Nivel de intervención con niños con sordoceguera descrito por Van Dijk, que tiene como objetivo el desarrollo de la representación simbólica y la comunicación, y favorecer el establecimiento de categorías. El niño comparte con su compañero de comunicación un vocabulario, y el significado de cada una de las expresiones que componen ese vocabulario ha sido negociado hasta ser compartido, lo que hace posible la comunicación entre ambos.
El niño es capaz de reconocer objetos, personas o acciones por las cualidades significativas que se caracterizan, es decir mediante “referencias” y estas le ayudan a seguir secuencias dentro de una actividad, anticipar tareas o hacer demandas sin la guía directa del adulto. Es el momento de dar un paso más para el desarrollo de la representación simbólica y pasar de las referencias representativas (objetos reales) a las referencias no representativas (representaciones de esos objetos). Las referencias no representativas deben ser elaboradas conjuntamente con el niño a partir del objeto de referencia para que este pueda asociar el objeto con su representación e identificarlos. Poco a poco y en función de la capacidad de representación simbólica del niño las referencias no representativas irán sustituyendo a las representativas. Al final de esta etapa el niño se comunica, aunque sea de forma elemental, expresa deseos y necesidades y se interesa por descubrir las cosas que le rodean y ponerles un nombre (una etiqueta) y empieza a descubrir que cosas iguales tiene la misma etiqueta iniciando así el proceso de categorización.
El niño ha alcanzado el estadio simbólico y si es capaz de imitar está preparado para desarrollar una forma más compleja y estructurada de comunicación.