Tras 10 de años de existencia, analizan en sus I Jornadas los frutos alcanzados y el futuro de su trabajo

Con motivo de la creación, hace 10 años, de los denominados Clubes Braille, la ONCE ha reunido en su Centro de Recursos Educativos (CRE) de Madrid a los coordinadores de los 40 clubes que impulsa la Organización en toda España. Así celebraron, el 3 y 4 de febrero, sus primeras Jornadas de encuentro y analizaron la situación de la población potencial de usuarios de braille, así como los recursos de los que disponen, los intereses de sus usuarios, así como las principales dificultades que afrontan, como la dispersión geográfica, dificultades de movilidad, envejecimiento, etc.

A través de trabajos en grupo, los responsables de los clubes compartieron diversas actividades y expusieron ejemplos de buenas prácticas, propiciando un valioso intercambio de experiencias. Tanto que, para Antonio Díaz, (0,15 MB), coordinador del Club de la Dirección de Zona de Alicante, cabe calificar a las jornadas como "muy productivas". Igualmente, Inma González, coordinadora en la Territorial de La Rioja, considera (0,19 MB) que han sido muy enriquecedoras, sobre todo para los coordinadores que llevan muchos años trabajando para que el braille se conozca más y mejor dentro y fuera de la ONCE.

Además de las experiencias prácticas, el encuentro sirvió para presentar la actividad que interna y externamente desarrolla la Comisión Braille Española (CBE) y proyectos tan importantes como Braitico, la didáctica para la enseñanza del braille más avanzada del mundo desarrollada por los profesionales de la ONCE y que ya se está aplicando en el ámbito docente de nuestro país.

Visibilizar el braille

La vicepresidenta de Servicios Sociales e Igualdad de la ONCE, Patricia Sanz, y el director adjunto de de Servicios Sociales para Afiliados, Andrés Ramos, acompañaron a los coordinadores en estas jornadas, que en opinión de ambos han querido servir para dar un impulso muy importante a la expansión y conocimiento de un sistema de lecto-escritura muy en vigor en pleno siglo XXI. “En este 80 aniversario, la ONCE apuesta por que el futuro del braille, compatibilizándose con la tecnología para que llegue a todos los usuarios y esté en todos los productos y servicios”, manifestaba Ramos (0,47 MB), que además denominó a los coordinadores de estos clubes como verdaderos "centinelas del braille" (0,36 MB).

Por su parte, la vicepresidenta expresó (0,11 MB) la importancia de que el sistema braille se haga más visible en la sociedad, pero sobre todo que se convierta en un adecuado y útil “vehículo de acceso a la información para las personas ciegas”.

Por ello, los coordinadores centraron la última jornada en ver cómo reimpulsar el braille a través de acciones dinamizadoras como sus propios clubes, las tiflotecas, la tiflología, o actividades de vida diaria y de  acceso a la cultura. Y en este sentido analizaron un nuevo modelo de coordinación de los clubes.

En definitiva, para la coordinadora del club de la Delegación en la Comunidad Valenciana, Carmen Casas (0,22 MB), la experiencia le ha servido para trasladar a su ámbito muchas buenas ideas, al tiempo que descubrir aspectos del mundo del braille que hasta el momento desconocía.

Iniciativa exitosa

La red de Clubes Braille de la ONCE ha constituido en su conjunto una de las iniciativas más exitosas de la entidad para propiciar la extensión de este sistema de lectoescritura, a través de la cercanía al usuario, en primer lugar las personas ciegas, pero también a otras interesadas en conocer y manejar este código que ha sido indispensable durante los dos últimos siglos para que las personas con grave discapacidad visual hayan podido incorporarse a la educación, la cultura y el ocio, y al ejercicio de derechos tan fundamentales como el acceso al voto o a la información legal, administrativa, etc.

Por tanto, se trata de clubes abiertos no sólo a los propios afiliados, sino también al resto de la ciudadanía para que tanto unos como otros puedan conocer y disfrutar del braille y de su uso y aplicación en diferentes ámbitos: en las universidades, en las bibliotecas públicas, en el etiquetado de medicamentos, productos sanitarios, alimenticios y de limpieza, en las cartas de muchos restaurantes o en las botoneras de los ascensores... Esta progresiva incorporación ha supuesto una evidente mejora de la vida cotidiana de las personas ciegas, que apenas cabía suponer hace una década, cuando se pusieron en marcha los primeros clubes por toda España.

Con este objetivo, extender el uso y conocimiento del braille, los clubes llevan a cabo más de 30 tipos de actividades diferentes: cursos de aprendizaje dirigidos a personas del entorno de los afiliados y afiliadas de la ONCE (familiares, amigos o formadores), participación en eventos como el Día del Libro o la Semana de la Discapacidad, así como la organización de exposiciones y jornadas específicas de puertas abiertas en los centros de la propia Organización.