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Profunda evolución tecnológica en la Imprenta de la ONCE

Una de las maquinas numeradoras antiguas de la imprenta del cupónA lo largo de su historia, la fabricación de los productos de juego de la ONCE se ha llevado a cabo en diferentes instalaciones hasta ubicarse en el actual Centro Logístico y de Producción de Productos de Juego de la ONCE. Para llegar hasta los procesos seguidos en este complejo productivo, la Imprenta de la ONCE, como comúnmente la llamamos, ha ido sustituyendo sus tecnologías y procesos a fin de garantizar la impresión y distribución de los productos de juego a los centros y puntos de retirada. Y parece llegado el momento de dedicarle una breve reflexión a esta fecunda historia.

En su origen el cupón se imprimía en instalaciones ajenas a la ONCE. Fue en abril de 1955 cuando se creó la primera instalación propia, ubicándose en las antiguas caballerizas del palacete del Consejo General de la ONCE (en la actual calle José Ortega y Gasset de Madrid). En esos años se trabajaba en tres turnos diarios, en total 24 horas. Se imprimía un sorteo por cada provincia, incluidas las saharianas de Sidi Ifni, El Aaiún y Villacisneros, y el formato final eran las “tiras” de 10 cupones. Por entonces era un espectáculo observar cómo los trabajadores de la antigua Imprenta, detenían el intenso tráfico de la calle Velázquez para descargar las bobinas de papel de 400 kg. ¡Más de una salió rodando calle abajo!

En 1984  los sorteos pasaron a ser nacionales y con cuatro cifras.  El formato del cupón creció en tamaño y la demanda se multiplicó, originando el traslado de las instalaciones de la Imprenta a una superficie mayor en la calle Comandante Azcárraga también de Madrid. Se compraron cuatro rotativas modernas de seis colores con numeradores mecánicos de precisión y en octubre de 1987 se imprimió el nuevo cupón de viernes ya con cinco cifras y una codificación magnética (CMC0), que permitió que los cupones comenzaran a ser pagados en entidades bancarias.

Los cambios que a mediados de los ochenta se hicieron en los sorteos de diario y viernes motivaron el traslado de las instalaciones, a finales de 1988, al  actual complejo de Vallecas, de mayor superficie y equipamiento que la anterior ubicación. En esa década la Imprenta enviaba bloques de pliegos numerados secuencialmente a los centros territoriales, en los cuales y de forma manual, se componían los topes definitivos para cada vendedor. En el primer trimestre de 1990 la Imprenta asumió este proceso, instalando máquinas alzadoras y estableciendo una operativa semiautomatizada, mediante la cual se consiguió preparar los topes con mayor agilidad y eficiencia. Pese a este notable avance, los topes aún presentaban ciertas restricciones en cuanto a su calidad respecto a los actuales, tanto por la variedad de la numeración como por las agrupaciones de iguales que contenían.

La transformación digital

Coincidió la entrada en el nuevo siglo se acomete una profunda renovación de la tecnología de la Imprenta.  En el año 2000, se instaló una novedosa maquinaria digital que permitía imprimir la numeración y las codificaciones de forma variable. Se sustituyeron las prensas antiguas por dos rotativas dedicadas en exclusiva a la impresión del diseño y las líneas de alzado por siete líneas de acabado con impresión digital y sistemas de visión artificial. Este cambio supuso una revolución en ese momento y a futuro, permitiendo enlazar el proceso de producción con la planificación previa de la demanda de cada vendedor por punto de venta. Las ventajas fueron numerosas:

  • Desapareció la carta de tipo de topes por producto en favor de fabricar un tope personalizado en cantidad y calidad para cada vendedor, en función de su demanda.
  • Se crearon fuentes específicas de numeración, más seguras y de tamaños diferentes en función del formato de cada producto.
  • Se incluyó en la impresión un código de barras que facilitó la trazabilidad de la producción, dando origen a los códigos mediante los cuales hoy en día los vendedores identifican con su TPV el estado de cada cupón, disminuyendo a cero las falsificaciones de cupones.

La innovación fue tan eficaz que, además de los beneficios anteriores, se consiguieron ventajas tales como reducir los plazos de producción, dejar de imprimir parte de la reserva con el consiguiente ahorro, diseños más brillantes por el efecto de las nuevas tintas UVI, verificar la calidad de la numeración impresa mediante sistemas de cámaras y un largo etcétera.

Últimas actualizaciones y puesta en marcha del Preparado Centralizado

Desde 2008 hasta la fecha se han llevado a cabo varias mejoras y cambios, que sin afectar a la esencia de los procesos concebidos en la etapa de la transformación digital,  los han evolucionado a niveles más altos de seguridad y control, destacando la instalación de nuevos sistemas de cámaras capaces de comprobar la calidad de cada cupón en fabricación, así como la incorporación de sistemas de impresión Ink-jet, más veloces y eficientes que los sistemas de impresión láser a los que han sustituido.

En 2014 se pone en marcha, además, el proceso de Preparado Centralizado, mediante el cual todos los productos correspondientes a un mismo vendedor se embolsan en un único paquete, que semanalmente se envía al correspondiente punto de retirada donde lo recogerá el vendedor. Este proceso de realización manual, pero llevado a cabo bajo la monitorización, control y registro de aplicaciones informáticas, cierra el ciclo productivo y logístico en el Centro, contribuyendo a una disminución de tiempo desde que el vendedor solicita sus productos hasta que los recoge, así como  a una mejora de la calidad global y homogeneidad de todo el proceso.

Tecnológicamente este proceso tiene su enjundia en el control y la información que las aplicaciones informáticas generan, identificando y documentando semanalmente el contenido de productos de juego pasivo, lotería instantánea y otros soportes comerciales, operativos o publicitarios, que necesita cada uno de nuestros aproximadamente 20.000 vendedores.