El trabajador con discapacidad cobra de media un 11,2% menos
- Las mujeres reciben un salario un 18,4% inferior al de los hombres por el mismo puesto
El trabajador con discapacidad cobra de media en nuestro país un 11,2% menos que el resto de españoles. Así lo reconoce el propio Instituto Nacional de Estadística (INE
) según el informe
(0,18 MB) hecho público el pasado 8 de febrero en relación con el mercado de trabajo en el ejercicio 2014, último analizado por eses Instituto. En concreto, la media del salario neto de estos empleados, una vez deducidas las cotizaciones a la Seguridad Social y las retenciones del IRPF, alcanzó -según informa la agencia Servimedia- los 1.208 euros.
Si se analiza el salario medio bruto mensual (que excluye pagos extraordinarios) la brecha es aún más significativa: se sitúa en 1.448 euros por trabajador con discapacidad, un 17% inferior al resto de empleados. Y el análisis de tendencias no permite ningún resquicio al optimismo: el salario bruto anual medio de los trabajadores con discapacidad en dicho ejercicio fue de 19.023,1 euros, un 0,6% inferior al del año anterior, frente a las personas sin discapacidad, cuyo salario medio aumentó un 0,7%. Todo ello redunda en que la ratio salarial entre los trabajadores con y sin discapacidad retroceda al 82,9% en 2014, frente al 83,9% que reflejaba en 2013.
Argumentos fiscales y condicionantes personales
El INE explica que las diferencias salariales entre los colectivos de personas con y sin discapacidad se deben, fundamentalmente, a las ventajas fiscales establecidas para las primeras (reducciones sobre rendimientos netos del trabajo e incremento del mínimo personal y familiar, entre otros).
Por su parte, el salario por hora para las personas con discapacidad se situó en 12,3 euros en cómputo anual y en 9,6 euros en cómputo mensual. En sendos casos distó más del 17% respecto del salario hora de las personas sin discapacidad.
El informe del INE pone de manifiesto que existen además otros posibles condicionantes para estas significativas diferencias salariales más allá de la condición de discapacidad, como la antigüedad, el nivel de estudios o la ocupación, que repercuten sobre el salario. Y muy especialmente a condición de género: el salario medio anual de las mujeres con discapacidad fue de 16.732,4 euros en 2014, mientras que para los hombres fue de 20.502,6 euros. Así, entre el colectivo de personas con discapacidad, el salario de las mujeres fue un 18,4% inferior al de los varones, aunque esta diferencia es menor que en el caso de la población sin discapacidad, en la que alcanza el 23,5%. En esa línea, se detectaron desigualdades salariales menores entre la población femenina con y sin discapacidad (el salario de las primeras fue un 15,5% menor que el de las segundas) que en el caso de los hombres, cuyo salario fue un 20,8% inferior en presencia de discapacidad.
Atendiendo al grupo de edad, los trabajadores con discapacidad obtuvieron un salario inferior al de los empleados sin discapacidad para todas las edades. La mayor diferencia se produjo en el grupo de 30 a 44 años, con una ratio del 75,1%. Una circunstancia que puede estar también ligada a la variable del nivel de estudios: sólo los trabajadores con discapacidad con bajo nivel de estudios (sin estudios o Primaria) sobrepasaron el salario de sus homólogos sin discapacidad, con una ratio salarial del 102,5%.
También se atenúan las diferencia con respecto al tipo de jornada: en los contratos a tiempo parcial, la ratio salarial se situó en el 91,5%. Mientras que el tipo de contrato no parece modificar la ratio general: en contratos indefinidos se sitúa en un 83,5% y en los de duración determinada en el 83,3%.
Sin excepciones
En 2014, en ningún grupo de ocupación las personas con discapacidad superaron el salario bruto de la población sin discapacidad, aunque las que ocupaban puestos de ocupación medios (empleados, artesanos y trabajadores cualificados) y bajos (operadores y trabajadores no cualificados) redujeron sus diferencias salariales, mientras que en puestos de ocupación altos (directores y gerentes, técnicos y profesionales científicos, técnicos intelectuales y de apoyo) incluso vieron aumentar la brecha salarial respecto a 2013.
En todo caso, el INE apunta que las mayores diferencias salariales se deben al tipo de discapacidad o su grado. Así, las ganancias más elevadas correspondieron en 2014 a personas con discapacidad sensorial, seguidas de personas con discapacidad física y otras, con salarios que superaron al salario medio de las personas con discapacidad en un 11,7% y un 5,5%, respectivamente. Y en el extremo opuesto, los trabajadores con discapacidad intelectual percibieron los salarios más bajos (11.619,5 euros anuales), inferiores a la media anual del colectivo con discapacidad en un 38,9% y un 19,9%, respectivamente.