Un profesor de Murcia gana el doctorado cum laude con un nuevo método de enseñanza del violín para alumnos ciegos
Una nueva metodología basada en señales acústicas y en intensificar el trabajo de oído y la memoria muscular constituyen las claves de la propuesta del profesor Luis Sánchez para que las personas con discapacidad visual aprendan a tocar el violín con el mismo programa que el resto de los alumnos. La iniciativa es la base de la tesis con la que Sánchez acaba de conseguir su doctorado en el campus cartagenero de la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM
), con la calificación de sobresaliente cum laude.
La investigación de este profesor de lenguaje musical -que ha dirigido la doctora Práxedes Muñoz- compendia un catálogo de buenas prácticas, recursos y estrategias metodológicas para facilitar la inclusión de los alumnos con discapacidad visual en las enseñanzas elementales y profesionales de la música. En concreto el nuevo doctor ha centrado su investigación en la enseñanza del violín, teniendo también en cuenta todas las asignaturas que componen el currículum de esta especialidad como lenguaje musical, coro, orquesta, música de cámara, piano complementario, armonía, historia de la música y análisis.
Para su elaboración, ha contado con la colaboración de diversos Centros de Recursos Educativos (CRE) de la ONCE, así como de agrupaciones musicales de personas ciegas de Valencia, Madrid, San Sebastián, Córdoba, Vigo y Huelva, además de otras de Egipto y Argentina (que incluyen igualmente a personas con discapacidad visual) y de alumnos de música ciegos y de sus familiares, profesores y otros especialistas.
Sánchez subraya que, “pese a las dificultades que tienen las personas ciegas para el estudio de la mano derecha ante la imposibilidad de comprobar por medio de la vista el desplazamiento correcto del arco por las cuerdas o los obstáculos para incorporarse en una orquesta, debido a la necesidad de memorizar todo el repertorio y los movimientos de arco, estos alumnos no precisan un programa distinto al del resto de alumnos videntes, sino que son necesarias diversas adaptaciones a nivel de metodología”. Entre ellas, utilizar señales acústicas, intensificar el trabajo del oído, reforzar la memoria muscular y nemotécnica, favorecer un mayor contacto físico con el alumno en cuestiones posturales y de movimientos técnicos, así como, para los inicios, emplear el tutor-guía, las guías de arco o referencias en el diapasón, concretamente pequeños círculos de metal que marquen las distintas alturas, entre otras.
El autor estima que estas tesis se pueden extender como “una herramienta para guiar y aconsejar a docentes de cualquier instrumento musical con personas invidentes”. Además, incorporan muchos planteamientos trasladables a los alumnos de violín con visión, “ya que -afirma- enriquecen la enseñanza de este instrumento”.