la actividad en paralelo. El adulto invita al niño a hacer cosas, uno al lado del otro, y gradualmente se va separando de él invitándole a que tome la iniciativa y le imite. Debe estar atento a los gestos del cuerpo o de las manos del niño y esforzarse en darles un significado para tratar de ofrecer una respuesta coherente con las expectativas del niño. De este modo el niño cada vez será más consciente de que puede decirle cosas al adulto con los movimientos de su cuerpo o de sus manos y se interesará cada vez más por lo que el adulto hace. Se establece así entre ellos, poco a poco, un dialogo no verbal y una relación de confianza que facilita el acercamiento a todo lo que hay a su alrededor a través de su compañero de comunicación.