EDITORIAL
Un mundo mejor es posible
Los siempre avispados coleccionistas de proverbios aseguran que ‘de buenas intenciones están hechos los panteones’ o incluso que ‘de buenas intenciones está el infierno lleno’... Sin necesidad de ponernos tan dramáticos, la experiencia nos dicta -a las personas y a las organizaciones- que los proyectos ambiciosos son sólo factibles con la suma de los mejores. Que la voluntad y la determinación individuales resultan indispensables, pero que los grandes objetivos sólo se alcanzan sumando en los proyectos a los más punteros protagonistas sociales como comprometidos compañeros de viaje.