Primer nivel de intervención con niños con sordoceguera que no han alcanzado el estadio simbólico. Lo describe Van DijK en su enfoque basado en el movimiento. En esta etapa de la intervención el niño no conoce que haya nada fuera de él por lo que interesarse. Para acercarlo al mundo, al entorno que le rodea, necesita que le movamos con nosotros, presentándole las cosas que encontramos a medida que recorremos el espacio ordenadamente, dándole seguridad y tiempo para explorar. El adulto guía los movimientos del niño a través de sus propios movimientos tratando de suscitar su interés por lo que hay y sucede alrededor al tiempo que está atento a sus reacciones para darles respuesta.
Atraer la atención de los niños con sordoceguera pre simbólicos y animarles a que participen en actividades requiere gran sensibilidad por parte del compañero. Van DijK propone actividades basadas en el movimiento para este nivel, las llama “actividades de resonancia”
Estas actividades son juegos de movimiento en los que el adulto hace participar al niño conjuntamente con él o bien movimientos propios del niño a los que se une el adulto imitándole para buscar la interacción.
La intervención en esta etapa tiene como objetivos:
• Motivar el interés en la participación en interacciones con otros
• Que el niño comprenda que sus acciones tienen consecuencias en el entorno, es decir en lo que los demás hacen.
El disfrute en las primeras etapas de desarrollo con los juegos de movimiento es común para la mayoría de los niños, de ahí lo adecuado de la propuesta de Van DijK. También en el niño con sordoceguera las actividades de movimiento despiertan más fácilmente su interés, además de ayudar a estimular y emplear sus habilidades motrices como instrumentos para explorar y responder al entorno.