La afiliada Aurora Delgado (Sevilla, 1968) ha sido finalista del prestigioso Premio Nadal de Novela 2017, fallado la pasada noche de Reyes. Su relato, ‘Curva’, ambientado en la comarca rural del Aljarafe, es un tránsito intelectual sobre “la perversión de la pureza”, dice. “Somos una generación que no termina de crecer, no sabemos qué hacer con la vida”, ha comentado a nuestro compañero en la comunidad andaluza Luis Gresa.

‘Curva’ emprende ahora el largo viaje de verse publicada (la condición de finalista no le garantiza la edición), en un mercado literario adverso siempre a los autores menos conocidos.

El relato nos muestra, en síntesis, a un hombre que no quiere tomar decisiones y delega su destino en los demás hasta que, de repente, se verá obligado a responsabilizarse y tomar las riendas de su vida. “Somos una generación que no termina de crecer, que pretende conservar la pureza hasta que la cruda realidad ensucia nuestras manos”, explica Delgado, quien reconoce que ‘Curva’ no es una novela al uso, ni en el estilo, ni en los personajes, ni el tratamiento de las situaciones que protagonizan. “No está escrita para ser un bestseller -admite-, sino desde la honestidad narrativa y literaria, pero puede interesar a cualquiera porque cualquiera puede verse reflejado”.

Ahonda además en temáticas actuales, como la especulación urbanística, la seguridad en las urbanizaciones, la relación de las familias o la educación de los hijos. “En el fondo es una búsqueda de la identidad, quiénes somos como personas y qué decidimos qué queremos ser”, matiza.

Haber quedado finalista en el premio más antiguo de las letras españolas constituye un impulso a una trayectoria que cuenta ya con la publicación de su primera novela, ‘El corazón de Livingstone’ (Libros de la Herida, 2014), Premio Ciudad de Alcalá de Henares de Narrativa, que se sumaba al Premio Microrrelatos que obtuvo en 2001 con ‘El contador a cero’.

Licenciada en Arte Dramático y Máster en Escritura Creativa por la Universidad de Sevilla, sin visión en un ojo y con desprendimiento de retina en el otro, Aurora sabe que no será fácil abrirse hueco en el mercado literario, pero lo va a intentar. “Se prima más a la gente con visibilidad pública -reconoce-. Hasta las editoriales miran antes cuántos seguidores tienes en las redes que la calidad literaria de los textos. Es muy difícil hacerse un hueco siendo nadie”, sostiene.